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El sitio de  Oaxaca

Cómo estarán las cosas en Oaxaca que el triunfo de un candidato paniaguado (literalmente) como Gabino Cué es motivo de alivio. Que un representante de la vieja oligarquía sea visto como “salvador” sólo confirma que esa entidad ha padecido demasiada ignominia con el gobierno delicuencial de Ulises Ruiz Ortiz y su red de cómplices altamente letales que hasta ahora nadie ha intentado castigar.
En vísperas de los comicios del 4 de julio, Carlos Beas, dirigente de Ucizoni, describió la situación. Si la emboscada del 27 de abril a una misión humanitaria en las cercanías de San Juan Copala “hizo visible la extrema violencia que sufren los triquis”, esto mismo se vive “en diferentes partes del estado”, donde las provocaciones y agresiones “promovidas por funcionarios o miembros del PRI, que en Oaxaca son lo mismo”, han sido constantes. 
En lo que va de 2010 se advierte “el crecimiento en la espiral de violencia”, siendo la región Mixteca la que registra el más actos violentos. De manera preocupante se percibe también en los Valles Centrales. En Ixcatlán, “la banda de pistoleros del priísta Fredy Meneses ha vuelto atacar a sus vecinos de Chalcatongo, quienes no dejaron avanzar la agresión armada”. En Zimatlán de Lázaro Cárdenas los comuneros mixtecos han denunciado ataques de grupos armados (ver Ojarasca 158). En la región de Choapam, las autoridades zapotecas de San Juan Jaltepec Yaveo lanzaron una alerta “porque el poblado está sitiado por un grupo de ganaderos protegidos por la policía estatal, de la cual se dice recibieron armas de alto poder”. 
En San Agustín Etla un grupo agredió violentamente a comuneros que trabajaban en el monte y en la refriega murió una persona y quedaron heridas varias más. En Tilcajete y Jalapa del Valle “se agudizan de manera artificial” añejos conflictos agrarios, mientras Antorcha Campesina provoca enfrentamientos entre comunidades en San Juan Mixtepec. En La Cañada, los cuicatecos de Santos Reyes Pápalo denuncian un plan que busca enfrentarlos con dos pueblos vecinos. Y en San José del Progreso, priístas partidarios de una minera canadiense provocaron un choque (ver página 3).
El vocero de Ucizoni sostiene que “numerosas comunidades han denunciado en los últimos días la abierta actuación de grupos armados, todos protegidos del gobierno”. Los responsables materiales e intelectuales “han sido plenamente identificados, como en su momento lo hiciera el agente municipal de San Miguel Copala, quién denunció al diputado federal Jorge Franco como responsable de la agresión que costó la vida a cinco personas; o los comuneros de Ayoquezco de Aldama, que señalaron a un empleado de la Junta de Conciliación Agraria como responsable del enfrentamiento donde hace pocos meses murieran 6 campesinos”.
Para el citado vocero, “no es extraño que esta violencia ocurra en zonas donde la resistencia indígena ha puesto en jaque el control gubernamental”. Esta “estrategia de terror”, Ruiz ya la aplicó “de manera brutal” en 2006, “y le dio buenos resultados”. Al ordenar el ataque a plantones y barricadas “desató una escalada violenta que le permitió pactar su permanencia con Vicente Fox y Felipe Calderón”.
La enumeración de Beas, tan incompleta como cualquier otra que se intente, concluye que “Oaxaca está cercada por una banda de delincuentes con una amplia red de control, basada en cacicazgos locales, la violencia y el dinero. Oaxaca entera está bajo sitio”.

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¿Se vale soñar? Ulises tras las rejas.
Fotomontaje aparecido en http://changarrovirtual.blogspot.com