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Brujos y videntes descartan ser charlatanes; no les preocupa resolución de la Corte

Repartimos la suerte que heredamos: chamanes del mercado de Sonora

Quienes embaucan se esconden en las líneas telefónicas esotéricas, aseguran

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Jesús Malverde, deidades de la santería cubana y amuletos de la suerte comparten espacios en los locales del mercado de SonoraFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Domingo 6 de junio de 2010, p. 31

La resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de castigar penalmente a quienes lucren con la superstición, preocupación o ignorancia de las personas no inquieta a los chamanes y videntes del mercado de Sonora.

Casi nadie conoce el caso de los hermanos Kendall y los pocos enterados asumen que la condena de ocho años de prisión a los curanderos de San Luis Potosí no se deriva de un acto de charlatanería sino de la cantidad de dinero defraudado.

Los amarres amorosos, las lociones afrodisiacas y los rituales para abrir camino permanecen al alcance del desembolso de 100 pesos por consulta y los merolicos presumen credenciales que los acreditan como artistas en vía pública.

El criterio que estableció la primera sala de la Suprema Corte no castiga prácticas espirituales ni a la medicina alternativa, penaliza a quienes de modo abusivo obtienen un beneficio económico a partir de la superstición de los otros.

En el costado oriente de La Merced un hombre manipula dos serpientes. Se dice juchiteco y en cuestión de minutos se hace de un público considerable: Mira cómo se domina a los animales. De igual manera se puede llegar a dominar la mente de las personas. Allá en mi tierra esto se practica a diario. Muchos pagan dinero que no tienen por hacer la maldad y hay quien no se tienta el corazón para quemar su casa con tal de ver arder la tuya.

Habla fuerte. Asegura que un acto de brujería le rompe la madre al matrimonio más unido y al hombre más cabrón lo vuelve cobarde. Introduce el dedo índice de su mano derecha entre las mandíbulas de uno de los animales y después lo saca pinchado y sangrante. Deja caer cuatro gotas en una carta de Tarot y su demostración termina al ofrecer algunos productos que igual garantizan prosperidad en los negocios, salud o el amor de un pretendiente indeciso.

El pasillo 8 del mercado de Sonora está atiborrado de brebajes. Ahí uno puede comprar jabón de ajo macho, la miel atrapa hombres y la loción amansa guapas.

En las trastiendas y en los tapancos de los puestos se encuentran los videntes y las mujeres que leen las cartas. Aseguran que sus trabajos están garantizados al 100 por ciento por lo que la resolución de la SCJN los tiene sin cuidado.

Para ellos su actividad está lejos de la charlatanería y la superstición. No embaucan sino que reparten la suerte que les otorgaron sus antepasados, y están convencidos de que quienes explotan la ignorancia y necesidades de las personas se esconden tras las líneas telefónicas esotéricas que se anuncian en medios electrónicos y prensa escrita.