Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 10 de julio de 2011 Num: 853

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Bitácora Bifronte
Jair Cortés

Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova

Francisco González León, modernista a solas
Leonel Alvarado

La inercia del lenguaje
Ricardo Venegas entrevista
con Evodio Escalante

Migración en Europa: ningún ser humano es ilegal
Matteo Dean

La dictadura de la transparencia
Fabrizio Andreella

El poder de la música
Julio Mendívil

Leer

Columnas:
Galería
Rodolfo Alonso

Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

Corporal
Manuel Stephens

Mentiras Transparentes
Felipe Garrido

Al Vuelo
Rogelio Guedea

La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain

Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
Núm. anteriores
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Felipe Garrido

Compadres

La puerta se abrió brúscamente. Allí estaba el militar que había visto en la cantina. Traía un revólver. Me miró parpadeando malignamente.

–Soy el teniente Ángel Bedoya –anunció–. Vine a matarlo.

–Siéntese –le contesté con cortesía. Le ofrecí un cigarro.

Estaba totalmente borracho. Se quitó el sombrero, acercó una silla, sacó otra pistola y puso las dos sobre la mesa. –Lo que no sé es cuál debo usar.

–Dispénseme –le dije–, pero parecen anticuadas.

–Es verdad –contestó, suspirando con tristeza. Debí haber traído mi automática nueva. Mil perdones, señor.

Suspiró y apuntó a mi pecho. De pronto fijó la vista en la mesa.

–¿Qué es eso?

–Un reloj.

Le mostré cómo ponérselo. Fue bajando las pistolas.

–¡Ah! –suspiró. ¡Qué bonito!

–Es de usted –le dije. Lo miró encantado. Lo puse en su mano. Ceremonioso, lo ajustó a su muñeca velluda. Se levantó radiante. Las armas cayeron al suelo. Me echó los brazos al cuello.

–¡Ah, compadre! –me dijo llorando.