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La OFUNAM, Leonardo Mortera y el Escuadrón Jitomate Bola, a escena

Música sinfónica y circo, espectáculo para niños en la Sala Nezahualcóyotl

Partituras de Rimsky-Korsakov y Stravinsky, entre otros, se fusionarán con acrobacia y relato oral

Se trata de interesar a los pequeños por el arte sonoro, picarles la curiosidad, dicen

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Ensayo del Escuadrón Jitomate Bola, ayer, en la Sala NezahualcóyotlFoto Carlos Cisneros
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Los integrantes del Escuadrón durante el ensayo con la OFUNAM, en la sede de la orquesta, en el Centro Cultural UniversitarioFoto Guillermo Sologuren
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Los integrantes del Escuadrón durante el ensayo con la OFUNAMFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Sábado 15 de octubre de 2011, p. 4

Música y palabras en una fiesta para las orejas. Pero no unas orejas cualquiera: las orejas de los niños. Eso es lo que este fin de semana llenará la Sala Nezahualcóyotl con las obras de autores como Julius Fucik, Matthias Bamert, Nicolai Rimski-Korsakov, Igor Stravinsky y Dimitri Kabalevsky, con la narración de Leonardo Mortera y el Escuadrón Jitomate Bola dirigido por Anatolia Lokatchouk, dentro del ciclo El niño y la música.

La música corre a cargo de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM), con Samuel Pascoe como director huésped, en un concierto dedicado a los niños. Se trata de acercar a los pequeños a la música de una forma diferente, donde no podrán quedarse sentados y callados por toda la magia que se desplegará en el escenario.

“Ya tenemos demasiada información sobre las obras. Están las notas del programa que nos pueden hablar desde la leyenda de que el compositor se tropezó y gracias a eso escribió la obra, podemos hablar de muchas cosas y no decir nada. Es una información muy valiosa, sí, pero no dice nada y no deja una imagen.

Al hacer la narración en vivo es jalarlos para que escuchen de otra manera, para que abran las orejas y decirles que hay algo qué investigar, un crimen que averiguar, un secreto qué descubrir, señala Mortera, quien ha participado en varios conciertos de este tipo desde hace cinco años.

Para hacer todo eso, tenemos que abrir las orejas y jalarlos y los niños son fantásticos para eso, añade. Narrar quiere decir acercarlos a la música, interesarlos, picarles la curiosidad.

Y para eso se ha preparado un programa que incluye Entrada de los gladiadores, El vuelo del abejorro, Polca de circo para un joven elefante, El viejo oso gruñón, Los comediantes y El desfile del circo.

La OFUNAM tiene una tradición muy grande de conciertos infantiles y uno de los méritos más grandes es que tiene muchos puntos de vista de narración; puede estar Mario Iván Martínez, César Oliva, hay diferentes propuestas y eso lo vuelve muy rico y ellos tienen una tradición muy larga de 30 años de hacer conciertos infantiles, aunque, propone el narrador, estos conciertos deberían ser parte de una temporada específica.

“Los conciertos para niños siempre tienen muchísima demanda, porque no hay tantos, no son como una temporada regular. Son sucesos extraordinarios y la OFUNAM se ha encargado de hacerlo como una fiesta. Los boletos casi siempre se acaban, porque como padres estamos muy ávidos de presentar algo a los chavos que no sea el espectáculo de Barney.

Yo sí sería de la idea de que se hiciera muchísimo más, que ir a un concierto de música clásica fuera un hecho cotidiano, porque a los niños se les deja entrar a la sala a los nueve años, pero a esa edad ya te ganó Justin Bieber, ya no quieren hacer otra cosa; ese es un mercado demasiado grande.

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Leonardo Mortera durante la entrevistaFoto Cristina Rodríguez

Es como si quisieras que a los nueve años el niño comience a comer verduras, ya lo perdiste. Si los padres quieren que sus hijos se aproximen a la música, necesitan acercarse primero ellos.

Si los padres escuchan música, los niños también la oirán; si son lectores, los hijos lo serán; si hacen deporte, los pequeños lo realizarán.

Y ahora las posibilidades de entrar en contacto con la música son infinitas gracias a Internet. Los padres pueden poner a los niños a escuchar música de diferentes géneros y serán los pequeños quienes se formen un juicio y elijan.

Un proyecto más mágico

Leonardo Mortera tiene un proyecto aún más mágico: conciertos para bebés. ¿A partir de qué edad? Desde que los padres se besan o cuando están en la panza de sus madres, o recién nacidos, o de días, meses y años.

El siguiente concierto para bebés se efectuará el 26 de noviembre, en la Escuela Nacional

de Música (Xicoténcatl 126, en Coyoacán) a las 11 horas. Van a ser 320 bebés, se colocan colchonetas en el escenario para que hagan lo que quieran, gatear, moverse. Va a ser pura música barroca, clásica para bebés. Será un concierto a puerta abierta, se puede entrar y salir, no es como aquí que ya empezó la obra y cierran. Allá entras y sales porque el niño se altera, porque hay que mecerlo o el pañal. Entonces tienes puertas abiertas todo el tiempo, los músicos saben que no hay silencio absoluto como aquí.

Y regresando a la magia de este fin de semana en la Sala Nezahualcóyotl, dice Anatoli Lokachtchouk (director, comandante, general del Escuadrón Jitomate Bola): “Es el más grande experimento del mundo porque tenemos música en vivo, con los mejores compositores del planeta, y los mejores músicos de México.

“Porque realmente música y espacio de circo es idéntico. La música no tiene límite y no hay ninguna fórmula y es libertad. Como la panza de mamá donde mezclamos música y movimiento corporal y buena energía, humor, y más importante que todo es para niños, pero con un altísimo nivel de cultura musical.

“No es que los niños se acerquen a la música, ésta debe aproximarse a los pequeños.

No es tanto un espectáculo sino una buena fiesta para las orejas, para la cultura musical, y familiar, porque es muy importante que la familia escuche un buen concierto, con altísima calidad y regrese. Cada familia tiene su historia y su música. Los niños necesitan acercarse a la música del mundo, la musicalidad es importante para abrirse.

Los conciertos son este sábado a las 17 horas y el domingo a las 12 horas en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario (avenida Insurgentes Sur 3000).