La Paz, 7 de abril. La Central Obrera Boliviana (COB) declaró este jueves una huelga general en demanda de mejores salarios, distanciándose del presidente Evo Morales a quien apoyó en los últimos cinco años, y en lo que el gobierno consideró una protesta con fines políticos, ya que los salarios fueron duplicados al reajustarse de acuerdo con la inflación.

Félix Rojas, ministro del Trabajo, calificó además de virulenta e injustificada la manifestación efectuada el miércoles en esta capital, que derivó en enfrentamientos, y criticó el uso de dinamita durante la movilización, al considerarlo perjudicial para los ciudadanos.

En declaraciones a medios de prensa, llamó a la COB a pensar más en el bienestar de la población en su conjunto y en dejar a un lado las individualidades.

Agencias informativas hablaron de una participación impredecible en la huelga, pero el ministro de Comunicación, Iván Canelas, aseguró que 90 por ciento de la población llevó a cabo sus labores como de costumbre.

La huelga general comenzó aparentemente débil, pero medios locales dijeron que en gran parte del país los sindicatos se preparaban para incorporarse progresivamente a la protesta, la segunda de carácter indefinido en los más de cinco años de gobierno del ex líder cocalero Morales.

El vicepresidente del país, Álvaro García Linera, afirmó que no hay una justificación legítima para la manifestación en demanda de mayores salarios. Recordó que el gobierno duplicó el sueldo mínimo en los últimos cinco años, en correspondencia con el comportamiento de los precios.

El miércoles anunciamos que íbamos a la huelga general y desde las cero horas de este jueves se declaró indefinida, dijo el líder de la COB, Pedro Montes, aliado de Evo Morales, según despachos radiales.

La huelga se mantendrá hasta que el gobierno conceda un aumento salarial mayor a 10 por ciento. Y en rechazo a los ministros insensibles de ahora en adelante exigimos dialogar sólo con el presidente, añadió el dirigente, quien parecía acorralado por la presión de sectores sindicales radicales.

El gobierno decretó hace un mes un aumento salarial de 10 por ciento para maestros, trabajadores de salud, militares y policías, tratando de compensar la inflación del año anterior, de 7.18 por ciento, pero la COB exigía que fuera de al menos 20 por ciento y llegue a todos los funcionarios públicos.

La entidad sindical consideraba también, según Montes, que las cifras oficiales de inflación, como el 3.89 por ciento en el primer trimestre de este año, están muy lejos de la realidad de alza descontrolada de precios.

El miércoles, cuando parecía ya inevitable la huelga general, García Linera denunció que la protesta era impulsada curiosamente por la oposición derechista y sectores marginales de izquierda radical.

Todos tienen derecho a un mejor salario, pero no a que hipotequemos la riqueza, sería una irresponsabilidad histórica aumentar los salarios como piden los sindicatos, afirmó.

Dijo que no se puede gastar lo poquito que se ha ahorrado, en referencia a las reservas internacionales netas que durante el mandato de Morales se han multiplicado por siete para llegar actualmente a casi 10 mil 500 millones de dólares.