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Cambio Climático
Países pobres rechazan el éxodo como única opción

Cada año mueren 5 mil en Asia por inundaciones, señala el PNUD

Decenas de islas desaparecerán ante desplome de glaciares: experto

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Integrantes de Vía Campesina marchan hacia la sede de la COP 16 en CancúnFoto Carlos Ramos Mamahua
Enviada
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de diciembre de 2010, p. 44

Cancún, QR, 7 de diciembre. En una moderna pantalla interactiva, Dave Jones, presidente de Storm Center, arrastra el dedo en la imagen de un glaciar que de pronto se convierte en una avalancha gigante que alborota las corrientes marítimas.

Las primeras en sucumbir a éste y otros efectos del calentamiento del planeta serían unas 40 islas, además de países como Bangladesh. Sin embargo, no serían los únicos. La afectación llegó ya de manera severa a Alaska, cuyos glaciares se están derritiendo más rápido que los de Europa.

Informó lo anterior el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA); dijo que dicho fenómeno afecta también otras zonas de Estados Unidos y Canadá, seguido en velocidad por algunas de Asia (Himalaya y Ártico) y de los Andes.

El organismo de la ONU precisó que más de 5 mil personas mueren cada año en Asia por inundaciones repentinas. A escala mundial –dijo–, entre 100 y 250 millones son afectados anualmente por ese fenómeno.

La imagen virtualmente delineada por Jones durante su intervención en la cumbre, justo en el salón de Estados Unidos –ubicado en el área de exposiciones y conferencias–, no es ciencia ficción o el invento de un especialista en tormentas.

Estragos, en dos décadas

El director de Storm Center explica detalladamente a delegados de países de los cinco continentes lo que ocurrirá en un par de décadas si continúa el desorden climático, provocado por la emisión de gases de efecto invernadero. En la costa oeste de Estados Unidos, por ejemplo, el nivel del mar ha crecido de 0.2 a 0.3 centímetros por año, pero el énfasis es en las islas pequeñas: El mar las va a arrasar totalmente. Estamos muy preocupados por ello, señala.

Sin embargo, su índice en las pantallas marca también otras zonas que padecerían este efecto en cadena. Es decir, la crisis no sólo ocurrirá en Bangladesh o Tuvalu (se dice que de continuar en ascenso la marea, esta pequeña isla, de unos 11 mil habitantes, sería cubierta por el agua dentro de dos décadas), sino más adelante los efectos devastadores estarán en el sur de la Florida o en Nueva Orleans, por citar algunos.

Con pantalla interactiva o no, los especialistas de los diversos países y del PNUMA advierten acerca de los mismos efectos perniciosos: glaciares que se derriten; formación o permanencia de otros donde antes no había; mayor nivel de precipitaciones en algunos lugares y falta de agua en otros (como en Asia central), así como vulnerabilidad que termina en migración forzada de personas y animales. Mientras tanto, los delegados de las naciones de esa primera línea del caos: islas y penínsulas, recorren los salones de la cumbre del cambio climático en busca de apoyo financiero y tecnológico porque se niegan a aceptar el éxodo como única vía para sobrevivir.

Mohamed Mijarul, canciller de Bangladesh, nación de más de 169 millones de habitantes, relata a La Jornada que las consecuencias del calentamiento serán para pobres y ricos, como el desplome de un avión afectaría de igual manera a todos los pasajeros, ocupen o no asientos ejecutivos. Cálculos de esta nación señalan que de no aprobarse cambios en beneficio del planeta, dentro de 40 años miles tendrían que emigrar. Por eso lo delegados se afanan en buscar financiamiento y transferencia de tecnologías y capacitación. Mi país todavía tiene esperanza, dice.

El ministro de Medio Ambiente y Bosques de Bangladesh, Hasan Mahmud, comenta que si sube el nivel del mar, 19 por ciento de los pobladores quedarían bajo el agua y miles de hectáreas dejarían de cultivarse.