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El segundo rescate prometido por la eurozona y FMI está condicionado a más austeridad

Pide Grecia otros 155 mil mdd para evitar la bancarrota y contagio a toda la UE

Continúan las protestas contra planes de choque; convocan a paro general para los días 28 y 29

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Una pareja acampa como parte de la protesta de los indignados, convocada por medio de la red social Facebook contra planes de austeridad y que se realiza en la plaza Syntagma, en AtenasFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 25 de junio de 2011, p. 25

Bruselas, 24 de junio. Grecia pidió este viernes otros 110 mil millones de euros (aproximadamente 155 mil millones de dólares) para evitar la bancarrota y un contagio a toda la eurozona, después de que la Unión Europea (UE) le prometiera un segundo rescate, condicionado a que el Parlamento griego apruebe la semana próxima un plan de austeridad rechazado por la oposición y por la sociedad.

Hablamos de montos muy, muy importantes para la nueva ayuda, la segunda en un año que Atenas pide a sus socios de la zona euro y al Fondo Monetario Internacional (FMI), declaró el primer ministro griego, George Papandreou, tras una cumbre de la UE en Bruselas dominada por la crisis del país heleno, cuya deuda que asciende a 150 por ciento de su producto interno bruto (PIB).

Todavía es demasiado pronto para dar una suma precisa pero se habla de un monto similar al primer programa de préstamos, que ascendió a 110 mil millones de euros (unos 140 mil millones de dólares de acuerdo al tipo de cambio de aquél entonces, y unos 155 mil millones al tipo actual) para un periodo de tres años, agregó Papandreou.

Los líderes de la UE conminaron a la unidad y al sentido de la responsabilidad de todos los partidos políticos que votarán el programa de recortes y privatizaciones, en medio de un paro general convocado para los días 28 y 29 en el país mediterráneo.

El gobierno socialista de Papandreou dispone de una ajustada mayoría parlamentaria, de 155 escaños sobre 300, y, según sus compromisos ante sus acreedores internacionales, no puede fracasar en la votación, pues de hacerlo se encaminaría a la bancarrota, lo que amenaza con arrastrar a otros países con problemas financieros en la eurozona como España, o Italia, una hecatombe que impactaría en el sistema financiero mundial.

En cambio, si Atenas supera el voto, los europeos se reunirán el 3 de julio para desbloquear la próxima partida de 12 mil millones de euros previstos en el primer rescate, financiado con préstamos del FMI y de la eurozona, y definirán el segundo.

Con el fin de evitar volver a cargar el coste de la ayuda únicamente sobre el contribuyente, Alemania impuso la participación voluntaria del sector privado en el futuro plan.

Las negociaciones entre gobiernos y los acreedores privados arrancaron esta semana y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, indicó hoy que los bancos de su país, los más expuestos a la deuda griega, están dispuestos a contribuir en un segundo rescate.

La idea es que los tenedores privados de deuda griega acepten prorrogar los vencimientos de sus bonos con tal de evitar la bancarrota.

El costo de asegurar la deuda griega contra el impago aumentaba por las dudas de la aprobación del nuevo plan de austeridad que será votado la próxima semana. Los bonos a cinco años subieron durante el viernes 32 puntos básicos, a 2 mil 55 puntos, esto significa que el costo de asegurar 10 millones de deuda griega aumenta a 2 mil 55 millones de euros.

El desenlace de la crisis griega mantiene en vilo al sistema financiero mundial. Estados Unidos reclamó esta semana públicamente a la UE que actúe con determinación para evitar una nueva crisis planetaria.

Gran Bretaña expresó también su inquietud este viernes. Un fracaso de los europeos frente a la crisis griega produciría una pérdida de confianza generalizada, advirtió el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King. El riesgo más serio y más inmediato para el sistema bancario británico es la crisis de la deuda, que se agrava en ciertos países de la zona euro, añadió.

La incertidumbre por la aprobación del nuevo plan de austeridad en el Parlamento griego también afectó al euro, que se hundió a un mínimo de sesión contra el dólar, así la moneda común cayó 0.5 por ciento durante la jornada a 1.4187 dólares, tras descender hasta un mínimo de 1.4180 según datos de Reuters.