Opinión
Ver día anteriorJueves 5 de agosto de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Astillero

Parábola de la represión

Dialogar sin ceder

Golpecito oratorio

A ver a qué horas

Dinero

¡Aleluya! Ferrari obra milagros en el empleo

Santander se expande en Gran Bretaña

Mexicana: “copela o cuello”

Julio Hernández López
Enrique Galván Ochoa
México SA

Discurso oficial triunfalista en materia de empleo

Fallida política de comunicación

La verdad sobre la causa de las adicciones

Ciudad Perdida

Frutos de la política antisindical de Calderón

Condena de trabajadores de 155 países

Carlos Fernández-Vega
Miguel Ángel Velázquez
Navegaciones

El último suspiro del Conquistador / XLVIII

Educación superior: rezagos preocupantes
D

urante su participación en la instalación del Consejo de Educación del Gobierno Distrito Federal, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, aseguró que a finales de 2010 el país alcanzará una cobertura en educación superior cercana a 30 por ciento, cifra que, sin embargo, lo coloca a por lo menos cuatro puntos porcentuales por debajo del promedio de América Latina. A renglón seguido, el rector puso en relieve la distancia que en esa materia separa al país de otros, como Corea del Sur, Finlandia y Estados Unidos –que cuentan con 95, 94 y 82 por ciento de cobertura en educación universitaria, respectivamente–, y ponderó estas mismas diferencias con respecto de naciones de la región, como Argentina (67 por ciento), Venezuela (52 por ciento), Panamá, Colombia, Perú y Brasil, que están por delante de nosotros.

Pedro Miguel
El Correo Ilustrado

Preguntas a poderes y a titular del IMSS

S

obre la discusión de reducir el tope anunciado a las pensiones en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para los trabajadores de empresas privadas de 25 a 10 salarios mínimos, y con base al artículo octavo constitucional, sobre el derecho de petición, solicito respetuosa, pero también enérgicamente al Presidente de la República, al director general del IMSS y a los presidentes en turno de las cámaras de Senadores y Diputados, contestar por escrito lo siguiente a través de este medio informativo:

Cannabis sativa, juanita
E

l avestruz mexicano, ese que nos convoca a creer que la economía va bien, que la inflación es nada, que la gasolina no sube sino que se ajusta, que como la reserva monetaria es enorme, pues ya pronto no habrá pobreza, que el peso no se ha devaluado, sino que flota, que las elecciones fueros ejemplares, que el crimen es un problema de percepción y que será extinguido como si fuera viruela. No, por lo menos no. Decir no a la simulación en ciertos temas al menos. Hay que combatir ese daño tan lesivo para la nación. Decir no a la simulación es ya una necesidad vital, no podemos seguir engañándonos.

Jorge Carrillo Olea
Los tiempos y las alternativas
E

stamos metidos de lleno en el tiempo de la sucesión presidencial. Será la crisis o el agotamiento temprano de la agenda gubernamental (si es que alguna vez existió algo semejante), lo cierto es que las fuerzas políticas ya se preparan para la cita del 2012, sin darle demasiado crédito a los plazos formales establecidos para la competencia electoral propiamente dicha. Se diría, incluso, que hay prisa, pues una sensación de urgencia se filtra en el discurso de los partidos, en las declaraciones del gobierno, en las reclamaciones de los empresarios o en las críticas moldeadoras de los grandes medios electrónicos que buscan definir las grandes coordenadas de la próxima elección presidencial. Todo soto voce, entre líneas, claro, para no quebrantar la tradición secretista del viejo régimen presidencialista, aunque ya nada pueda ocultarse a la fiscalización ciudadana. Las frases hechas corren sin dueño de izquierda a derecha: primero el programa, después el hombre, dicen, mientras se alinean intereses, conveniencias, bajo el nombre de los adelantados. Son los acuerdos de poder que garantizan los intereses más fuertes, su inclusión o continuidad en el próximo grupo gobernante. Luego vendrán las campañas mercadotécnicas para lanzar el producto electoral así perfilado, el nombre que opaca cualquier otra consideración programática. Esa es, para muchos, la normalidad democrática.

Más allá del narco y la política
E

l pasado viernes 30 de julio Alejandro González Iñárritu dio una entrevista al programa de la XEW El Weso, en la que para sorpresa y disgusto de los conductores, a la pregunta de cómo veía México respondió más o menos: Veo a México como un país cuyos medios han sido capturados por los crímenes del narcotráfico, la violencia y la política. Y explicó que era necesario hablar de otros temas, por ejemplo, de cine, de literatura. Los conductores del programa insistían en que no podía hablarse de otra cosa, sugerían que no se puede hablar de otra cosa, y casi le reprochaban al cineasta que no diera la respuesta que ellos esperaban, y que se ha vuelto ya un lugar común: “El deterioro del país es irremediable. El gobierno es incompetente. El narco nos gobierna…”, etcétera, etcétera. ¿Es cierto que sólo podemos –y debemos– hablar del narcotráfico, de la violencia y de política?

