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Cien años de la UNAM

El artista, quien recibirá el honoris causa de la UNAM, dictó una conferencia magistral

Soñemos en una nueva revolución pacífica y humanista: Federico Silva

El neoliberalismo es en la práctica un arte público enajenante, sostiene en la ENAP

Los festejos patrios, sainete mediático con un fondo perverso: el desmantelamiento de la nación

Foto
Federico Silva ayer, en la Escuela Nacional de Artes PlásticasFoto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Martes 21 de septiembre de 2010, p. 5

Con motivo de haber sido distinguido con el doctorado honoris causa por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el pintor, escultor y teórico Federico Silva (DF, 1923) ofreció una conferencia magistral este lunes en la Academia de San Carlos, en la que criticó el neoliberalismo, la burguesía burocrática, la corrupción, la crisis económica, la televisión comercial, la política y los políticos mexicanos y el reciente desfile para festejar el bicentenario de la Independencia, entre otras cuestiones.

Asimismo reflexionó sobre la violencia y los migrantes mexicanos, entre otros temas.

El maestro Silva es considerado uno de los más notables artistas plásticos contemporáneos. Un innovador que sabe vincular de manera magistral la ciencia, la tecnología y las humanidades, y que ha sido un parteaguas en la enseñanza del arte en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, al vincular la investigación con la producción, señaló Daniel Manzano, director de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP).

Federico Silva, en sus inicios, fue asistente de David Alfaro Siqueiros en diversos murales. Entre su amplia trayectoria, fue precursor del arte cinético en México e impulsó la creación del Espacio Escultórico de la UNAM, junto con Helen Escobedo, recientemente fallecida; Manuel Felguérez y Mathias Goeritz, entre otros.

El reino de la simulación

El mundo ha cambiado y no para bien de los pobres, apuntó Silva. “Las vías del progreso en México, que se iban construyendo con apego a la Constitución de la República, se fueron alterando para ser sustituidas por el neoliberalismo, doctrina donde el capital y el mercado, el reino de la simulación, el crecimiento de una burguesía burocrática y la corrupción han convertido el proceso social y económico en una realidad inestable que provoca la crisis estructural.

“El neoliberalismo –abundó Silva– es en la práctica un arte público enajenante, una acción sin teoría ni doctrina. El único modelo para un arte propio es mirar el mundo desde México, sin dejar de pisar tierra.

Si el arte se desentiende de lo que somos, de lo que queremos ser desde nuestra diversidad social, se habrá de contribuir al caos.

La crisis en la que vivimos, explicó el artista, “fortalece el poder de las fuerzas más reaccionarias.

“El monopolio de la fibra óptica y la televisión digital, agregados multimillonarios en beneficio del poder político de un grupo por sobre millones de mexicanos, parece diseñado para la próxima campaña electoral. Los ministros de esta supersecretaría (Televisa) son los comunicadores conocidos con la clave ‘gracias Joaquín’, y son un peligro mayor en contra de la democracia mexicana que el crimen organizado, que es temporal.”

Tras comentar algunos antecedentes históricos que provocaron la independencia del país y luego de reseñar los orígenes de la UNAM, hace cien años, Federico Silva expresó que hoy día “la televisión y la enseñanzas de los comunicadores de oficio –quienes manipulan a funcionarios dóciles y dirigentes disléxicos de los partidos políticos– son también los que educan al pueblo y a los jóvenes teóricos, de buena familia, educados en Estados Unidos, a la elite política de reserva prematuramente amargada”.

El título de la telenovela de moda, parodió Silva, es El desmantelamiento de México: una historia sobre petróleo, minería y electricidad, argumento teatral en el que participan los obreros protagonizando el mal.

Respecto de los migrantes y la extrema pobreza, abundó, los “podemos observar como un espectáculo siniestro: miles de jóvenes, mujeres y niños montados en los techos de los vagones de un ferrocarril que recorre miles de kilómetros desde Tapachula a Laredo. Familias fuertes, esperanzadas e intrépidas viajan a ciegas a los campos de la muerte o la prisión. Allí los esperan gozosos el senador McCain y la gobernadora Brewer. Entretanto el presidente mexicano (Felipe Calderón) visita en Massachusetts a su alma mater: Harvard”.

En cuanto al desarrollo económico independiente, ahí se ve el progreso, ironizó Silva. En los miles de ciudadanos, pequeños empresarios que venden diversas mercancías en los altos y embotellamientos de la ciudad. ¿Podemos hablar de progreso y desarrollo con una industria de maquila sin ser capaces de producir nuestros propios bienes de consumo?, preguntó el artista.

“De la política y los políticos –continuó– se ha perdido credibilidad y respeto, lo que es grave y peligroso, pues nos remite a la barbarie y el despojo.

“Como nunca la sociedad mexicana vive con temor. Un día nos vestimos de médicos y aterrorizamos con la gripe, otro el cambio climático y nos vestimos de bomberos, más tarde con uniforme militar para combatir el crimen organizado. Un discurso tras otro y cambio de vestuario.

“Quisiera ser optimista –expresó–, pero contamos con una lista considerable de agravios: los campesinos de Atenco, los indígenas de Chiapas, los niños que murieron en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora... y la lista crece.”

Llamado a rescatar el país

Federico Silva, entre otras cuestiones, calificó los festejos del bicentenario de sainete mediático que tiene un fondo perverso: el desmantelamiento de la nación.

Hizo un llamado para rescatar el país. “No serán los capitales de afuera que vienen, vengan a salvarnos, concepción económica de prostíbulo.

Con el apoyo de la inteligencia, la solidaridad y el trabajo de todos vamos a soñar con una nueva revolución, pacífica, humanista.

Federico Silva, junto con otros 15 destacados personajes, recibirá el doctorado honoris causa que otorga la UNAM, el jueves 23 a las 11 horas en el Palacio de Minería (Tacuba 5, Centro Histórico).