Éste es un poema de indios

Anita Enddrezze

Un reportero dijo
que mi último libro no tenía
un poema de indios.

Que sólo tenía poemas de amor y pérdida,
de la vida, meditaciones sobre el espíritu
y la materia. Ya sabes,

esas cosas de las que se supone
que los indios no piensan.
Él dijo

que yo no sonaba india
al teléfono.
¿Cómo suena una india?

En maya, la fruta es “el ojo del árbol”,
una puerta es la “boca” de la casa,
los pulgares son las madres

de las manos. Hubo un tiempo
en que se hablaban 2000 lenguas diferentes.
Los aztecas se llamaban a sí mismos: gente

que se explica
y habla con claridad. Nosotros
somos todavía esa gente.

Puede que hablemos inglés o castellano,
o hupa, navajo, apache, yaqui,
cree, arapaho, hidatsa, dakota,

francés, salish, miwok, modoc,
inuit, nootka, náhuatl, pomo,
chumashan o mohawk.

Las lenguas antiguas usaban metáforas:
se invocaba a un pez pequeño y resbaladizo
en el canto por un buen parto.

Las palabras creaban la experiencia.
Como este poema. Como las hebras de colores
que los incas trenzaban para contar historias.

Un profesor de la secundaria Lewis and Clark
me dijo que yo no me veía india.
¿Cómo se ven los indios?

Rechonchos, dijo, pequeños y feos.
El chofer de la grúa se negó
a llevarme a mí, a mi hijo de tres años,

y a mi abuela de ochenta,
al taller cuando se estropeó mi coche.
Los indios huelen, dijo.

Le rogué
hasta que gruñó bueno,
y nos brincamos a la grúa.

Me senté quietecita, avergonzada
de estar quietecita
cuando quería incrustar

las madres de mis manos
en sus ojos, y maldecirle
con gusanos en 2000 lenguas diferentes.

Soy bajita y a veces rechoncha.
Me puedo poner realmente fea. Uso mis palabras
como flechas. Soy un pequeño pez resbaladizo

que pare poemas.
Éste es un poema de indios
que no es sobre indios,

al final. Trata sobre
otra cosa.
Ya lo adivinarás.

Anita Endrezze, poeta yaqui por línea paterna, y madre esloveno-alemana, nació en California en 1952. También narradora oral, artista y maestra, ha publicado los libros Throwing Fire at the Sun, Water at the Moon, The Humming of Stars and Bees and Waves y At the Helm of Twilight. (Traducción del inglés: María Rivasés Moñux).