Aumenta 40 por ciento el precio en menos de dos meses
En picada, la cosecha, pasó de 100 mil hectáreas a 30 mil: productores
Domingo 10 de octubre de 2010, p. 30
Al margen de las variaciones en la cotización internacional del trigo, el cultivo de este producto en México enfrenta diversos obstáculos, entre ellos la falta de un precio estable que lo vuelva un buen negocio, los altos costos de producción y la influencia nociva de los intermediarios.
En lo anterior coincidieron campesinos consultados por La Jornada, quienes analizaron las condiciones adversas que ha enfrentado este cereal, cuyo precio subió 40 por ciento en los dos meses recientes, a causa sobre todo de afectaciones climatológicas en los principales países productores, como Rusia, Ucrania y Canadá.
Martín Martínez, de la Integradora Agropecuaria del Bajío, con sede en el estado de Guanajuato, explicó que aunque el trigo es un cultivo relativamente fácil de obtener, los costos de producirlo son muy altos porque necesita de mucha agua y altos niveles de fertilización, lo cual ahuyenta a los campesinos.
Por tal causa, el índice de cultivo de este producto en el país ha ido en picada
, ya que en los mejores años llegó a haber hasta 100 mil hectáreas sembradas y 700 mil toneladas de cosecha, y ahora no pasan de 30 mil hectáreas, con un rendimiento aproximado de sólo 300 mil toneladas, dijo.
Otro problema es la cotización del grano en el mercado internacional, que aunque en ocasiones tiene aumentos significativos de precio, hasta llegar a más de 11 dólares por bushel (equivalente a 27.3 kilos), también sufre caídas que hacen incosteable el negocio de sembrarlo.
Por su parte, Carlos Rodríguez, de la sociedad michoacana Productores Rurales del Bajío, estimó que para sembrar una hectárea de trigo, hace falta invertir entre 18 y 19 mil pesos, con una producción de alrededor de cinco toneladas y media, que se paga cada una a no más de 2 mil 900 pesos, cuando al menos debería costar unos 3 mil 500 pesos para tener márgenes de ganancia.
Al no ser un negocio estable, en muchas ocasiones los campesinos quedan endeudados o apenas recuperan su inversión, lo cual desestimula la siembra de trigo, lamentó.
Raúl Pérez Bedolla, de la Alianza Campesina del Noroeste (Alcano), apuntó que uno de los problemas que aun persisten para comercializar todo tipo de granos, incluido el trigo, es el trabajo de los acaparadores y coyotes, quienes todavía le compran barato a los productores, y le venden caro a las empresas cuando el precio sube en la bolsa de valores. (Fernando Camacho Servín)
