La noche del pasado miércoles, Jesús Monge Ramírez, mejor conocido como Chucho Monge, recibió el reconocimiento póstumo Juventino Rosas que otorga la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM). “Mi padre es autor de una canción con la que le puso apellido al país: México lindo y querido”, expresó Sandra Monge, hija del autor.

El reconocimiento Juventino Rosas se instituyó en 2009 y se otorga a los compositores cuya obra ha trascendido las fronteras lingüísticas y culturales para gloria de México. Su rasgo distintivo es que son temas vigentes. Tal es el caso de México lindo y querido, que para muchos es considerado un segundo himno nacional.

La ceremonia se efectuó en la SACM, en Mayorazgo, con la asistencia de unas 500 personas, la mayoría inspirados creadores.

Ahí, Sandra Monge añadió: “La obra de mi padre ha trascendido en muchos países y en muchos idiomas. El reconocimiento es una creación del maestro Sebastián; consiste en una ola, por el vals Sobre las olas, de Juventino Rosas”.

El reconocimiento a las aportaciones de Juventino Rosas fue tardío y también por ese motivo, si es el caso, se entrega esta distinción. Un hecho lamentable y que generó molestia en algunos círculos culturales fue que, con toda su aportación musical, Monge fue olvidado en los festejos del bicentenario de la Independencia y del centenario de la Revolución.

“Hoy, que se le entrega este premio, justamente es el día del nacimiento de mi papá, pues llegó a la vida un 9 de noviembre. Hoy cumpliría 101 años.

“Su sensibilidad la pueden constatar en las letras de sus canciones, como son Sólo Dios, Mi virgen ranchera, Cartas marcadas, La feria de las flores, Pa’ qué me sirve la vida, El remero, Creí, Sacrificio, Me das una pena, Besando la cruz, Pobre corazón... bueno, mi papá hizo aproximadamente 300 piezas. Yo tengo ese número más algunas inéditas, que estoy promovimiendo.”

Chucho Monge falleció el 9 de agosto de 1964.

Correspondió a Ema Elena Valdelamar, autora de Cheque en blanco, entregar a Sandra Monge el premio.

Un segundo recipiendario del reconocimiento póstumo Juventino Rosas fue Luis Alcaraz. Se escuchó una semblanza y, de fondo musical, Bonita. Otros tararearon Quinto patio.

Más categorías

Jaime Almeida y Verónica de Ita condujeron la ceremonia y anunciaron que se entregarían los premios en la categoría 25 y más a autores como Lucía Álvarez, Paco Toscano, Benito Castro, José María Lobo, Sergio Esquivel, Diego Verdaguer, Amanda Miguel y Mario Pintor.

Todos agradecieron a la SACM la defensa de sus derechos y dedicaron su premio a su familia o a uno de sus hijos en particular. La emoción por momentos los llevó al límite de las lágrimas. Sergio Esquivel, yucateco y creador de Un tipo como yo, expresó: Tengo 44 años en la protección y defensa de esta sociedad, que no es un edificio, sino que somos todos nosotros, y eso significa un derroche de cariño enorme.

Mario Pintor: Esto de ser compositor... algunos me van a entender, es... como si estuviéramos locos, como que no entramos en el sistema, pero gracias a Dios de repente hay una pareja o una familia que nos entiende y a ellos quiero darles las gracias.

Siguió el premio Éxito SACM a las 12 canciones sobresalientes del año anterior por ventas certificadas de discos, o por descargas legales de Internet y por ejeción pública: Equivocada, de María Bernal y Mario Domm; Estuve, de Joan Sebastian; Amarte a la antigua, de José Francisco Lugo y Luis Enríquez Yoel, e Irremediable, de Mónica Vélez, Ettore Grenci y Julio Ramírez.

Asimismo: Me hace tanto bien, de Pedro Dabdoub, Carlos Law y Donato Poveda López; Dime que me quieres, de Luciano Luna y Miguel Ángel Romero; Nada de nada, de Marco di Mauro; Me gusta todo de ti, de Horacio Palencia; Lo intentamos, de Espinoza Paz; Niña de mi corazón, de Horacio Palencia; Mientes, de Mónica Vélez y Mario Domm, y Aléjate de mí, de Mario Domm.

Por 50 años premiaron a Felipe Gil, autor de La felicidad, y por 50 años y más recibieron su distinción Tino Contreras, Rafael Acosta y Frank Domínguez.