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Sufrió una pérdida de 40% sobre el Ártico, según la Organización Metereológica Mundial

Reportan daño sin precedente a la capa de ozono en el invierno pasado

Mientras a nivel del suelo la región fue inusitadamente cálida, las temperaturas a una altura de 15 a 20 kilómetros sobre la superficie del planeta se desplomaron, explican especialistas

The Independent
Periódico La Jornada
Jueves 7 de abril de 2011, p. 2

La capa de ozono de la estratosfera, que protege a la Tierra de los nocivos rayos ultravioletas, fue dañada este invierno sobre el Ártico en una extensión no alcanzada hasta ahora.

La capa protectora, que puede ser destruida por reacciones con sustancias químicas industriales, sufrió una pérdida de alrededor de 40 por ciento desde el principio del invierno hasta finales de marzo, lo cual excede la anterior pérdida estacional, que fue de 30 por ciento, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El fenómeno es anual en el Antártico, donde, luego de su descubrimiento, en la década de 1980, se le llegó a conocer como el hoyo de ozono. Si bien los niveles de clorofluorocarbonos están decayendo, permanecen en la atmósfera durante tanto tiempo que seguirán causando disminución durante décadas bajo ciertas condiciones, en particular el intenso frío de la estratosfera.

Las condiciones del ozono en el Ártico varían más y las temperaturas son siempre más calurosas que sobre el Antártico, donde el hoyo de ozono se forma muy arriba en la estratosfera, cerca del Polo Sur, cada invierno y primavera. A causa de los cambios en el clima y la temperatura, algunos inviernos árticos casi no experimentan pérdida de ozono, pero otros con condiciones atmosféricas excepcionalmente frías pueden conducir a una reducción sustancial.

Eso ocurrió este invierno sobre el Ártico, porque mientras a nivel del suelo la región fue inusitadamente cálida, las temperaturas a una altura de 15 a 20 kilómetros sobre la superficie del planeta se desplomaron. Funcionarios de la OMM señalan que las pérdidas más recientes, que no tienen precedente, se detectaron en observaciones desde tierra y desde globos y satélites sobre el Ártico.

La estratosfera sobre el Ártico continúa siendo vulnerable a la destrucción de ozono causada por sustancias ligadas por actividades humanas, sostuvo el secretario general del organismo, Michel Jarraud.

La pérdida de ozono permite que más radiación ultravioleta del Sol penetre en la atmósfera, lo cual se ha vinculado con mayores índices de cáncer de piel, cataratas y daños al sistema inmune.

A finales de marzo, los vientos barrieron la zona de reducción de ozono situada sobre Groenlandia y Escandinavia, y la OMM advierte a los pobladores que presten atención a las alertas nacionales y las previsiones sobre niveles de ozono. Sin embargo, según uno de los principales expertos mundiales en la materia, John Pyle, profesor de química en la Universidad de Cambridge y codirector del Centro Nacional de Ciencia Astronómica del Reino Unido, es improbable que se causen perjuicios a los humanos porque la zona de reducción pronto se diluirá en la atmósfera.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya