Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 9 de octubre de 2011 Num: 866

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

El sexenio sangriento
Amalia Rivera entrevista
con James D. Cockcroft

El documental, ventana
de ventanas

Jaimeduardo García entrevista
con Raúl Fajardo

Diálogos entre Joyce, Boulez, Berio y Cage
Carlos Pineda

Daniel Sada: el resto
es coser y cantar

José María Espinasa

Fraternidad, la idea olvidada de Occidente
Fabrizio Andreella

La piel de la palabra
Luis Rafael Sánchez

Leer

Columnas:
Jornada de Poesía
Juan Domingo Argüelles

Paso a Retirarme
Ana García Bergua

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

La Jornada Virtual
Naief Yehya

A Lápiz
Enrique López Aguilar

Artes Visuales
Germaine Gómez Haro

Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
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Germaine Gómez Haro

Miquel Barceló en el cine

Miquel Barceló (Felanitx, Mallorca, 1957) es uno de los creadores contemporáneos de mayor reconocimiento internacional. Desde los inicios de su carrera hacia fines de los años setenta, se ha abocado a la experimentación técnica y formal en pinturas monumentales profusas de carga matérica, en las que destella un desafiante repertorio cromático y un enigmático corpus iconográfico provenientes tanto de su herencia mediterránea como de sus largas estadías en diversos países africanos, entre ellos Burkina Faso, Níger, Costa de Marfil, y principalmente el País Dogón (Malí), donde desde hace muchos años pasa largas temporadas. En tiempos recientes fue comisionado para realizar dos trabajos colosales que supusieron un reto sin precedentes: la intervención de la Capella de Sant Pere en la Catedral de Palma de Mallorca (2007), en la que realizó murales cerámicos que cubren todas las paredes del edificio y las tallas en piedra de los elementos litúrgicos, y la decoración en pintura de una inmensa cúpula en el Palacio de las Naciones Unidas en Ginebra (2008). Actualmente Barceló es el artista vivo más cotizado en el mercado en España. En 2006 realizó para el Festival d’Avignon un singular performance en colaboración con el bailarín y coreógrafo Josef Nadj titulado Paso doble, ideado a partir de una fantasía del bailarín: “Quisiera entrar a uno de tus cuadros”, comentó, y en complicidad dejaron volar la imaginación y crearon ante el público una especie de tableau vivant, en el que literalmente penetraban un gran bloque de barro rectangular que representaba el lienzo y ambos se iban convirtiendo en parte integral de la obra ejecutada con arcilla fresca y pintura blanca. Esta representación, que se llevó a cabo en diversos escenarios a lo largo de varios años, fue filmada durante su última función en lo alto del acantilado de Bandiagara (Malí) por el realizador también español Isaki Lacuesta, y dio lugar al documental El cuaderno de barro y al largometraje Los pasos dobles, extraordinarios filmes que tuve la oportunidad de ver en el reciente Festival de Cine de San Sebastián en el que, entre opiniones encontradas, el largometraje se llevó la Concha de Oro por la mejor película. Ambos filmes fueron rodados en el País Dogón con la participación y colaboración de Miquel Barceló, quien en el primero aparece como protagonista y, en el segundo, como “guía espiritual” de una ficción inspirada en la vida del pintor y escritor francés François Augiéras (1925-1971).

En El cuaderno de barro Barceló muestra por primera vez su estudio africano y nos da la oportunidad de percibir de dónde proviene esa atmósfera lúdica, fresca y onírica que permea todo su trabajo. La arquitectura de barro de la región, el colorido y gracia genuina de las vestimentas de su gente, las rocas texturadas de las cuevas y fallas, los esculturales baobabs, en fin, una belleza natural indescriptible que Barceló capta en sus pinturas a partir de la mezcla de tierras, barro y pigmentos naturales de la región. Se le ve trazar a un ritmo melodioso sus delirantes formas acuosas en sus cuadernos de apuntes, y jugar con el azar exponiendo sus obras en papel a la destrucción de las termitas para después recrear en ellas imágenes inesperadas. El documental registra todo el proceso de montaje y filmación del performance realizado en homenaje a los habitantes de la región de Sangha, quienes, a decir del artista, son el público más puro que ha encontrado. Fue al atardecer, utilizando la puesta de sol como única escenografía, cuando Barceló y Nadj moldearon con las manos llenas de barro y sirviéndose de puñetazos, gestos y rasgaduras, formas orgánicas que el pintor dice haber aprendido ahí, entre sus amados dogoneses que ya forman parte de su historia y de su obra.

En Los pasos dobles Isaki Lacuesta ha fusionado los mundos de Barceló y François Augiéras en una ficción biográfica de este último, cuya vida de aventurero y revolucionario –también apasionado por esta región de África– ha intrigado al mallorquín por el misterio y los mitos que encierra. Se dice que, en un acto de rebeldía, enterró sus pinturas en un búnker en el desierto para que fueran descubiertas por los “hombres del siglo XXI”, fantasía o realidad que encanta a Barceló y que propicia esta aventura fílmica que Lacuesta realiza en un tono surrealista que, desde mi punto de vista, refleja magistralmente el alma viva del País Dogón. Así, el arte de Miquel Barceló y la imaginación desbordada de Lacuesta se funden en dos filmes hermosos, sugerentes, de una alta dimensión poética.