Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 28 de noviembre de 2010 Num: 821

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Goethe, científico
RICARDO BADA

Monólogos compartidos
FRANCISCO TORRES CÓRDOVA

Gozo por contagio
CARLOS PASCUAL

Pablo González Casanova, el intelectual
LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO

Pasolini: el retorno de lo sagrado
NATACHA KOSS

Un poema para Pier Paolo Pasolini
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

El Evangelio según Pasolini
RICARDO YÁÑEZ

El impresionismo narrativo de Peter Stamm
ADRIÁN MEDINA LIBERTY

Columnas:
Señales en el camino
MARCO ANTONIO CAMPOS

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA

La otra escena
MIGUEL ÁNGEL QUEMAIN

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
Núm. anteriores
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Miguel Ángel Quemain
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Tito Vasconcelos, cabaret y perreo

Tito Vasconcelos celebró con En la bola con la Doña, los primeros doce años de cabaretito, un pequeño local que dedica sus domingos a perseverar en un género que desde los años ochenta adquirió una nueva legitimidad en el panorama teatral mexicano con la aparición de un conjunto deslumbrante de actores que propusieron una poética que venía de la commedia del’arte, el cabaret alemán y la asimilación de una cultura popular que incorporaba el ritmo e ingenio de la carpa, instalada en el comentario de la actualidad política.

Me tocó que alternara con las Reinas Chulas (Nora Huerta, Marisol Gasé, Ana Francis Mor y Cecilia Sotres), que hilvanan su humor con canciones de su propia inspiración –así como se oye– acompañadas de un versátil grupo que conforma su espectáculo en El Vicio, ese teatro coyoacanense que desde 2005 dejó de ser El Hábito, donde trabajaron con Jesusa y Liliana Felipe desde 2002. Así, Vasconcelos decidió celebrar sus doce años con lo mejor de lo mejor en el cabaret mexicano. El resultado: un reencuentro donde la técnica, la improvisación mesurada e inteligente son posibles gracias a la experiencia, dado que Tito (La Doña misma) se enfrenta cada domingo a un interlocutor distinto, un invitado especial (este domingo 28 serán las Hijas de Safo) con su propio ritmo y estilo.

En la bola con la Doña es un cabaret moderno que no surgió por generación espontánea. Entre los grandes representantes del género están Jesusa Rodríguez y Tito Vasconcelos, y por supuesto todo lo que articularon con sabiduría escénica, riesgo y una vasta cultura literaria, cinematográfica y popular: Regina Orozco y las Reinas Chulas que despuntaron ya en el siglo XXI con la lección que aprendieron el siglo pasado de Jesusa y Tito. No son las únicas incursiones en el cabaret; con gran profesionalismo, originalidad y talento, están Rosina Conde y Astrid Hadad, ambas con una capacidad probada en la realización de vestuario, escenografía y la producción de ese juguete escénico propio de un teatro que puede ser de cámara.


Foto: Gabriela Bautista

Hago este recuento para distinguirlo de la comicidad estúpida que promueven las televisoras comerciales y del mundo de los sketches que suelen confundirse con una fina escuela teatral que se caracteriza por el dominio de varios géneros tanto en la dirección como en la actuación y la interpretación musical (que exige gran control instrumental para parodiar melodías muy populares, reconocibles e inconfundibles por el espectador).

La celebración de estos doce años tiene como eje una caracterización de María Félix que le permite a Tito un asidero conceptual que lo lleva por las rutas de las conmemoraciones del Centenario y la crítica política, sin dejar de lado esas “joterías” con las que se identifica el parroquiano.

Tito no se libra del perreo frente a un público fundamentalmente gay (“las minorías”, dice irónico). Indagación que Antonio Marquet ha mostrado en un libro magistral de reciente publicación: El coloquio de las perras (UAM Azcapotzalco, serie estudios, 2010) inspirado en el mundo escénico creado por Osvaldo Calderón y Daniel Vives, “unas mariconas –se autodefine Osvaldo Calderón– que aparte de insultar también nos gustaba el arte de pendejear, que toman los ánimos caldeados para ser exhibidos en los puteros, recibidos con enormes carcajadas por cabaretófagos hambrientos de domingos inusuales llenos de lujuria, intolerancia, discriminación (y) misoginia” y que hoy presentan El Cártel de Bernarda en Living, en Bucareli 144, a las 18 horas.

El coloquio de las perras es un texto transgenérico, un entramado interdisciplinario que va del ensayo al testimonio y el reportaje, pasando por la indagación periodística testimonial hasta el apunte del etnólogo y la interpretación psicoanalítica.

Este libro de Antonio Marquet se inscribe en la más rica tradición de los estudios culturales que se ocupan de aspectos que aparecen dislocados, fragmentados, difusos y engañosos tanto a la mirada cotidiana como a la más elaborada clasificación académica. Este coloquio... traza parte de la historia de las expresiones homosexuales en México ligadas al espectáculo y el teatro. Es un tema que cruza el teatro, el cabaret, la dramaturgia y lo que en México se entiende como espectáculo, herencia, cliché, mimesis y parodia de lo televisivo.

Doce años inspiradores que convocan a una reflexión amplia del cabaret. Más en www.cabaretito.com