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Autoridades estadunidenses aseguran que eran para “el poderoso cártel de Sinaloa”

Desintegran en Phoenix red de tráfico de armas destinadas a narcos mexicanos

La policía detuvo a 17 personas; Arizona, lucrativo corredor de contrabando criminal, dicen

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Parte del arsenal decomisado en Arizona, que incluía rifles de alto poderFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de enero de 2011, p. 11

Phoenix, 25 de enero. Autoridades estadunidenses desmantelaron en Arizona una red que buscaba traficar más de 700 armas de fuego –incluidos rifles de asalto Kalashnikov– a cárteles mexicanos de la droga. En la operación se detuvo a 17 personas, informaron funcionarios.

La acción logró desmantelar una red de compra de armas del poderoso cártel mexicano de Sinaloa, señalaron autoridades.

Creemos que desmantelamos a toda la organización que operaba en el área de Phoenix, dijo William Newell, agente especial a cargo de la División de Campo en Phoenix de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés).

“La investigación es una prueba más de los incesantes esfuerzos de los cárteles mexicanos, especialmente del de Sinaloa, por adquirir de modo ilegal grandes cantidades de armas de fuego en Arizona y en otros sitios para usarlas en la actual guerra” contra las autoridades.

La ATF dijo que la policía detuvo a 17 personas en una operación donde participaron varias agencias, realizada este martes en el área de Phoenix. Otros tres sospechosos seguían en libertad.

En Arizona existe un importante y lucrativo corredor de tráfico y contrabando. Redes criminales organizadas transportan drogas e inmigrantes indocumentados hacia el norte, y armas hacia México.

Un auto de procesamiento contra 53 personas dictaminó que desde septiembre de 2009 a diciembre del año pasado los procesados habrían conspirado para comprar cientos de armas, incluyendo rifles de asalto Kalashnikov, una de las armas favoritas de los cárteles de México. La acusación penal del caso sostuvo que los imputados cometieron delitos que incluyen conspiración para obtener armas de fuego para traficar drogas y realizar falsos testimonios en relación con la compra de armamento.

Una condena por conspiración implica una pena máxima de hasta 20 años de prisión, mientras que brindar falso testimonio puede tener una sentencia de hasta cinco años.

Estados Unidos está bajo presión para reducir el comercio ilegal de armas de alto poder hacia México, donde más de 34 mil personas han muerto por la violencia vinculada a las drogas, desde que el presidente Felipe Calderón asumió el cargo en 2006 y prometió destruir los poderosos cárteles.

La redada de armamento se produce un día después de que la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, se reunió en México con la canciller de ese país, Patricia Espinosa Cantellano, y reiteró el apoyo de Estados Unidos al presidente Felipe Calderón en su estrategia para combatir a los narcotraficantes.