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Muchas están fuera de control y siguen quemando llantas y otros materiales: expertos

Usan hornos ecológicos sólo 4% de ladrilleras en Querétaro
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 21 de agosto de 2011, p. 26

Querétaro, Qro., 20 de agosto. De 450 ladrilleras que hay en la entidad, sólo 19, es decir, poco más de 4 por ciento, tienen hornos ecológicos MK2, con los que se reduce la contaminación y se evitan daños a la salud. Las otras 431 queman toda clase de materiales y muchas están fuera de control.

Desde 2005, especialistas de las universidades Nacional Autónoma de México y Autónoma de Querétaro examinaron el humo de las ladrilleras de San Nicolás, Tequisquiapan, e identificaron entre sus componentes los policloruros de bifenilo (askareles), incluidos por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambienteentre los 12 contaminantes más nocivos y cuyo uso fue prohibido en México en 1970.

Otra materia identificada fue la dioxina, que es poco o nada biodegradable y se acumula en suelos, sedimentos y tejidos orgánicos; pero las cientos de ladrilleras también distribuidas en los municipios de San Juan del Río, El Marqués y Querétaro no se incluyeron en la muestra, y se desconocen el volumen y composición de sus tóxicos.

Sergio Tapia Medina, subsecretario del Medio Ambiente de la Secretaría de Desarrollo Sustentable del estado (Sedesu), dijo desconocer el dato de los askareles y dioxinas, pero advirtió que aún se queman residuos peligrosos y algunos ladrilleros usan cualquier cosa, por lo cual se planea subsidiar el combustóleo –que es menos nocivo– a fin de que lo usen como materia prima.

El funcionario añadió que se informa a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente de casos peligrosos y se trabaja para que los ladrilleros cambien técnicas e incluso abandonen el oficio.

Los ladrilleros de la familia Márquez, cuyo horno es uno de los 20 que operan en la comunidad La Solana de la delegación municipal de Santa Rosa Jáuregui, dicen que su instalación fue la primera que revisaron las autoridades hace casi 10 años y pasó todas las pruebas, pero debieron cambiar de materia prima y en vez de llantas ahora usan aceite quemado (ya no 10 sino sólo dos tambos), aparte de más lecha y aserrín, por lo cual ya no emiten humo negro sino blanco.

Sobre la intención de las autoridades de hacerles cambiar su actividad, los Márquez aseguran: Sólo quieren amolarnos pues un horno ecológico cuesta cien mil pesos que no podemos pagar, y este es el trabajo que aprendimos desde niños.

En la comunidad La Solana de Querétaro, Ernesto y Mario Márquez primero hacen los adobes de lodo y los ponen a secar 15 o 20 días. Ya tienen listas 15 mil piezas y venderán en mil 500 pesos el millar, tras hornearlos durante 20 horas a 3600 grados centígrados, con estiércol, aserrín y aceite quemado.