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Armando Navarrete se quedará en Coapa con la esperanza de tener más actividad

No hubo acuerdo entre América y Fulham sobre pase de Ochoa

Es una vergüenza ver los partidos desde la banca, dijo el arquero suplente de las Águilas, a quien le restan tres años de contrato

Tiene la expectativa de jugar más, por los dos torneos agendados

 
Periódico La Jornada
Martes 14 de diciembre de 2010, p. a13

El sueño de Guillermo Ochoa quedó frustrado: no jugará en el futbol inglés. Luego de la andanada de versiones que surgieron por el viaje que realizó a Londres para entrevistarse –previa invitación– con directiva y cuerpo técnico del Fulham, las negociaciones con el América se cayeron ayer por la noche, cancelando la posibilidad de que el arquero emigre a Europa.

Por la noche siguieron las especulaciones en torno a la suerte del arquero, y el club de Coapa emitió un comunicado en el que informó que no se había llegado a un acuerdo satisfactorio debido a las condiciones que impuso el Fulham y que no convinieron a la institución ni a Memo Ochoa. Pese al resultado, el América señaló que se comprometía a mantener el apoyo para que el portero cumpla su anhelo de jugar en Europa.

Pero el fracaso del proyecto del arquero titular de las Águilas tiene otro sabor para un jugador que suele observarlo desde el segundo plano, en el que viven el balompié los suplentes.

Al hablar de lo que significa ver el futbol desde la banca, el cancerbero Armando Navarrete habla de vergüenza. Repite la palabra varias veces, al expresar lo que siente por no ser convocado para defender la portería del América, ya que debajo de los tres palos está uno de los guardametas más populares de México: Memo Ochoa.

Navarrete es el segundo arquero, el suplente, el que sólo puede entrar a la cancha cuando el titular está impedido, es expulsado o sale del equipo. El segundo portero vive semanalmente la vergüenza –dice– de quedarse en la banca.

Ante la tentativa de fichaje de Ochoa para el Fulham, se abrió una oportunidad para que el segundo arquero asumiera el puesto vacante. Navarrete, quien apenas jugó un partido en el torneo pasado, podía aspirar a la titularidad que nunca ha tenido en el club azulcrema. Pero no quiso emocionarse.

Foto
Armando Navarrete no ha jugado un torneo completo desde hace ocho añosFoto José Carlo González

Nadie de la directiva le dijo algo concreto. Nadie habló con él, así que no quiso ser ingenuo y pensar que ya había conseguido un puesto titular.

Es una ilusión muy grande, pero hasta que sea un hecho me ilusionaré, aunque para mí es un sueño jugar.

Ya son muchos años desde que llegó al club –recuerda Navarrete–, el domingo 30 de abril de 2006. Esa tarde en el estadio Azteca recibió su primer gol portando los colores del América. Desde entonces apenas ha estado unos cuantos duelos bajo el arco de Las Águilas, y vivió un torneo en el que ni siquiera pisó la cancha. No juega una campaña completa desde hace ocho años.

Yo lo único que pido es que me den una oportunidad para jugar; he demostrado que estoy listo para cuando me llamen, y por eso tengo la mano levantada, aseguró.

La única salida tangible que reconoce Navarrete es que América disputará dos torneos simultáneos la próxima temporada: Clausura 2011 y la Copa Libertadores. Será complicado para el club cumplir con ambos compromisos y Navarrete espera tener más acción.

Hay dos torneos y existe la posibilidad de que tenga actividad, esa es la razón por la cual también me quedo en América, uno nunca sabe lo que va a pasar, tengo tres años de contrato, dijo.

Los jugadores se reportaron ayer, la mitad para hacerse los exámenes médicos previos a la pretemporada; la otra, a entrenamiento, pero en Coapa la directiva aún discutía sobre el futuro de Ochoa.

Al naufragar la negociación entre el América y el Fulham, parece que la puerta de las oportunidades volvió a cerrarse para Navarrete. Sin embargo, antes de que la noticia se hiciera oficial, aseguró que tal escenario no significaba una desilusión para su carrera. Ese escenario que lo devolvería al puesto del segundo de Ochoa, de portero que mira los juegos desde la banca.