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Frecuencias sonoras prometen sensaciones parecidas a las causadas por la cocaína o el LSD

Llegan a Francia de Estados Unidos las drogas digitales

Cada oído recibe dos sonidos similares, pero con diferente frecuencia, lo que altera las ondas cerebrales, explicó la neurosicóloga Brigitte Forgeot

Están disponibles desde 2007 en la red

 
Periódico La Jornada
Viernes 13 de agosto de 2010, p. 8

París, 12 de agosto. Las drogas digitales o fichas musicales, que pueden ser bajadas de Internet y prometen sensaciones parecidas a las provocadas por la cocaína o el LSD, desembarcaron en Francia provenientes de Estados Unidos, donde seducen a los jóvenes.

Las drogas ya no necesitan ser inyectadas, ingeridas o fumadas; ahora pueden escucharse en dosis digitales, aseguran algunos sitios de Internet, que venden frecuencias sonoras de 15 a 30 minutos que posibilitan, según afirman, experimentar sensaciones fuertes, como alucinaciones.

En YouTube pueden verse algunos filmes en los que jóvenes, acostados en la oscuridad y con un casco que les tapa los oídos, entran supuestamente en trance gracias a estupefacientes digitales que han descargado de la red.

Las drogas se basan en la técnica de pulsaciones auriculares, es decir, en la emisión en cada oído de dos sonidos similares, pero en los que la frecuencia difiere, lo que altera las ondas cerebrales, explicó la neurosicóloga Brigitte Forgeot.

Es posible, gracias a este método, llevar al cerebro a producir ondas lentas, como las alfa, asociadas a los estados de relajamiento, o aún más rápidas, como las beta, relacionadas con estados de vigilancia y concentración, precisó Forgeot.

Se trata de un fenómeno neurológico que puede producir una especie de hipnosis sonora, señala la experta, que ha estudiado los efectos clínicos y neurosicológicos de este tipo de sonidos.

En Internet, el sitio I-Doser.com, que asegura ser el líder en el mercado de las sustancias digitales, propone desde hace cinco años en su tienda en la red unas 200 dosis diferentes, para las cuales es indispensable utilizar audífonos.

El precio varía de 2.50 a 199.95 dólares, se comprueba en ese sitio.

Disponibles desde 2007 en el sitio estadunidense Cnet.com, las dosis se han descargado más de 1.4 millones de veces. Sólo en el transcurso de la semana pasada ese sitio registró 18 mil descargas.

Las dos fichas musicales más caras, bautizadas Gate of Hades (Puerta del Hades) y Hand of God (Mano de Dios), de 30 minutos de duración, pueden, según su descripción, sumir al escucha en las peores pesadillas o llevarlo a un estado de calma y beatitud.

El efecto de los sonidos cesa desde que se dejan de escuchar, explicó Forgeot; sin embargo, advirtió que la utilización intensiva de los sonidos estimulantes puede generar a la larga perturbaciones de audición o ansiedad, como pueden hacerlo muchos sicoestimulantes.

Inspirado en el funcionamiento del tráfico de drogas no virtuales, el sitio I-Doser.com propone probar gratis varios de sus productos.

Al igual que el narcotráfico, se apoya en una red de revendedores (dealers) reclutados por el sitio y remunerados hasta con 20 por ciento de la facturación de las dosis.

Interrogada sobre la posibilidad de que estas drogas digitales provoquen adicción, Brigitte Forgeot estima que no hay ningún riesgo de que puedan crear dependencia, como sí lo hacen las drogas reales.

Por eso, aunque los detractores lanzan llamados de prudencia, las autoridades no tienen previsto prohibirlas, según confirmó la Misión Interministerial de Lucha contra la Droga y la Toxicomanía.