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La compañía holandesa convirtió a los asistentes en la gran marea de su montaje Pi-Leau

Close-Act Theatre sumergió en un bello cataclismo al público del FIC

Plantea la sobrevivencia de la humanidad a las consecuencias del cambio climático

Se desarrolló en Los Pastitos, donde los espectadores son la mar embravecida por la que surcan veloces sirenas, ballenas glotonas y depredadores motorizados

Hoy se repite el espectáculo

Enviada
Periódico La Jornada
Domingo 23 de octubre de 2011, p. 2

Guanajuato, Gto., 22 de octubre. El fin del mundo sí sucedió en Guanajuato. Para ser exactos, ocurrió el viernes 21 de octubre en punto de las 22 horas en Los Pastitos. Pero nada más un ratito y sin tragedias.

¿Los responsables del cataclismo? La compañía holandesa Close-Act Theatre, que sumergió a las decenas de personas que se congregaron en el lugar en la fantasía de una gran catástrofe, eso sí, muy bella, artística y divertida.

El espectáculo que se presenta en el contexto de la edición 39 del Festival Internacional Cervantino plantea que debido al cambio climático los glaciares se han derretido. El mundo se inundó y los pocos seres humanos sobrevivientes tienen que adaptarse a su nuevo hábitat.

En medio de la marea, surcan de manera caótica sirenas, hombres con branquias, ballenas glotonas, guerreros acuáticos y depredadores motorizados. Pero a los pocos minutos, el público que se encuentra de pie, sin lugar fijo, rodeando las estructuras móviles, comprende que las aguas embravecidas por las que navegan los personajes la conforman precisamente ellos, los espectadores.

Por allá va un buzo tratando de pescar un pez chino y las olas de gente se parten para dejarlo pasar, en medio de no pocos apretujones que los jóvenes toman a relajo y como pretexto ideal para buenos arrimones a la chica de enfrente.

El montaje se anuncia como interactivo, pero la experiencia para muchas personas va más allá al ser protagonistas también del caótico mundo apocalíptico que los salpica de agua o de chispas de bengalas.

La compañía Close-Act Theatre fue fundada en 1991, y en ella colaboran más de 40 actores, diseñadores, bailarines, músicos, artesanos y coreógrafos. A México llega luego de su participación en el Festival Internacional de Teatro de Calle de Zacatecas y de exitosas presentaciones en el festival de teatro de Colombia.

Los comandan Tonny Aerts y Hesther Melief, quien comentó a la prensa que la obra que ahora presentan es su primera pieza ecológica, pues aborda principalmente lo que será el deshielo en el planeta, lo cual es un grave problema.

De acuerdo con la propuesta escénica, los más graves problemas que le esperan en el futuro a la humanidad, incluso su desaparición, serán a raíz del daño que se está ocasionando a la naturaleza.

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En la compañía colaboran más de 40 actores, diseñadores, bailarines, músicos, artesanos y coreógrafosFoto cortesía FIC

Queremos que los asistentes salgan del espectáculo con esa reflexión para la posteridad, explicó Melief, quien proviene de una familia dedicada al teatro.

Para ello, uno de los aspectos fundamentales de Close-Act Theatre es romper la barrera entre lo que ocurre en el espectáculo y el público.

Si bien al principio las estructuras metálicas van de aquí para allá entre los espectadores de manera suave, hacia la mitad de la presentación se tenía prácticamente que correr para dejar pasar a las sirenas o a los tritones.

Hubo incluso quienes se quedaban parados, porque no sabían para dónde moverse, sorprendidos por la dinámica, hasta que un acuamán los jalaba o les acercaba una bengala: pero no me eche lumbre, reclamó entre risas un espectador.

Los niños, sin soltar la mano a sus padres, o de plano trepados en los hombros de los adultos, eran de los más divertidos, metidos en su papel: Somos como pececitos que se mueven cuando se agita el agua, decían y gritaban a todo pulmón cuando se les venía encima un enorme barco rojo, al igual que una que otra muchacha desgreñada por tanta corredera.

El director y músico Tonny Aerts resaltó que los integrantes de la compañía mantienen un enorme entrenamiento físico, porque la labor en el escenario lo exige: 60 minutos de correr de aquí para allá, jalando las estructuras o haciendo piruetas en el aire para simular ser veloces sirenas o expertos cazadores.

Los actores de teatro callejero deben ser muy creativos, no sólo para diseñar su vestuario, sino a la hora de interactuar con la gente, añadió el fundador de la compañía, quien también ha colaborado con La Fura Dels Baus.

El espectáculo se llama Pi-Leau. Pi, que representa la medida matemática para sacar el radio de un círculo, y Leau, que significa agua. Se presentará de nuevo en Los Pastitos, a la entrada de la ciudad de Guanajuato, este domingo 23 de octubre a las 22 horas.