XV aniversario de la comunitaria

 

No es poco llegar a cumplir 15 años con todo en contra: órdenes de aprehensión, hostigamiento, recrudecimiento de la pobreza en la región, fuerte militarización y falta de recursos para su proyecto, entre muchos otros obstáculos que ha enfrentado durante todo este tiempo la Policía Comunitaria de la Costa Chica y Montaña de Guerrero. A pesar de tantas dificultades, y por lo mismo con mayor motivo de orgullo, este 15 de octubre los llamados “comunitarios” celebrarán los primeros tres lustros de una de las experiencias autonómicas más notables en el país.

Conformada por los pueblos mixtecos, tlapanecos y nahuas, como respuesta desde abajo a los constantes y violentos actos de delincuencia en la Montaña de Guerrero (asaltos, violaciones sexuales, abigeato, entre otros), en los que las autoridades no intervenían porque en muchos de los casos eran cómplices o protagonistas de los mismos, la Policía Comunitaria de Guerrero tiene mucho que celebrar, pues hasta los propios gobiernos estatales (todos los que los han perseguido) reconocen que han conseguido disminuir sustancialmente el índice de delincuencia.

Quince años después los retos son otros, ya no sólo se trata de detener a los delincuentes, como se concibió en un principio, ni tampoco sólo de generar un sistema de justicia, como lo diseñaron después, con la creación de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), ahora, como lo enuncian en la convocatoria de su XV aniversario, se proponen “generar encuentro y diálogo entre organizaciones nacionales e internacionales, para visibilizar las luchas y procesos organizativos en materia de seguridad y justicia de los pueblos originarios, entre otros retos.

Un tema fundamental es la construcción de un gobierno autónomo en el que se inserte un sistema de justicia como el que han construido. Los retos son muchos y se reflejan precisamente en la temática a tratar durante el foro del aniversario (a celebrarse del 13 al 16 de octubre): Seguridad, justicia y reeducación desde los pueblos, la lucha de los pueblos indígenas en la construcción de México; la situación de los derechos humanos en el país y la criminalización de la protesta social; la educación alternativa; los sistemas alternativos de salud; y la defensa del territorio.

La CRAC no se concibe aislada de la problemática nacional ni internacional, por lo que destinarán una mesa al debate de la construcción del poder popular, la participación ciudadana y la democracia. El tema de la mujer es otra de sus preocupaciones, al igual que los medios de comunicación comunitarios y los procesos de consulta.

Gloria Muñoz Ramírez