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Señala abogado versiones de prensa que contradicen al certificado de defunción

Entablan acción judicial para esclarecer cómo falleció el poeta Pablo Neruda

El Partido Comunista de Chile interpone querella; se trata de un deber moral ineludible, dice el diputado Guillermo Teillier

Pinochet ordenó su muerte, afirma chofer del premio Nobel

Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de junio de 2011, p. 5

Santiago, 31 de mayo. El Partido Comunista de Chile (PCCh) presentó este martes una querella ante la posibilidad de que el poeta Pablo Neruda haya sido asesinado, por existir dudas sobre su deceso, ocurrido pocos días después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973.

Con este motivo, hasta el Palacio de Tribunales llegaron los principales dirigentes de la colectividad de izquierda y representantes de organizaciones de derechos humanos para entablar la acción judicial y esclarecer en los tribunales las circunstancias de la muerte del premio Nobel de Literatura, ocurrida el 23 de septiembre de 1973.

Según el diputado Guillermo Teillier, lo único que quiero decir es que el Partido Comunista de Chile se hace plenamente responsable de este acto, pensamos que es un deber moral ineludible, presentar esta denuncia.

El también presidente del PCCh agregó que esto, además, está dentro de un cuadro que se ha presentado en el país en este último tiempo en que se han empezado a aclarar muertes que parecía que habrían sufrido un modo y en realidad sucedieron de otro, como las muertes de Salvador Allende, Eduardo Frei Montalva y José Tohá.

Según Teillier, hay antecedentes aportados por uno de los auxiliares y chofer de Neruda, que apuntan a que una inyección en el estómago aplicada un día antes de su muerte en la Clínica Santa María habría incidido en el fallecimiento del poeta.

El testimonio de Manuel Araya

En esa clínica, en ese entonces el establecimiento privado de salud más importante de Santiago, actuaba una unidad de la policía secreta Dina, autora de miles de asesinatos y que encabezaban tres médicos militares que respondían directamente a las órdenes de Manuel Contreras, jefe de ese siniestro servicio.

La acción judicial fue presentada ante el magistrado con dedicación exclusiva, Mario Carroza, quien actualmente indaga todas aquellas causas relacionadas con muertes producidas durante el régimen militar que no fueron aclaradas judicialmente.

El abogado y quien fuera diputado comunista, Eduardo Contreras señaló que solicitan una investigación sobre todo luego de nuevos antecedentes aportados por el chofer del poeta, Manuel Araya, quien afirmó que la muerte de Neruda fue por intervención de agentes del gobierno militar.

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Pablo Neruda en la isla de Capri, Italia, en imagen de 1952Foto Ap

Al testimonio del compañero Manuel Araya se suma la declaración de varias personas, entre ellas el ex embajador de México en Chile, Gonzalo Martínez Corbalá, que estuvieron con Neruda el día anterior a su muerte y vieron que él podía conversar tranquilamente, caminó por la pieza, intercambiaron opiniones políticas, describió qué objetos personales quería llevar en su viaje a México, expresó du-das de irse del país pues dijo que quería compartir la suerte de su pueblo, afirmó el abogado.

No murió de cáncer de próstata

Eduardo Contreras sostuvo además que “versiones de prensa de la época indican que al poeta la tarde del domingo 23 se le inoculó una sustancia calmante la que le produjo un shock y un paro cardiaco, lo que desmiente el certificado de defunción que habla de un estado de coma producto del cáncer de próstata terminal”.

Araya, asistente personal y chofer del poeta, aseveró que Neruda no murió de cáncer de próstata, sino que fue asesinado con una inyección para que no se exiliara y se convirtiera en un importante opositor al régimen de Augusto Pinochet.

El entonces chofer de Neruda lamentó que la fundación que administra la obra del poeta no apoye su testimonio. La fundación mantiene una marcada distancia con el partido de Neruda.

No existe evidencia alguna ni pruebas de ninguna naturaleza que indiquen que Pablo Neruda haya muerto por una causa distinta del cáncer avanzado que lo aquejaba desde hacía tiempo, señaló Darío Oses, jefe de la biblioteca de la Fundación Neruda.

Araya cree que fue el propio Pinochet quien ordenó la muerte del poeta chileno, porque no le convenía que se fuera a México.

Pablo Neruda era un peso muy grande en el mundo. Él quería llamar a los intelectuales y a los presidentes del mundo para que lo ayudaran a devolverle la democracia al país, insistió.