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La transacción, a contracorriente de lo que ocurre en el mercado: Jaime Labastida

Siglo XXI se extiende hacia España; compra Editorial Biblioteca Nueva

Los accionistas del grupo, que cumple 45 años, los peores capitalistas del mundo: reinvierten todo

Somos una empresa, pero nos mueve también el romanticismo de la cultura y la lectura

 
Periódico La Jornada
Lunes 27 de junio de 2011, p. 9

No nos comimos ningún pez chico, ataja el director general de Siglo XXI, el poeta y filósofo Jaime Labastida, al referirse a la reciente compra que, en el contexto del 45 aniversario de su fundación, esa editorial mexicana hizo de la firma española Grupo Editorial Biblioteca Nueva

La transacción es considerada atípica en el medio editorial iberoamericano, pues la tendencia es que sean las empresas españolas las que hacen las adquisiciones y, a decir del ex presidente de Biblioteca Nueva, Antonio Roche, se trata de un acto de compromiso social.

De esa manera, explica el editor español, queda garantizada la continuidad del proyecto intelectual y empresarial que hay detrás de ese sello, fundado hace 115 años, cuyo catálogo está enfocado principalmente al pensamiento político, la filosofía, la historia, la sicología, el sicoanálisis y la educación.

Definitivamente, no me hubiera casado con otro proyecto que no fuera el de Siglo XXI, además de que hay muy pocos de su tipo, sostiene en entrevista con La Jornada.

Todo proyecto de esta naturaleza necesita cooperación en el sesgo cultural, que es lo fundamental, pero no debemos olvidar que detrás de esto hay también un proyecto empresarial, y un buen empresario debe darle continuidad a su proyecto.

Coincidencia de principios: Roche

De visita en México, adonde vino a una reunión de consejo del Grupo Siglo XXI y el festejo por los 45 años del sello mexicano, Antonio Roche explica que un factor fundamental para aceptar la propuesta de compra fue la coincidencia de principios y perfiles que comparten ambas casas editoras.

Tenía que pensar que mi negocio tuviera continuidad. A lo largo de mi vida profesional he trabajado en algún grupo importante de lengua española y he visto los defectos e inconvenientes de este tipo de operaciones entre las empresas, indica.

Algunas respetan los proyectos de las editoriales que han anexado, pero otras de plano los anulan, han destrozado catálogos editoriales de mucho prestigio.

Con sede en Madrid, el Grupo Editorial Biblioteca Nueva incluye a su vez a Minerva Ediciones, Salto de Página y Atlántida Grupo Editor, con lo cual Siglo XXI duplica su oferta editorial a unos 5 mil títulos y se amplían las posibilidades de difusión de autores en ambos lados del Atlántico.

A lo anterior debe sumarse Siglo XXI Argentina, reabierta hace un decenio luego del cierre empujado por la dictadura en ese país, además de que el grupo mexicano está también por adquirir en unos días la Editorial Antro-phos, con sede en Barcelona.

De esa manera, Siglo XXI tendrá pie en las cuatro capitales editoriales más importantes del mundo de habla hispana: Buenos Aires, México, Madrid y Barcelona, destaca por su parte, asimismo en entrevista, Jaime Labastida, quien ha estado al frente de esa casa editorial desde 1990.

–Esta adquisición va a contracorriente de lo que ocurre en el mercado editorial hispanoamericano, en el que los grandes grupos están en España.

–Son conceptos distintos. Esos grandes grupos tienen un concepto diferente: ellos se mueven en un ámbito más amplio. Nosotros somos una editorial básicamente de carácter intelectual, académica, dedicada a las ciencias sociales, las humanidades, la literatura. Tenemos otro perfil, no nos mueve el afán de que cada libro tenga por sí solo una repercusión económica.

Foto
El ex presidente de Biblioteca Nueva, Antonio Roche, y Jaime Labastida en las instalaciones de la editorial Siglo XXIFoto José Antonio López

Malabares ante la crisis

“Desde luego es una industria y una empresa privada; entonces tenemos que vivir de las ventas. Debemos hacer buenos libros que le interesen al público, pero al mismo tiempo deben tener una alta calidad. No nos movemos en el terreno del libro de autoayuda, ni del bestseller.”

–¿Qué los mueve entonces?

–Aunque parezca extraño: el romanticismo de la cultura y la lectura. Los accionistas de Siglo XXI son los peores capitalistas del mundo, porque no hemos recibido un solo peso de dividendo en 45 años de existencia de la editorial. Todo se reinvierte y eso es lo que nos ha permitido mantenernos a flote e incluso poder tomar ahora esta decisión de poner un pie propio en España. Porque Siglo XXI en España no era nuestra, ni lo es.

–La posibilidad de extenderse, sin duda, da cuenta de la salud financiera y la consistencia editorial de Siglo XXI México.

–Hemos pasado por diversas etapas, una de ellas de carácter crítico, incluso al borde, sino es que en la quiebra, pero pudimos sortearlas haciendo malabares económicos y teniendo una administración sana. Eso es lo que nos ha permitido salir adelante.

“Hoy día veo empresas editoriales que quiebran o se quejan de las condiciones del mercado. En años recientes hemos tenido no sólo números negros, sino buenos resultados. Esto es lo que nos ha permitido emprender decisiones como la de ahora, extendernos hacia España.

Las editoriales adquiridas son muy semejantes a la nuestra, compartimos propósitos. Si uno revisa los respectivos catálogos hay autores comunes. La único diferente es Salto de Página, la cual está dedicada a la literatura alternativa.

–¿Cómo se traduce esta expansión de Siglo XXI, que permitirá?

–Lo más importante es ver el carácter panhispánico de las acciones de la editorial. Desde un principio tuvimos ese empeño, pero cuando, por desgracia, en América Latina comenzaron a brotar casi como hongos las dictaduras, la comunicación se suspendió, los mecanismos de distribución se atrofiaron y fue muy difícil restablecerlos.

“En fin, mil dificultades, y ahora con los modernos sistemas editoriales es muy sencillo contratar un libro en Argentina, España o México y reditarlo en cada uno de esos países, además de que la nueva tecnología abarata los costos. Esto es lo que nos va a permitir esa extensión, tener una amplitud mayor.

–La tendencia en el mundo empresarial son las fusiones, el pez grande se come al chico. ¿Cómo fue factible que una editorial con un campo tan determinado y en un país donde el índice de lectura es muy bajo haya logrado una adquisición como la ahora concretada?

–No nos hemos comido a ninguna editorial. El nuestro es un mercado fiel, estable. Lo importante del catálogo de Siglo XXI, en cualquiera de las tres casas, es que no apostamos a una sola primera edición, sino a tener libros que llamamos de catálogo, libros que estén de manera constante en la demanda del público.

Muchos de nuestros títulos tienen 10, 12 o incluso algunos hasta 30 ediciones, porque son libros que incluso se han convertido en clásicos. Y a eso apostamos: libros que no desaparecen del mercado tras una primera y muy fugaz edición. Claro que a veces nos hemos equivocado, pero obviamente tratamos de que eso no ocurra.