Opinión
Ver día anteriorViernes 25 de marzo de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Penultimátum

Virtud del melodrama

C

uando la Benemérita Universidad Autónoma de Angangueo, Mich., le negó hace poco el doctorado honoris causa a don Juan Osorio, un grupo de académicos publicó una carta expresando su desacuerdo con dicha medida. Citaban los elevados servicios prestados a la cultura del país por el también llamado Maestro del Melodrama. La misiva no tuvo respuesta.

Por fortuna, el agravio lo borró la semana pasada el mismísimo secretario de Educación Pública, el licenciado, y también maestro, Alonso Lujambio. En emotiva ceremonia el funcionario reconoció la contribución de Osorio a la lucha contra el rezago educativo a través de las telenovelas. De paso, Lujambio reiteró lo que en público y en privado ha dicho siempre: que la televisión, la caja tonta (que Emilio El Tigre Azcárraga definió como el medio ideal para entretener a los jodidos), “puede también ser la caja más lista, el instrumento más poderoso para la educación de millones y millones de personas.

Si en la tarea de educar don Juan Osorio brilla en la caja idiota con luz propia, mucho más resplandece en su misión de unir al país a través del melodrama. Esfuerzo que, bueno es aclarar, paga el erario, la ciudadanía. Si no, baste recordar cómo con el patrocinio del gobierno de Chiapas grabó Mi pecado, con locaciones en San Cristóbal de las Casas y las lagunas de Montebello. Mientras, en Veracruz recreó escenas ya clásicas de Duelo de pasiones.

No podía faltar la telenovela grabada en el estado de México con el apoyo del gobierno de esa entidad: con Una familia con suerte don Juan promueve el turismo con una historia plena de originalidad: Pancho López, verdulero de profesión en el mercado de Jajalpa, distribuye su mercancía gracias a La Burra, su camioneta.

Otros educadores, como José El Güero Castro, también han obtenido apoyo financiero para sus historias. Como el que le dio el gobierno priísta de Zacatecas para la enésima versión de Teresa. Pero nadie tan audaz como Osorio a la hora del dinero.

Y a quien lo dude, le recordamos que el gobierno de Hidalgo respaldó plenamente grabar allí Soy tu dueña. Mediante convenio con Televisa, garantizó alimentación, hospedaje, transporte y combustible, asistencia médica, seguridad para la filmación, todo el apoyo logístico y hasta la rehabilitación de algunos edificios que se utilizarían en varios capítulos. En contraparte, los funcionarios de Hidalgo, encabezados por el gobernador, aparecerán en los anuncios promocionales de Soy tu dueña.

La máxima casa de estudios de Angangueo propondrá hoy que, en el patio central de la Secretaría de Educación Pública, al lado de las estatuas de don Justo Sierra y don José Vasconcelos, se coloque la de don Juan Osorio. Larga vida al nuevo apóstol de la enseñanza y los negocios.