Se vence plazo tras plazo y el desastre continúa, advierte el secretario del Interior
El gobierno, obligado a depender del sector privado para contener el derrame: Guardia Costera
Ante el avance de la marea negra hacia Cuba, Chávez envía a la isla una comisión de expertos
Lunes 24 de mayo de 2010, p. 30
Washington, 23 de mayo. La administración del presidente estadunidense, Barack Obama, enfiló sus baterías hoy a tomar medidas ante el desastre ecológico en el Golfo de México por el derrame petrolero provocado el 20 de abril pasado, tras el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon de la compañía British Petroleum (BP), en el cual fallecieron 11 trabajadores.
Ken Salazar, secretario del Interior, se trasladó este domingo a Houston, donde se encuentra la sede principal de BP en Estados Unidos, y ahí advirtió que se apartará al gigante petrolero de las operaciones para frenar el derrame de crudo si se determina que la firma no actúa como se requiere.
Si encontramos que no están haciendo lo que se supone deben hacer, los apartaremos de la manera apropiada
, sentenció Salazar, aunque no especificó cuándo podría ocurrir o qué situación lo provocaría.
Ésta es una crisis existencial para una de las compañías más grandes del mundo. Estoy enojado y frustrado porque BP ha sido incapaz de frenar la fuga
, aseguró, en referencia a los miles de millones de dólares en costos de limpieza y reparación de daños que enfrenta la petrolera.
Llevamos 33 días en este esfuerzo y se ha vencido plazo tras plazo
, agregó Salazar, en referencia al fracaso de los esfuerzos de contención realizados a la fecha.
El derrame amenaza con transformarse en un enorme desastre económico y ecológico a lo largo de la costa estadunidense del Golfo.
Salazar señaló que BP acordó pagar los costos de limpieza más allá de los 75 millones de dólares de límite exigible por la ley. Apuntó que el gobierno envió a un equipo de científicos “estrellas que actualmente llevan a cabo una operación del tipo Apollo 13” a la sede de BP en Houston.
El funcionario señaló que la mejor opción, por el momento, es el procedimiento conocido como top kill, mediante el cual se inyectan densos fluidos en la tubería dañada.
Programada para comenzar el domingo, la operación fue aplazada hasta el miércoles por la complejidad de colocar el equipo mil 500 metros debajo del nivel del mar, algo nunca hecho.
“Si top kill da resultado podremos avanzar hacia lo que es necesario: un programa que se encargue del petróleo derramado y de proteger los recursos ecológicos del Golfo. Si fracasa, tendremos que cambiar de planes, que serán llevados a cabo rápidamente.”
Desde el hundimiento de la plataforma, al menos unos 5 mil barriles de crudo son vertidos diariamente en las aguas del Golfo de México, pero expertos independientes advierten que el tamaño real del derrame podría ser hasta diez veces mayor.
Las declaraciones de Salazar ocurren luego de las de Obama el sábado, cuando denunció la falta de responsabilidad
de BP.
El jefe de la Guardia Costera, almirante Thad Allen, reconoció el domingo que el gobierno está obligado a depender de BP y del sector petrolero privado para tratar de frenar la fuga.
Dada la falta de solución hasta ahora y las dudas sobre BP, se preguntó a Allen, en entrevista en el programa Estado de la Nación, de la cadena CNN, por qué el gobierno federal no se hacía cargo completamente de la operación de contención.
Lo que hace que éste sea un desastre sin precedentes es que el acceso al sitio de descarga es controlado por la tecnología que fue usada para el drenaje, propiedad del sector privado. Ellos son necesariamente la modalidad por medio de la cual esto se va a resolver
, agregó.
Restos de crudo pesado han bañado las costas en las frágiles marismas de Luisiana, y en menor grado restos de petróleo
también han alcanzado el litoral de Misisipi y Alabama, en lo que es visto como un desastre ecológico y económico para la costa estadunidense del Golfo.
Asimismo, se esperaba para este domingo la llegada a Luisiana de la jefa de la Agencia de Protección Ambiental, Lisa Jackson, en lo que será su tercera visita a la zona para hablar con los residentes sobre los esfuerzos por mitigar el derrame petrolero. Hasta el cierre de esta edición, aún no se sabía de su llegada o reunión con los habitantes de Luisiana.
Para este lunes se espera también la llegada de la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, junto con Salazar, para la puesta en marcha, el miércoles, de otra operación de BP para contener el derrame.
Bobby Jindal, gobernador de Luisiana, fustigó la reacción tanto del gobierno como de BP ante el desastre, y se manifestó frustrado
por la lentitud para solucionar el problema.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, informó este domingo que envió una comisión de expertos para cooperar con Cuba ante el avance del derrame de petróleo.
Durante su programa dominical Aló, Presidente, Chávez dijo que la mancha viene hacia Cuba, pero son chorros de petróleo que no han podido detener. Esto, entre otras cosas, va a derrumbar los planes que tenía Barack Obama para perforar en las costas de Estados Unidos
, agregó.