Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 11 de septiembre de 2011 Num: 862

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Bitácora Bifronte
Jair Cortés

Dos narradores

La desaparición de
las humanidades

Gabriel Vargas Lozano

En Washington se
habla inglés

Hjalmar Flax

Una historia de Trotski
Paulina Tercero entrevista
con Leonardo Padura

Borges: la inmortalidad como destino
Carlos Yusti

Cantinflas, sinsentido popular y sinsentido culto
Ricardo Bada

Cantinflas: los orígenes
de la carpa

Carlos Bonfil

Leer

Columnas:
Jornada de Poesía
Juan Domingo Argüelles

Paso a Retirarme
Ana García Bergua

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

La Jornada Virtual
Naief Yehya

A Lápiz
Enrique López Aguilar

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Juan Domingo Argüelles

La poesía española de la segunda mitad del siglo XX

Dividida en cinco partes (Generación del 50; Generación intermedia; Novísimos; Poesía de la experiencia, y Otras poéticas), la Antología de la poesía española en la segunda mitad del siglo XX (México, UNAM, 2011, colección Poemas y Ensayos) ofrece un panorama amplio y a la vez compacto de la lírica española contemporánea, y aunque existen antologías generales de la poesía española y algunas muestras generacionales específicas, éstas no resultan muy accesibles al público lector mexicano, por lo cual es un acierto contar con una recopilación de estas características.

Álvaro Salvador y Érika Martínez han realizado un trabajo notable de lectura que tiene como propósito incluir los poemas más destacados de los autores antologados en esta selección. En el esclarecedor e informado texto introductorio, Salvador advierte que la poesía de los cincuenta en España “nace como una poesía directa y comunicativa, heredera en cierto modo de los grandes poetas de la promoción anterior, la social, aunque más tarde, a partir sobre todo de la década de los sesenta, irá evolucionando hacia posiciones más complejas y hacia una comprensión de la poesía más cercana al ‘conocimiento’ que a la ‘comunicación’”.

Los alcances de esta Antología son amplios y a la vez precisos, porque más que la cantidad se ha priorizado la calidad. Los poetas antologados están incluidos con sus textos más representativos sin que prive tampoco un principio cronológico. Se trata de dar al lector un libro que recoja algo de lo más selecto de la poesía española contemporánea.

Cabe destacar que algunos de estos poetas no son del todo conocidos en México, aunque posean un prestigio y una calidad fuera de toda duda en su país. Entre los casi setenta autores, el lector mexicano tiene un conocimiento relativo de, por ejemplo, José Manuel Caballero Bonald, Ángel González, José Agustín Goytisolo, Claudio Rodríguez, José Ángel Valente, Ángel Crespo, Félix Grande, Antonio Colinas, Pere Gimferrer, Luis Antonio de Villena, Luis Alberto de Cuenca, Luis García Montero y Eloy Sánchez Rosillo, pero no así de la mayoría de los antologados, entre los que se cuentan muchos que ya poseen una obra poética reconocida.

Álvaro Salvador ofrece un repaso histórico muy útil de la poesía española de la segunda mitad del siglo XX, identificando y caracterizando las estéticas y búsquedas generacionales, y brindando a los lectores una información sintética de los poetas más importantes de este amplio período literario. Con conocimiento del tema y buen ejercicio crítico, los antólogos sitúan en su justa dimensión la relevancia de las aportaciones líricas de estos autores en el ámbito de la poesía española ya consolidada o bien en proceso de maduración.

Resulta claro que un libro con estas características constituye, para el lector mexicano, una excelente introducción a un fragmento significativo de la poesía española escrita después de figuras como las de Luis Rosales, Gabriel Celaya, Juan Eduardo Cirlot, Blas de Otero y José Hierro, que pertenecen a las generaciones inmediatamente anteriores a las incluidas en esta Antología. Quizá la única ausencia notable en esta muestra poética sea la de Antonio Gamoneda (1931), Premio Cervantes en 2006, y uno de los poetas más sólidos en la segunda mitad del siglo XX español.

Las otras ausencias notables no se deben a los antólogos, pues, como explican, ellos hubieran querido incluir a Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma y Manuel Vázquez Montalbán, “sin embargo, las excesivas pretensiones económicas de la agencia que custodia sus derechos de autor lo ha hecho imposible”. Argumentan, razonablemente, Salvador y Martínez, que “esta antología se publica en una editorial universitaria que no tiene ningún ánimo de lucro sino sólo el de difundir la buena literatura entre lectores también universitarios”.

Lo que estas ausencias revelan, es muy importante decirlo, es la avidez, y yo diría aún más, la avilantez, cada vez más mercantilista de las agencias de derechos y de los herederos de los escritores que prefieren que las obras de los autores no se divulguen ni permanezcan vivas antes que rebajar sus altísimas e irracionales ganancias por obras que poseen prestigio pero que tampoco tienen demasiados lectores. No viven en la realidad ni mucho menos en la poesía: viven en la irrealidad del mundo más prosaico y avaricioso. De cualquier modo, pese a estas ausencias obligadas, la Antología de la poesía española en la segunda mitad del siglo XX posee un equilibrio que es digno de reconocerse en la representatividad y calidad de los autores y las obras seleccionadas, lo cual la convierte en una obra a la vez útil y placentera para cualquier lector interesado en la poesía y  no en el lucro.