Adolfo Sánchez Rebolledo
Soledad Loaeza
Reflexiones sobre el narco
E

l 9 de julio pasado leí en excelsior.com.mx un artículo de Francisco Martín Moreno que me pareció muy sugerente por las preguntas que nos plantea, por ejemplo: ¿por qué no conocemos los nombres de los grandes traficantes de drogas en Estados Unidos, así como aquí sabemos del Chapo Guzmán, de Beltrán Leyva, de Nacho Coronel, de Félix Gallardo y una larga lista? Si no existen, ¿será que las drogas “se trafican ‘solitas’”?, como dice irónicamente el autor? El mercado de ese país es el más grande del mundo y la DEA (Drug Enforcement Administration) es la organización policiaca especializada más poderosa (supuestamente) de este sufrido planeta. Si millones de estadunidenses consumen drogas, ¿cómo las consiguen, quién se las vende? Debe ser un ejército de camellos (vendedores al menudeo) y, sin embargo, los soldados no se baten con ellos en las calles ni patrullan las avenidas y carreteras de ese país. No leemos tampoco que John Doe, capo dei capi, haya sido apresado, ni siquiera acribillado en su apartamento en los Altitude Condos de Miami o Nueva York.

A vuelo de pájaro
C

on agosto, han empezado a divulgarse dos tipos de reportes referidos al segundo trimestre de 2010: los que aluden al comportamiento de la actividad económica, centrados en la cifra de PIB trimestral, y los que revelan lo ocurrido con los resultados de las grandes empresas privadas, financieras y productivas, éstas antes llamadas corporaciones trasnacionales, para cuyo seguimiento existía una comisión ad hoc del Consejo Económico y Social de la ONU. La visión de conjunto que esos reportes ofrecen es muy contrastante. En general, las empresas muestran buenos resultados: ingresos y utilidades recuperados o fortalecidos, con previsiones más bien optimistas para la segunda parte del año. Las economías nacionales, en cambio, han tenido un segundo trimestre menos favorable que el anterior, cuando la reactivación abarcó al G-20, excepto a España y Reino Unido. La perspectiva inmediata es, incluso en los mejores casos, incierta, con tendencia a declinar en la segunda mitad de 2010. Además, los dos, tres o cuatro trimestres de crecimiento que algunos países del G-20 han acumulado no han bastado para abatir en medida significativa las muy elevadas tasas de desocupación traídas por la crisis. Se presencia una recuperación sin nuevos empleos, es decir, una reactivación insostenible. Las corporaciones, industriales y financieras, que son demasiado grandes para quebrar, se han recuperado gracias al auxilio público que oportunamente recibieron, aunque este hecho casi no se menciona, ha caído en un olvido inducido por sus ejecutivos, que han recuperado el orgullo. Por contraste, se habla ahora de estados quebrados y, con gran reticencia, se organizan operaciones de rescate financiero, de alto costo para su crecimiento futuro y que empiezan por confiscar su autonomía de decisión en materia de política económica. Veamos algunos rasgos de este paisaje de medio año, así sea a vuelo de pájaro.

Octavio Rodríguez Araujo
Jorge Eduardo Navarrete
Fidel en su segundo aire
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a noticia corrió como un reguero de pólvora cuando por fotos de celulares circuladas en Internet se supo que Fidel Castro había hecho el pasado 7 de julio su primera aparición pública en cuatro años en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas. Existía expectativa, algunos rumores de que lo habían visto aquí o allá en distintos lugares de La Habana, pero el líder de la revolución cubana había sido cuidadoso en no alentar esperanzas en una recuperación no exenta de riesgos cuando una intervención quirúrgica de urgencia lo obligó a dejar las responsabilidades de gobierno, de modo que la sorpresa fue mayor cuando el 12 de julio pudo ser visto en el programa Mesa Redonda de la Televisión Cubana visiblemente recuperada su salud, con evidente lucidez y vitalidad intelectual. Pocos sentimientos de alegría colectiva y a la vez alojados en la intimidad del corazón pueden compararse con el que ha invadido a los cubanos al verlo varias veces en la tele. La nueva ha llenado de regocijo también a muchas personas en América Latina y en todos los confines del planeta. Fidel, como todo ser humano, es mortal y un día no lejano le tocará finalizar su ciclo biológico, pero muchos no queremos ver ese momento porque ¡qué falta nos hace y cuánto puede aportar!

Proyectos y consejos
C

on apenas tres días de distancia se hicieron públicos dos pronunciamientos relacionados con los tiempos por venir. El primero ocurrió en el Zócalo capitalino, donde se expusieron las líneas básicas del proyecto de gobierno que postularía López Obrador para 2012. El segundo fue la instalación del consejo gubernamental para la estabilidad financiera, formado sólo por funcionarios de la actual administración. En uno se sostiene la urgente necesidad de modificar aspectos sustanciales: cambiar el rumbo del país. En otro, se crea una instancia que propondrá cosas que no se harán y que supuestamente permitirá que la inestabilidad financiera nos golpee.

Ángel Guerra Cabrera
Orlando Delgado Selley
Batracio y Ricardo
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ienen razón los jóvenes cuando intentan poner todo de cabeza y buscar nuevas formas de expresarse. El teatro es un instrumento idóneo y aun cuando muchos y desde hace tiempo hemos dejado de creer que impulse a cambios inmediatos, por lo menos puede dejar en los espectadores una semillita de reflexión, a diferencia de las escenificaciones que sólo intentan divertir (lo que tampoco deja de ser del todo válido). Algunas veces el propósito se cumple y otras resulta poco feliz desde el punto de vista teatral y de revisión de nuestra realidad y de esto me ocuparé en esta nota al hablar de dos escenificaciones muy diferentes entre sí, pero que procuran hallar ecos en el público con metáforas teatrales más o menos disfrazadas.

Olga Harmony