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En Europa crece el interés por el quehacer de una generación de artistas mexicanos

Carlos Amorales mostró en Roma su estética híbrida y ultramoderna

Por primera vez, expuso en un solo sitio las instalaciones de Remix y un performance

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Uno de los trabajos de Carlos Amorales, artista que montó una muestra en el Palacio de las Exposiciones, en la capital de ItaliaFoto Claudio Abate
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Sábado 5 de marzo de 2011, p. 6

Roma. Una muestra con la obra de Carlos Amorales, que concluyó hace unos días en el Palacio de las Exposiciones en la capital italiana, es la punta del iceberg del creciente interés por una generación de artistas mexicanos –nacidos entre los años 60 y 70 del siglo pasado– que en poco tiempo han conquistado peldaños en el arte internacional.

Presentada en el contexto de la exposición Teotihuacán: la ciudad de los dioses, que fue vista por unas 70 mil personas, Emmanuele Emanuele, presidente de ese recinto, expresó: Me interesaba mostrar aquello que sucedió después de tan grande civilización. La obra de Amorales demuestra que el país sigue siendo vital y propositivo.

Amorales Remix se tituló la muestra formada por una mezcla de cinco instalaciones y un performance elaborados y expuestos en los pasados cinco años, pero por primera vez reunidos en un solo espacio, entre ellas las famosas mariposas de la obra Black cloud (2007).

Amorales captó la atención no por una obra de sabor local, como hasta hace poco sucedía, sino por su estilo híbrido y ultramoderno, como define en su ensayo la curadora Daniela Lancioni, senior curator del espacio, en entrevista con La Jornada.

“La exposición tuvo un éxito que no me esperaba. Fue recibida calurosamente y recuerdo los comentarios positivos de críticos, como Alessandra Mammì, Cecilia Casorati y Stefano Chiodi, curador del MAXXI. En contraste, ciertos artistas un decenio mayores que Amorales criticaron el carácter serial en su trabajo, pero no tuvimos modo de profundizar al respecto.

“Buscábamos –prosigue Lancioni– un artista de la última generación. Amorales me interesó porque ha actualizado y modificado el lenguaje visual contemporáneo sobre todo en su forma de trabajar con el archivo líquido (banco de imágenes digital compuesto por siluetas negras que forman la base de toda su obra).

“Su labor tiene un fuerte impacto visual capaz de modificar el hábitat donde actúa. Trabaja con los canales de la imaginación en sus aspectos visionarios y fantásticos, y no sobre los aspectos mayormente miméticos de la indagación social ,como muchos artistas contemporáneos hacen siguiendo la moda del momento. Amorales es un artista inspirado que se nutre de luz.

“Hoy día vivimos en la modernidad líquida, según la definición de Zygmunt Bauman, donde todo está volcado en una especie de presente que no construye, todo corre rápidamente sin sedimentarse. Diversos artistas desde hace tiempo han entendido que las obra no puede ser efímera, sino que necesita de durabilidad y permanencia. Amorales está entre ellos a pesar de que crea un arte fluido, adaptable, transformable e inclusive manipulable por otros.

En El estudio por la ventana (2010), compuesto por dibujos informes a lápiz que cubrían enteramente las paredes, no fueron realizados por Amorales sino por estudiantes de la Universidad la Sapienza.

Al respecto, Lancioni manifiesta: El arte contemporáneo nos ha acostumbrado a que el artista disponga de ayudas, Sol Lewitt o Alighiero Boetti lo teorizaron. No puede pensarse que un artista es tal sólo porque trabaja con sus manos, es una idea superada. Amorales mantiene un enorme control de su trabajo, la manera en como lo quiere difundir necesita de complicidades y colaboraciones distintas, manteniendo fuertemente la idea del autor.

En retrospectiva

Carlos Amorales forma parte de una generación de artistas radicados en la ciudad de México, quienes a partir de los años 90 del siglo pasado subvierten las estructuras tradicionales del quehacer artístico en México. La falta de apoyo estatal los llevó a discutir, interactuar, apoyarse y exhibir con los propios medios, pero también a viajar y formarse en el exterior. La ideología nacionalista, el colorido y lo pintoresco desaparecieron de su obra.

A Carlos Amorales no le interesa el arte de empeño social, ya que su búsqueda está en los procesos de transformación de la obra, en el proceso creativo y fuera del estudio. El título Remix es por tanto pertinente, alude a la contaminación, a la hibridación, a la interacción de disciplinas en la creación de la obra.

El auge internacional de la generación a la que pertenece Amorales comenzó en 2002 y cobró impulso en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo Arco de Madrid dedicada a México en 2005.

En Italia la muestra colectiva Mexico Attacks (2003), en la ciudad de Lucca, inaugura el interés por artistas mexicanos o extranjeros que trabajan en México, como Damián Ortega, Teresa Margolles, Daniela Rossell, Santiago Sierra y Melanie Smith, entre otros, por no mencionar a los consagrados Francis Alÿs y Grabriel Orozco.

Como ejemplos de esa bonanza, tenemos el primer Premio Internacional de Arte Participativo asignado a Pablo Helguera, en la pasada Arte Feria de Bolonia y en el ámbito europeo a Cuauhtémoc Medina, como curador de la prestigiosa bienal itinerante Manifesta en su novena edición, que es llevará a cabo en Limburg, Bélgica, en 2012 (La Jornada, 30/10/08).