Dime abuelita por qué... Explicación científica a hechos cotidianos es la recopilación de artículos del físico y doctor en ingeniería Rafael Fernández Flores, que tuvieron origen en preguntas y planteamientos hechos por sus alumnos en 36 años de carrera profesional. Presentado recientemente en Casa del Lago, el volumen es el primero de la serie Para conversar de ciencia, que comprenderá otros cuatro: Derrotando a la ignorancia, El mundo que se enreda y Lo hecho en México.

Durante la presentación, el doctor Arturo Menchaca Rocha, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), autor del prólogo, afirmó: Reconozco con grata sorpresa la faceta de divulgador de Rafael Fernández. Destacó la versatilidad de los temas, así como la imaginación con la que fueron planteados.

El físico nuclear expresó que la obra representa una propuesta inteligente y creativa en la producción de literatura científica y tecnológica.

Obligaciones primordiales

El doctor Ramón Peralta y Fabi, director de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), felicitó la publicación del libro y al autor por su atrevimiento de escribir de física, de matemáticas y hacerlo con soltura, de brincar de un tema a otro sin mayores complicaciones. Con gran capacidad explica conceptos de la ciencia muy complicados.

El experto en mecánica de los fluidos dijo que los científicos tienen tres obligaciones primordiales: contribuir a la educación, investigar para generar conocimiento y divulgar el mismo a la sociedad, que es la que finalmente sostiene a la investigación.

Los panelistas, entre los que también estaba el doctor Horacio García Fernández, profesor y premio nacional de Divulgación de la Ciencia 1996, coincidieron en que al publicar un trabajo se comparte la fascinación por la ciencia, y no sólo eso, sino por debatir sobre ella.

Rafael Fernández hizo extensiva la invitación de su libro a los lectores de investigar más sobre los temas planteados, por los ejemplos mostrados, por las elecciones y opciones sugeridas.

Pretende que Abuelita, dime por qué... Explicación científica a hechos cotidianos contribuya a terminar con la idea generalizada de que la ciencia es un ente serio, lejano y solemne: al contrario, se encuentra en la vida diaria de los individuos. Además busca que ayude a difundir que la ciencia es cultura.

El libro, escrito en lenguaje sencillo, dirigido al público en general, busca además apoyar a los jóvenes en sus estudios finales de preparatoria y primeros años de universidad.