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Retienen camión; exigen anular permisos de explotación fortestal

Aumenta peligro de violencia en los Chimalapas, advierten
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 5 de septiembre de 2011, p. 31

Oaxaca, Oax., 4 de septiembre. El Comité Nacional para la Defensa y Conservación de los Chimalapas (Ccndcch) informó que campesinos del núcleo agrario chiapaneco Gustavo Díaz Ordaz, en los bienes comunales de San Miguel Chimalapa, retuvieron un camión cargado con resina propiedad de comuneros de la congregación Benito Juárez, extraída de bosques de pino oaxaqueños como parte de un programa de manejo sustentable.

En una carta, el coordinador nacional del Cndcch, Luis Bustamante Valencia, y el regional, Miguel Ángel García Aguirre, advierten que esta provocación viola la tregua pactada en abril entre la comunidad zoque de San Miguel Chimalapa y los núcleos agrarios de origen chiapaneco.

Los chiapanecos se asentaron de manera ilegal en la zona oriente de Los Chimalapas, territorio oaxaqueño que desde hace más de 50 años se ha adjudicado el gobierno de Chiapas, con apoyo tácito del federal.

La tregua se firmó en una reunión interinstitucional presidida por la Secretaría de Gobernación, en la que participaron funcionarios de los gobiernos de Oaxaca y Chiapas, de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, el 13 de abril en San Pedro Tapanatepec.

El Cndcch explicó que el conflicto actual se originó en 2009, cuando la Semarnat, sin consultar al gobierno de Oaxaca, otorgó permisos de aprovechamiento forestal a núcleos agrarios y supuestos pequeños propietarios de origen chiapaneco, asentados ilegalmente en tierras comunales de San Miguel y Santa María Chimalapa, en territorio oaxaqueño.

Acotó que hace más de 50 años empresas madereras, apoyadas por el gobierno de Chiapas y con aval del gobierno federal, ocuparon parte de las tierras comunales, donde instalaron 25 aserraderos con los cuales explotaron durante 27 años 100 mil hectáreas de bosques.

Además, dijo, madereros, ganaderos, latifundistas y narcotraficantes alentaron el conflicto Chiapas-Oaxaca y fundaron ejidos dentro de tierras comunales, con peones y trabajadores madereros, y actualmente trasladan a los territorios comunales a familias tzotziles de los Altos de Chiapas desplazadas por conflictos religiosos o por carencia de tierras.