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Bielorrusia clama por ayuda económica
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 6 de junio de 2011, p. 29

Moscú, 5 de junio. Con el agua al cuello, el gobierno de Bielorrusia solicitó in extremis ayuda a sus vecinos postsoviéticos, encabezados por Rusia, y al Fondo Monetario Internacional (FMI), dispuesto de palabra a hacer concesiones que los acreedores no tienen la certeza de que vaya a cumplir.

Pero el presidente Aleksandr Lukashenko, obligado hace poco a devaluar su moneda de golpe en casi 60 por ciento, provocó tal crisis económica que, desde la óptica de los prestamistas foráneos, vale la pena correr el riesgo.

Por lo pronto, se anunció este fin de semana que los miembros de la Comunidad Económica Euroasiática (CEEa) –formada por Rusia y otras cuatro repúblicas de la antigua Unión Soviética– accedieron a conceder a Bielorrusia, de su fondo anticrisis, un crédito de rescate por 3 mil millones de dólares.

El dinero será entregado por partes –el primer año, una semana después de suscrito el acuerdo, mil 200 millones; 800 millones el segundo año; y otros mil, el tercero–, en el entendido de que Bielorrusia, a cambio, se compromete a llevar a cabo un amplio programa de privatización, del orden de 2 mil 500 millones de dólares por año durante el mismo trienio.

Aunque 7 mil 500 millones de dólares en tres años parece un duro golpe a Lukashenko –defensor de la economía planificada y de los subsidios populistas–, en realidad el sector público de Bielorrusia alcanza casi 80 por ciento.

Qué ofrecer cómo garantía

El problema es otro: qué activos ofrecer a Rusia y socios como garantía del crédito.

En este sentido, aún no es claro si el Kremlin conseguirá por fin el control sobre Beltransgaz, el sistema de gasoductos en territorio bielorruso cuyo 50 por ciento ya posee el consorcio ruso Gazprom. Ni siquiera se cree que vaya a cumplir la promesa de privatizar los 2 mil 500 millones por año.

“(…) algunos políticos en el extranjero ya se están formando porque, dicen, Lukansenhko empezará pronto a vender los activos de las empresas más rentables. Hasta les pusieron precio: 7 mil 500 millones de dólares. No pienso vender ni un solo activo por ese precio”, afirmó el presidente de Bielorrusia.

Aleksei Kudrin, vicepremier y ministro de finanzas de Rusia, reiteró que la negativa de Bielorrusia a privatizar pone en entredicho la concesión del crédito de la Comunidad Económica Euroasiática.

La víspera de que Rusia diera luz verde a los otros miembros de la CEEa, Lukasehnko movio ficha y pidió al Fondo Monetario Internacional un nuevo crédito de estabilización, según un comunicado oficial que no precisa el monto.

El FMI ya envió una misión a Minsk para establecer las medidas que el gobierno y el Banco Central bielorrusos deberán adoptar para obtener el empréstito, que extraoficialmente va de un mínimo de 3 mil millones a un máximo de 8 mil millones de dólares.

Bielorrusia ya recibió –entre enero de 2009 y abril de 2010– un crédito de contingencia del FMI por 3 mil 600 millones de dólares.