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Guerra a Libia

Fuerzas gubernamentales y rebeldes se disputan Brega y Misurata

Nuevo revés para Kadafi; renuncia Alí Triki, su consejero diplomático
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Voluntarios libios opositores al régimen reciben capacitación sobre el disparo de un mortero, en un campamento instalado en el bastión rebelde de BengasiFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de abril de 2011, p. 25

Trípoli, 3 de abril. Fuerzas gubernamentales y rebeldes libios se disputaron hoy el control de Brega, enclave petrolero, y de Misurata, solitario punto del oeste de Libia bajo control de los opositores, mientras el líder Muammar Kadafi recibió hoy un nuevo revés de sus colaboradores más cercanos con la renuncia de Alí Triki, su consejero diplomático y ex ministro de Relaciones Exteriores.

La lucha por el control de Brega, que comenzó hace una semana, puso nuevamente en duda la capacidad de los insurrectos para superar el poder de fuego del ejército gubernamental, que a su vez no ha podido expulsar totalmente a los opositores en Misurata, la tercera ciudad del país, considerada la puerta de acceso a Trípoli, la capital.

En medio de este aparente estancamiento militar, los rebeldes iniciaron una reorganización de sus filas y de la operación táctica, al tiempo que comenzaron a desplegar armas más pesadas.

En lo sucesivo, las columnas de los opositores estarán encabezadas por soldados desertores con experiencia y en la retaguardia estarán los voluntarios. A los periodistas no se les permitirá llegar hasta el frente de batalla, según despachos de agencias noticiosas internacionales.

La reorganización de los insurrectos ocurrió un día después de que un avión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) mató por error a 13 opositores el sábado, al final de una semana en la que prevaleció el debate sobre la dotación de armamento a los rebeldes.

El jueves la OTAN dejó abierta la posibilidad de autorizar el flujo de armas a los rebeldes, con el argumento de que la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas podría ser objeto de diferentes interpretaciones y de que no está claro que viole el mandato del organismo si les permite la entrega de armas.

El texto de la resolución del 17 de marzo pasado aprobó la intervención militar de la comunidad internacional –primero encabezada por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña y trasladada unilateralmente a la OTAN durante la semana– e impuso un embargo de armas y una zona de exclusión aérea a Libia, con la finalidad de proteger a los civiles.

Hasta ahora, los insurrectos dicen haberse abastecido con armamento que soldados abandonaron en cuarteles de la región este de Libia.

Durante la semana, la secretaria estadunidense de Estado, Hillary Clinton, se declaró en favor de armar a los antikadafistas, durante una conferencia internacional sobre Libia a la que fueron invitados representantes del Consejo Nacional de Transición establecido en la ciudad portuaria de Bengasi.

Según versión difundida hoy por la televisora Al Jazeera, los rebeldes recibieron un cargamento por barco de misiles Katiusha vía Egipto y, para instruirlos, fuerzas especiales estadunidenses y egipcias viajaron a la región este de Libia.

La Casa Blanca aseguró el jueves pasado que no se ha tomado una decisión sobre la dotación de armas a los opositores, mientras legisladores demócratas y republicanos se han mostrado favorables al plan.

Sin embargo, el representante demócrata Adam Smith, miembro del Comité de Servicios Armados, advirtió que antes de armar a los insurrectos es necesario conocer a los distintos grupos, puesto que la oposición no es homogénea.

De acuerdo con información de The New York Times del miércoles pasado, agentes de la CIA en Libia trabajan ya en la identificación de los grupos opositores y tratan de ubicar a líderes potenciales.

Días atrás, funcionarios de Estados Unidos y Gran Bretaña informaron de contactos con los insurrectos y el ministerio británico de Defensa reveló que al menos dos aeronaves de transporte militar aterrizaron en el este de Libia, aunque dijeron que su misión fue el rescate de extranjeros residentes en Bengasi.

En las guerras de Afganistán e Irak, la CIA armó por adelantado a los opositores con acciones encubiertas, según un despacho de la televisora CBS en Internet difundido el 31 de marzo.

La indefinición de objetivos en la guerra de Libia fue cuestionada por el ex secretario de Defensa en la presidencia de George W. Bush, Donald Rumsfeld, en una entrevista publicada por la revista alemana Der Spiegel, a la que declaró que mientras no esté claro que la alianza occidental quiere derrocar a Muammar Kadafi, los miembros del gobierno de éste y los militares seguirán vacilando si cambian o no de bando. Y cuanto más duden, mayor es la probabilidad de que muera más gente, advirtió el responsable de la invasión a Irak en 2003.

Por ahora, Alí Triki se convirtió hoy en El Cairo en el más reciente desertor del gobierno libio, tres días después de la renuncia del ministro de Relaciones Exteriores, Mussa Kussa.