Ante la situación que vive México en la que parece que se nos quiebra, se nos va de las manos, que se nos está apestando (...) con sangre por todos lados, violencia, extorsión y narcoterrorismo, Diego Monroy, rector de la Basílica de Guadalupe, llamó a no perder la esperanza, porque aunque hay cosas que parecen humanamente imposibles sí se pueden conseguir.

Al oficiar una misa por el recibimiento en la Basílica de las reliquias de San Juan Bosco, protector y promotor de los derechos de los niños y jóvenes y fundador de los Salesianos y de las Hijas de María Auxiliadora, Monroy confió en que es posible expulsar a los demonios que se están apoderando de nuestro México y señaló que está en manos del pueblo rescatarlo para que no se descomponga, no se apeste, particularmente desde el principio de la no violencia.

En la homilía –en la que estuvieron presentes el provincial de los Salesianos, Miguel Agustín Aguilar Medina, y el secretario canciller de esa congregación, Joaquín Gómez Fragoso– el rector llamó a que en este entorno difícil se proteja a los jóvenes y a los niños, tal como lo hizo durante su vida el sacerdote italiano.