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Luego de un año, junto con La Negra Chagra, reapareció en el Teatro de la Ciudad

Un susurro de Chavela Vargas bastó para electrizar al público

En el concierto también estuvo acompañada de Mario Ávila, coautor de ¿A dónde te vas, paloma?

Se permitió el reto de interpretar el tango Clavel del aire, de Carlos Gardel

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Al centro, la cantante acompañada de Mario Ávila y La Negra Chagra, la noche del viernes en el concierto realizado en el Teatro de la CiudadFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 10 de octubre de 2010, p. 7

Comenzó casi como un susurro. Y con sólo esa leve voz electrizó el teatro. Sentada en un sillón rojo, con su tradicional jorongo, del cual asomaban apenas las botas negras, Chavela Vargas entró a la canción comenzada por La Negra Chagra: “…no soy de aquí, ni soy de allá…”

Los presentes recibieron el primer canto la noche del viernes con un caluroso aplauso. Las luces de la sala subieron de intensidad, para que la cantante pudiera ver al público. Se escucharon gritos, a los cuales Vargas contestó con un ¡ay!.

Para el final de la segunda canción, Un mundo raro –compuesta por su amigo José Alfredo Jiménez–, la voz de Vargas inundaba el Teatro de la Ciudad. “Cuando te hablen de amor…”, comenzó La Negra Chagra, a lo que Chavela respondió con un ¡ajúa!. Entró de lleno, y con su canto abrazó a todos los presentes, quienes por unos instantes, pudieron sentirse acompañados en sus amores y desamores.

Cuando interpretaban Vámonos, el público cantó con ellas: “…alejados del mundo, donde no haya justicia, ni leyes ni nada, nomás nuestro amor”.

Es la primera vez que aparece en público luego del concierto que con motivo de su cumpleaños 90 le ofrecieron en ese mismo teatro en abril del año pasado. En aquella ocasión estuvo acompañada por Carlos Monsiváis, Eugenia León, Lila Downs y Julieta Venegas, entre otros amigos y músicos, que cantaron piezas de los grandes compositores mexicanos, de quienes Vargas es quizá la intérprete más reconocida hoy día. Ese día se notaba su débil salud. El viernes, en cambio, estaba animada, revitalizada, de muy buen humor. Se veía que pasaba muy bien.

Volcán que sana

Atribuye a Chalchi su renovada salud. Lo contó en entrevista semanas antes del concierto. Chalchi es el cerro que se ve frente a su casa, en Tepoztlán.

En el festejo de sus 90 años también estuvo La Negra Chagra, quien ahora fue el plato fuerte del concierto. Durante la primera parte cantó ella, acompañada de los argentinos Juan Martín Medina, en las percusiones, y Leonel Iglesias, en la guitarra. En la segunda parte intervino Chavela, acompañada de los guitarristas Juan Carlos Allende y Miguel Peña, conocidos como Los Macorinos.

La cantante argentina es amiga de Chavela Vargas desde hace varios años. Se conocieron en el país de aquélla; viajaron a Salta –provincia norteña–, de donde La Negra es originaria y también César Isella, autor de la letra de Las simples cosas. Vargas quería ir porque ha interpretado piezas de compositores de esta región. A partir de entonces entre ambas ha habido una gran complicidad musical, además de una fuerte amistad.

De ahí que en el concierto, La Negra interpretara piezas del noreste argentino, elegidas entre ella y Chavela.

Vargas tocó en el Luna Park, en Buenos Aires, e invitó al escenario a La Negra Chagra. Juntas cantaron No soy de aquí, ni soy de allá, y quizá por eso en esta ocasión eligieron comenzar con esa pieza.

También interpretaron Las simples cosas, que grabaron para el más reciente álbum de Chavela, ¡Por mi culpa! (Discos Corasón, 2010), en la cual participan también Jimena Giménez Cacho, Eugenia León y Lila Downs, entre otros.

Al inicio, María Cortina, directora de la Feria del Libro en el Zócalo capitalino, fue la encargada de presentar el concierto en ese sitio. Es coautora del libro Las verdades de Chavela, el cual se dio a conocer en la propia feria.

Subió al escenario el músico Mario Ávila, amigo de Vargas, con quien compuso ¿A dónde te vas, paloma? Luego de cantarla los tres, Chavela Vargas les dijo: Muy bien, seguirán trabajando conmigo.

Desde muy joven, Chavela Vargas tiene especial cariño por el tango Clavel del aire, de Carlos Gardel.

Ahora se permitió el reto de interpretarlo, según dijo en la reciente entrevista. Lo hizo con un mariachi y los guitarristas.

¡Te amo, Chavela!, fue el grito que se escuchó en la parte superior del teatro.

Luego de una hora y 20 minutos en el escenario –primero como espectadora y luego como partícipe– Chavela, junto con La Negra, se despidió y la cortina bajó sobre el escenario. Pero el público no quería dejarla ir. Clamaban otra-otra-otra, “Cha-ve-la-Cha-ve-la…” Minutos después, subió el telón.

Los presentes se pusieron de pie y le ofrecieron un aplauso cargado de amor. Chavela respondió con Luz de luna y Somos. Tiempo después de que cayó el telón de este histórico concierto, y cuando la sala ya se vaciaba, se seguía escuchando a alguien aplaudir en una sección superior del teatro.