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Investigadoras: 45% de los votantes consideran una tradición que el tricolor gane

La oposición enfrentará en Hidalgo a la fortalecida maquinaria clientelar del PRI
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 30 de mayo de 2011, p. 36

Pachuca, Hgo., 29 de mayo. Al concluir este viernes el periodo de registro de planillas de candidatos a los 84 ayuntamientos en disputa, los siete partidos registrados y sus coaliciones (PAN, PRI, PRD, PT, Verde, Nueva Alianza y Convergencia) entraron de lleno en la etapa de campañas, que concluirán el miércoles 29 de junio, tres días antes de las votaciones.

El proceso que finalizará con la elección del 3 de julio está precedido de un abstencionismo de 51.8 por ciento en los comicios del 4 de julio del 2010, así como de un apretado e impugnado triunfo del actual gobernador, Francisco Olvera Ruiz, candidato de la alianza Unidos Contigo (formada por los partidos Revolucionario Institucional, Nueva Alianza y Verde Ecologista de México) sobre Xóchitl Gálvez, abanderada de Hidalgo nos Une, coalición que integraron los partidos de la Revolución Democrática, Acción Nacional y Convergencia.

Los principales partidos de oposición (PAN, PRD, Convergencia y Partido de Trabajo) enfrentarán la histórica hegemonía priísta que, según las investigadoras Aidé Hernández García y Josefina Hernández Téllez –politólogas de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH)–, se cimenta, más que en el control de los medios de comunicación locales, en una maquinaria corporativa, clientelar y populista, envuelta en un discurso de modernidad que se yuxtapone con la pobreza que afecta a 56 por ciento de la población, según estimaciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.

Con base en las encuestas realizadas a 400 ciudadanos con credencial de elector antes de las elecciones de julio de 2010, las académicas concluyen que 45 por ciento de los votantes piensan que el PRI gana los comicios por tradición; 19 por ciento porque creen que así conservarán despensas y otros apoyos económicos del gobierno estatal; 19 por ciento porque lo considera un buen partido, y 8 por ciento supone que así la gente conserva su empleo.

Datos del Instituto Estatal Electoral revelan que la fuerza de la oposición ha ido a la baja después del efecto que tuvieron Vicente Fox y Andrés Manuel López Obrador, cuyo empuje se vio reflejado en las urnas en las elecciones municipales de 2002 y 2005, respectivamente, cuando PAN y PRD arrebataron al tricolor más ayuntamientos que nunca. En 2002 PAN y PRD obtuvieron 23 y 18 alcaldías, respectivamente, y en 2005 el sol azteca ganó 24 y el blanquiazul, 18.

La tendencia se revirtió en 2008, cuando el PRI, de la mano de Nueva Alianza, se hizo de 37 ayuntamientos más 16 con fórmula propia. El PRD se quedó con 14; el PAN, con nueve; el PVEM, aliado de los priístas, seis, y uno para Nueva Alianza.

Las politólogas encontraron que el voto corporativo-clientelar del PRI es superior a las adhesiones que logran PAN y PRD, debido al desinterés que existe por los procesos electorales.

Cuarenta y cuatro por ciento de los hidalguenses manifestó que nunca discute sobre las campañas; 46 por ciento dijo tener casi nada o nada de interés por los procesos políticos y solamente 10 por ciento afirmó tener mucho interés. Además, 21 por ciento de los encuestados asocia las contiendas políticas con fraude electoral; 15 por ciento, con acarreo y 11 por ciento con despensas.

En la investigación se destaca que el voto duro del PRI responde a tres razones: identificación partidaria por tradición y costumbre familiar, clientelismo y obtención de beneficios por medio de programas asistenciales.

Cuando se pregunta a los encuestados ¿con qué partido se identifica más?, 37 por ciento respondió que con el PRI; 14 por ciento, con el PAN y 8 por ciento con el PRD.

De los que dijeron identificarse con el PRI, 32 por ciento reconocieron que es por conservar su trabajo, pues ese partido les ha hecho creer que una derrota los condenaría al desempleo. El sector gubernamental genera 6.6 por ciento de los puestos de trabajo en la entidad.

Treinta por ciento afirmaron sentir cercanía con el PRI debido a sus propuestas y el 29 por ciento restante por tradición familiar y porque el partido ayuda a la gente con despensas, becas, útiles y uniformes escolares, cobertores y desayunos.

Las investigadoras apuntan que otro elemento con el cual juega el PRI en Hidalgo es el espejismo de la modernización (confrontado al hecho de que la entidad se encuentra entre las seis más pobres del país), acentuado durante la administración de Miguel Ángel Osorio Chong, de ahí que 48 por ciento de los encuestados considere que la construcción de carreteras, avenidas y puentes vehiculares son las obras más importantes del gobierno en beneficio de los hidalguenses; 25 por ciento, que fueron las becas y despensas; 7%, la construcción de hospitales y centros de rehabilitación; 12% mencionaron otras acciones y sólo 8% manifestaron que nada.

Para las investigadoras, el voto corporativo y clientelar en favor del PRI será determinante en el resultado electoral, debido a los compromisos contraídos a cambio de becas y despensas. Al menos 32 por ciento de los encuestados reconocieron recibir los beneficios de un programa de asistencia social; 19 por ciento, de dos; 8 por ciento, de tres; 4 por ciento, de cuatro; 2 por ciento, de seis, y 35 por ciento dijo no recibir ayuda alguna.

A la pregunta ¿qué partido en Hidalgo cree que da más regalos, desayunos o dinero para que la gente vote por él?, 49 por ciento dijo que el PRI; 7 por ciento, el PAN, y otro 7 por ciento, el PRD.

No es casual que el gobierno de Francisco Olvera Ruiz anunciara, apenas protestó el cargo, su programa social estelar: Beneficios, Soluciones y Resultados, el cual engloba las acciones de combate a la pobreza. También dio a conocer, con el proceso electoral en marcha, un amplio programa de becas para egresados de universidades con el fin de convertirlos en docentes de educación media superior. A ello se suma la Banca de la Mujer, una promesa de campaña; el reforzamiento de la entrega de útiles y uniformes escolares, alimentos y abrigo, así como proyectos para la producción pesquera y forestales.

El gobernador Olvera manifestó en días recientes que su administración no suspendería en periodo electoral la entrega de beneficios de programas sociales; por el contrario, anunció que adelantaría los de junio y retrasaría los de julio para no generar suspicacias, y al firmar, el jueves 26 de mayo, el programa de blindaje electoral se comprometió con un proceso limpio, transparente, imparcial, equitativo y con estricto apego y respeto a la legalidad.

El PRI mantiene la gubernatura, 14 de las 30 diputaciones que, junto con las seis del Panal y una del Verde Ecologista, sus aliados, le aseguran el control absoluto de la 61 Legislatura estatal; además, gobierna en coalición con el Panal o solo 53 municipios, muchos más que los 14 del PRD y nueve del PAN.

El 3 de julio tres alianzas disputarán gran parte de los 84 ayuntamientos; Juntos por Hidalgo (PRI-Verde y Panal) van por 23; Hidalgo nos Une (PAN y PRD), por 50, y Poder con Rumbo, por 54.

En Pachuca, se enfrentarán la ex diputada federal panista con licencia Gloria Romero de Tellería, candidata de la coalición Hidalgo nos Une, y el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana en el estado, Eleazar García Sánchez, abanderado de Juntos por Hidalgo.