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Hereafter, de Eastwood, una de ellas; tiene escenas no apropiadas, señala Warner

Retiran cintas de desastres en masa de las pantallas japonesas

Luego del terremoto y tsunami de marzo pasado, los estudios de Hollywood han pospuesto varios estrenos, como Sony’s Battle: Los Angeles y Sanctum; temen ofender al auditorio

Foto
Fotograma de Hereafter (Más allá de la vida)
The Independent
Periódico La Jornada
Martes 5 de abril de 2011, p. a10

Una huésped de un hotel de lujo en una playa asiática sale a caminar. Es un escenario idílico y hermoso, pero algo ominoso flota en el aire. De pronto, antes que ella o los vendedores callejeros puedan buscar refugio, un enorme tsunami se acerca, devorando todo a su paso.

Así empieza la reciente película de Clint Eastwood Hereafter. Es una apertura espectacular y sombría, que de manera inevitable se ha vuelto muy incómoda para algunos públicos ante los desastres del mes pasado.

Luego del terremoto y tsunami en Japón, los estudios de Hollywood han pospuesto el estreno de varias cintas que tienen imágenes de destrucción en masa, inundaciones o personas atrapadas.

Hereafter (que ya había sido estrenada) fue retirada con rapidez de los cines japoneses, pues Warner Brothers reconoció que ciertas escenas no eran apropiadas.

Otra película cuyo estreno se difirió fue Sony’s Battle: Los Angeles. En palabras de The New Yorker, se trata de una tranquila obra de cámara en la que nada ocurre fuera de que un colosal ejército de extraterrestres homicidas desciende en el mar frente a California, marcha hacia la playa, aniquila a todo ser humano a la vista y se pone a chupar toda el agua del planeta.

Los públicos japoneses tendrán que esperar para ver el drama de aventuras en tercera dimensión Sanctum, de Universal, filmado en Australia con James Cameron como productor ejecutivo, en el que un equipo de exploración de cavernas submarinas queda varado luego de una extraña tormenta tropical.

Es fácil ver por qué esas películas han sido retrasadas o retiradas de los cines. Exhibirlas ahora sería de mal gusto, insensible… y muy torpe desde el punto de vista de la taquilla potencial.

El enfoque de la industria fílmica tiene más en cuenta los ingresos que el sufrimiento del pueblo japonés, como se desprende de una nota en la revista especializada The Hollywood Reporter de marzo pasado, cuando el tsunami acababa de pasar: La buena noticia es que la exhibición en cines continuó más o menos en niveles razonables en las partes de Japón que no fueron afectadas por el terremoto.

Un aspecto irónico de la decisión de guardar esos filmes es que a los japoneses siempre les han gustado las películas de desastre. Sean adaptaciones manga, como Akira (que empieza con la destrucción de Tokio por una explosión nuclear), o cintas de monstruos como Godzilla, o aterradores filmes de la Yakuza, se puede sentir una resaca apocalíptica en casi todos los géneros japoneses.

Hay algo paradójico en la actitud de Hollywood con respecto a las películas de desastres: se realizan porque el público desea mirar hacia el abismo. Existe una clara demanda de esas cintas; aun así, los estudios temen llegar a ofender al auditorio.

Las películas de desastres han aumentado su participación en el mercado en los 50 o 60 años pasados, dejando atrás el segmento de bajo presupuesto. Destruí Washington, destruí el Puente Golden Gate, destruí Nueva York, solía alardear Ray Harryhausen, maestro de los efectos especiales, en referencia a los monstruos que soltó en películas de bajo presupuesto como The Beast From 20,000 Fathoms o It Came From Beneath the Sea.

Ahora, las películas de desastres parecen muy realistas, por lo cual es más difícil desecharlas como meras fantasías.

© The Indepenent

Traducción: Jorge Anaya