Luego del caos doméstico en el que estuvo sumergido el América, había que hacer una limpieza profunda, desde sus cimientos hasta el techo. Tenía que quedar la casa limpia para su nuevos inquilinos. Yon de Luisa, quien vuelve de un paso exitoso por la FIFA como invitado para coordinar mundiales en divisiones menores, hizo el anuncio sobre el cambio en la cúpula del cuadro de Coapa.

El nuevo mando de la institución está constituido por un consejo directivo, en cuya cúspide está el presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean. Enseguida el propio De Luisa –también director del comité de futbol de la televisora– como responsable de la parte operativa y cuatro directivos más de la empresa cuyos nombres no se harán públicos.

La misión del nuevo consejo es tan clara como lo expresó el propio De Luisa. Hay que levantar del polvo esa mansión en ruinas llamada América.

La primera decisión que tomó el nuevo consejo, reveló De Luisa, fue aceptar la renuncia del anterior presidente del club, Michel Bauer, así como la del encargado de la parte deportiva, Luis Roberto Alves, y del técnico emergente, Alfredo Tena.

Luego fue el nombramiento del nuevo presidente deportivo, Ricardo Peláez, ex jugador de las Águilas, ex directivo en la Federación Mexicana de Futbol, quien hasta ahora era comentarista deportivo de Televisa.

Es un orgullo y un lujo

Para mí es un orgullo que la empresa me haya invitado a trabajar dentro de un consejo encabezado por el señor Azcárraga. En lo personal y profesional es un lujo y un orgullo. En la parte operativa, compartir un proyecto con Peláez es un gran reto, confesó De Luisa durante la conferencia de prensa en las instalaciones de Coapa, donde se hizo el anuncio de los cambios en la institución.

Esta nueva responsabilidad se añade a las que ha desarrollado en Televisa y sus intervenciones en el futbol internacional. De modo que sigue al frente del comité de futbol de la televisora y la relación con la FIFA en el área de competencias, donde fue coordinador de sede en el Mundial Sub-20 de Colombia 2011 y director del comité organizador de la Copa del Mundo Sub-17 que se realizó en México.

Yo seguiré trabajando con la FIFA mientras me sigan invitando. Ya llevamos cinco Mundiales, además del Sub-17 aquí y espero seguir aportando mi granito de arena en el futbol internacional, comentó.

Admitió que la posición en la que regresa al América es muy distinta a la que tuvo en el pasado, porque esta vez dentro del consejo directivo se propondrán proyectos, se analizarán y tomarán decisiones: Ahora tendré el gusto de operar menos y pensar más.

En esta limpia a fondo, en la que se cortó la cabeza de un técnico, todo el plantel fue puesto transferible y se rediseñó la estructura directiva, cayó un símbolo azulcrema, el ex delantero Zague, responsable de la parte deportiva.

La salida de Alves, precisó De Luisa, no fue una decisión que tomara Ricardo Peláez como primera acción radical en su cargo, sino del naciente consejo directivo: “No fue un asunto personal, sino sobre el proyecto, que terminó.

El consejo determinó dejar limpia la casa para que el nuevo proyecto a cargo de Peláez empiece de cero con las condiciones que él decida..

Bauer, Tena y Zague quedaron fuera tras la operación de saneamiento de la nueva cúpula amarilla, pero –aclaró De Luisa– se les ofreció que permanecieran en otros planes: A nadie se le está sacando de la casa, hay proyectos para cada uno de ellos y será su decisión tomarlos o escoger otras alternativas.

Luego De Luisa abordó la situación del plantel, puesto en su totalidad como transferible, las permanencias, bajas y nuevas contrataciones. Explicó que desde 2009, bajo la presidencia de Bauer, los contratos de los jugadores y cuerpo técnico están sujetos a objetivos.

Salarios, sujetos a objetivos

Hubo una restructura contractual de todo el plantel, se asumieron nuevas políticas y desde entonces buena parte de los salarios de los jugadores está sometido a tales acuerdos. Fracasos como el de este torneo han sido resentidos en los ingresos de los jugadores por el tipo de contrato que tienen actualmente en esta institución, explicó.

En ese rubro no habrá cambios, adelantó, y los contratos seguirán bajo el esquema en el que una parte del salario es fija y otra se mueve de acuerdo con la concreción de metas.

Si en el proyecto de Peláez hay que hacer alguna modificación que incentive el compromiso de los jugadores, pues en esta área tendremos toda la voluntad para tratar de revisarlos, abundó.

La aclaración sobre los salarios de los futbolistas proviene del malestar y las críticas recibidas por tener una de las nóminas más costosas del balompié mexicano, pero son cuestionados por la falta de entrega que exhiben en cada partido, la cual se reflejó en el naufragio de este torneo, en el que concluyeron en el penúltimo lugar de la tabla general.

De Luisa quiso dar un manotazo a cualquier sospecha de que los de Coapa compran sólo jugadores caros. Para el club, dijo, primero está el tema deportivo.

Cuando un técnico pone sobre la mesa las necesidades del plantel, y el director deportivo las avala, juntos se lo plantean al presidente, sólo hasta ese momento se piensa en el tema económico. Ahí es donde surge la pregunta: ¿Se puede o no se puede?

Advierte que desde hace tiempo hay una política de reducir los costos de las contrataciones. La estrategia es un efecto de los vaivenes del mercado de piernas internacional.

Las cifras cada vez más desaforadas por las que se contrata en el futbol europeo ha hecho sumamente complicado importar jugadores provienentes de las canteras sudamericanas, sobre todo de Argentina y Brasil. Esa realidad del mercado –agregó– los ha obligado a buscar nuevas opciones para reforzar las líneas americanistas.

Por lo demás, dijo, en el América se reformulará el equipo sin la necesidad de acudir a promotores, como aseguró que hace el club desde hace años. Las transacciones, expuso, se hacen directamente a los clubes sin requerir intermediarios.

Siempre hay la posibilidad de que algún representante traiga a un jugador y lo ofrezca; pasa todas las semanas, pero eso no quiere decir que estén promoviendo elementos de otras instituciones o con intereses oscuros, no va por ahí, agregó.

Trabajar con humildad

Y el nuevo inquilino, Ricardo Peláez, se adelantó ante la dimensión de la tarea: devolver la grandeza a este equipo que terminó prácticamente en ruinas y deshabitado. Nada de varitas mágicas ni escobazos para resolver este desorden.

Advirtió que la nueva filosofía será trabajar con humildad. De ahí intentará levantar al equipo, presentarse ante los rivales y recuperar la presencia en cada torneo. La primera urgencia será devolver la estabilidad al conjunto, retomar el control de los resultados que en el reciente torneo fueron catastróficos: sólo tres victorias, seis empates y ocho derrotas.

Eso no se pueden repetir. Veo que tenemos un buen plantel, pero hubo pérdida de confianza, porque el futbol no se olvida de un día a otro, señaló.

Peláez advirtió que difícilmente buscarán un entrenador fuera del país, porque sería arriesgado traer a alguien que no conozca bien al plantel y a los rivales. Aunque no descartó la continuidad de Alfredo Tena, confesó que la relación con los jugadores se desgastó.