Opinión
Ver día anteriorMartes 9 de noviembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

Recursos para el DF, tema relevante

Frenar la violencia que invade al país

L

a Cámara de Diputados será testigo este día de un episodio más de la lucha por la justicia en el reparto de los fondos de la Federación hacia las entidades del país, lo que se está convertido en un instrumento político de inequidad, lucha que encabeza el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard.

Y mientras Ebrard y la gente que se sume a la protesta –funcionarios, diputados locales y federales, políticos de diferentes partidos, personajes como Juan Ramón de la Fuente y muchos otros habitantes de la ciudad– buscarán impedir mayores injusticias, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) fallará, precisamente hoy, en contra de la controversia que presentó el gobierno de la ciudad desde 2008.

No es tema menor, por ningún motivo, porque se trata de un verdadero robo a los habitantes del DF. Desde enero del 2008 a la fecha, la gente de la capital de la República no ha popido disfrutar de mejores obras; por ejemplo, por falta de presupuesto. Porque la ley de participación de los recursos federales para los estados de la República fue cambiada en 2007 para beneficiar al estado de México, que gobierna Enrique Peña Nieto, y perjudicar, en la misma proporción, al Distrito Federal.

El mal no sería tan grave si a fin de cuentas la población del estado de México hubiera recibido los beneficios que trae un presupuesto al que se agregan casi siete mil millones de pesos, pero resulta que allá hasta las vías de comunicación serán de paga, tal vez para que a Peña Nieto le alcance para seguir con su telenovela.

No es tema menor por la cantidad de la que ya hablamos, pero tampoco porque en el diseño de la nueva ley que se reformó a finales de 2007 estuvo involucrado nada más ni menos que uno de los miembros del clan Salinas de Gortari. Hasta donde se sabe, José Antonio González Anaya trabajó, a principios de los años 90, bajo las órdenes de Ana Paula Gerard, actual esposa de Salinas, pero, además, hasta donde se sabe, contrajo nupcias con una hermana de la misma Ana Paula.

El asunto es que este personaje, que en 2007 elaboró la ley que entró en vigor al año siguiente, trabajaba con Agustín Carstens, pero ahora como premio es subsecretario en la Secretaría de Hacienda y, como ya hemos dicho, elaboró la ley que ha ido restando recursos al DF y los ha aumentado en el estado de México.

No deja de ser curioso que en este caso, además, la Suprema Corte hubiera esperado algunos meses para dar a conocer un fallo que, se dice entre los enterados, ya estaba listo. La SCJN dirá ahora –cuando está a punto de aprobarse el presupuesto– que la controversia que presentó el gobierno de la ciudad no prosperará.

La falta de recursos para el gobierno de la ciudad significaría, por ejemplo, parar la construcción de la línea 12 del Metro, lo cual sería un golpe muy serio para los habitantes del DF, pero también para aquellos que viven en el estado de México, porque resulta que un alto porcentaje de los usuarios de ese servicio son gente que llega a la capital proveniente del estado de Mexico.

La decisión está en manos de los diputados que hoy recibirán a Marcelo Ebrard, quien llegará armado de razones para conseguir nada más lo que es justo para una ciudad como el DF, que requiere de muchos recursos para sobrevivir.

Claro que la idea del priísmo y de una parte de los azules es tratar de romper la dinámica del trabajo social que se ofrece a los habitantes de la ciudad, porque saben que la única forma de mantener a la capital del país en la relativa calma que sostiene es con las ayudas que evitan mayores desigualdades y la violencia que cada vez se acerca más.

Así pues, no se trata de conseguir dinero para pagar los comerciales que alimenten la imagen de un funcionario, sino de poner un freno a las razones de la violencia que ya ahoga a buena parte de México. Esto es lo que se juega en el presupuesto; ahora, si lo que se quiere es lo contrario, sigan haciéndole caso a Salinas, y ya verán.

De pasadita

Hoy también habrá de librarse una batalla entre la Seduvi y las empresas de anuncios espectaculares. Dicen los empresarios que ahora sí van a sacarles todos sus trapillos a los diputados locales. ¿Será cierto?