Con el título Interacciones, se agrupan las propuestas de los escultores Selma Guisande y Éric Muñoz, así como del pintor Will Berry.

La muestra multidisciplinaria, con la curaduría de Fernando Gálvez, se presentan en la Galería Ethra (Londres 54, colonia Juárez).

Para Guisande DF, 1972) el nombre que envuelve las muestras funciona muy bien porque la temática de su obra es una interacción con el espacio, con los personajes, con lo que trabajo desde hace mucho tiempo: las relaciones interpersonales, la pertenencia a los grupos.

En un principio, y durante largo tiempo, Guisande utilizó la piedra para crear esculturas. El hecho de que se haya cambiado a la cerámica, hace seis años, se debe a una cuestión muy práctica, ya que se embarazó y trabajar la piedra le resultaba complicado. Al principio, se rehusaba a trabajar el barro.

Aunque cuando vivía en Oaxaca trabajé con las artesanas que hacen los comales. Me iba al pueblo y me pasaba todo el día con ellas, comiendo, conviviendo y aprendiendo su técnica. Después, me iba con las de barro negro, con Carlo Magno, un escultor-artesano que vive en San Bartolo Coyotepec.

Mudarse al barro también cambió su forma de trabajo: La piedra permite ir a cosas más grandes, son piezas más unitarias, digamos bloques. El barro me dio la posibilidad de hacer mil piezas para una sola obra.

Además, limpió todo lo que no fuera silueta.

Interés por los grupos familiares

En el aspecto temático, Selma Guisande muestra gran interés por los grupos familiares: “Una vez fui a una terapia llamada Constelaciones familiares; allí se planteaba un problema y después se representaba a la familia con las personas participantes. Te piden que escojas a alguien para que sea tu madre o padre.

Además, es muy escultórico. Me encantaba que de repente todo el salón estaba lleno de personajes fungiendo como padres, madres, tíos, hijos y abuelos. Lo que encontré también en esta terapia es lo significativo de cuando una persona se sienta, se para y se acuesta junto a otra. Cómo se modifica en lo espacial y lo físico el entendimiento de tu estructura familiar.

La exposición de Guisande consta de nueve obras y tres maquetas. La pieza Víctima y perpetrador, por ejemplo, representa cuatro generaciones de padres y madres, para la que usó un molde establecido para la figura masculina y otra para la femenina.

Existe la posibilidad que una de las maquetas se convierta en una obra mayor: Desde que empecé a trabajar los árboles genealógicos he tenido muchas ganas de crear un santuario, donde al entrar haya un montón de figuras que representen a los padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos.

Desde su natal Tennessee, Will Berry, con ocho años de vivir en México, se percató de las muchas capas de historia de otras civilizaciones debajo de mis pies.

Su trabajo tiene que ver, entonces, con esas capas y cómo se pueden seguir apilando visualmente cosas y al hacer un corte en la superficie, a la vez que se revelan esos elementos, se crean nuevas yuxtaposiciones entre algo del siglo XVIII y del XXI.

Otro interés suyo es la luz y los materiales que por su naturaleza la reflejan. En fechas recientes ha trabajado con plomo blanco, grafito y hoja de aluminio que ha logrado oxidar lo que cambia la capacidad de reflejo al crear una pátina instantánea de tiempo. En su presente trabajo, que incluye pintura al óleo y grabados, se remite a imágenes como viejos espejos venecianos en los que la hoja de plata en la parte trasera se ha crepitado, caído u oxidado.

Éric Muñoz (Tecomán, Colima, 1974) exhibe esculturas blancas a las que considera un fósil, nacidas de formas que encuentra en el camino, ya que su laboratorio son los jardines y el campo.

Más que ser un ecologista, gusta de interpretar la naturaleza mediante su obra. También exhibe bronces de semillas y el puro contorno de las hojas.