Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 23 de mayo de 2010 Num: 794

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Diálogo en un cuadro de Magritte
JULIETA PIÑA ROMERO

Dos poemas
ANTONIS DEKAVALES

Los hispanistas rumanos
LEANDRO ARELLANO

José y Andrea Revueltas: de tal palo tal astilla
SONIA PEÑA

Rosalía de Castro, gallega universal
RODOLFO ALONSO

Poemas
ROSALÍA DE CASTRO

Arizona, la xenofobia y la ley
FEBRONIO ZATARAIN

Ley de odio
NATALIA ZAMORANO

Migrantes desaparecidos
AGUSTÍN ESCOBAR LEDESMA

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Columnas:
Jornada de Poesía
JUAN DOMINGO ARGÜELLES

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

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Ópera prima, del Canal 22

La idea es buenísima. Probado el éxito global de los llamados realities musicales, el intento de usar tal formato para sacar a la superficie la realidad operística de México es encomiable. Claro, habrá quienes crean que el esfuerzo no vale la pena porque la audiencia del género no es suficientemente grande, pero además de los melómanos potenciales que finalmente aprenderán criterios para disfrutarlo, hoy sabemos que el proyecto atenderá a varios miles que, por debajo o arriba de la mesa, cantan y llenan funciones en todo el país (no es casualidad que exportemos tantos tenores). Ejemplo de ello es la velocidad con la que, sin publicidad de por medio, se acaban los boletos para escuchar a intérpretes como Rolando Villazón.

Justamente son figuras como él, María Alejandres y Gilda Cruz-Romo, las que avalan esta Ópera prima, las voces del bicentenario, serie del Canal 22 enaltecida por la jerarquía de quienes la animarán semana a semana. Hablamos de un director musical con probada trayectoria y talento, José Areán (director de orquesta que ha tenido a su cargo el Festival de México en el Centro Histórico, la Compañía Nacional de Ópera y la Orquesta de Minería), así como de los especialistas Mauricio García Lozano, Teresa Rodríguez y Gabriel Mijares, quienes serán los académicos apoyados por un jurado en el que destacan Ernesto de la Peña, Lázaro Azar, Fernando Álvarez del Castillo, Sergio Vela e Ignacio Toscano, además de los directores escénicos Mario Espinosa, Benjamín Cann, Juliana Faesler y Joan Dornemann (met de Nueva York). Una magnífica selección de personalidades con largas y prolíficas trayectorias a quienes debemos mucho de nuestro movimiento teatral y musical, ergo, operístico, en la que también hubiera sido interesante ver a un periodista experto, como Juan Arturo Brennan, que brindara una visión externa, relacionada con las audiencias regulares.

Ahora bien, ¿cómo es el show? Se trata de veintidós concursantes de once estados, elegidos de entre 669 candidatos de todo el país, a quienes veremos prepararse para dar conciertos de gala cada domingo por la noche, todo desde el Centro Nacional de las Artes. Parecido inevitablemente a La academia, Operación triunfo o American Idol, su contenido es harto distinto. De ahí que lo llamen “el primer reality cultural de México”.

Ahora bien, si se trata de montarse en un esquema que busca audiencias masivas, habría que ir aligerándolo. ¿Cómo? Logrando pronto que su conductora, la bella actriz Claudia Ramírez, le dé naturalidad a un guión que, por su cuenta, comenzó jugando con símiles futboleros (“los tenores son los goleadores de México en el extranjero”), para poco a poco irse poniendo áspero. Asimismo, esperamos que trabajen mucho en asuntos aparentemente superfluos, como la vestimenta y la apariencia de jueces, concursantes y académicos, pues resultará extraño verlos trabajar en torno al espectáculo operístico sin tomar en cuenta que, justamente, se hallan filmando un programa de televisión. Y es que el abuso de ropa negra y tomas cerradas con ediciones caóticas ha sido uno de los males acentuados en el Canal 22 de hoy.

Una última observación: desaprovechando los materiales de audición enviados por tan variopintos aspirantes, un lujo explotado en programas de igual factura, en la primera emisión los gozamos poco y, cuando sucedió, fue en pantalla reducida, entrando o saliendo a comerciales y, para acabarla de amolar, con música de fondo, lo que impedía sonreír ante el humor involuntario o el talento sorpresivo de jóvenes más o menos amateurs. Parecido fue el resultado al momento de dar a conocer a los seleccionados, a quienes se mostró con poco balance y creatividad.

Pero, ¿qué hay sobre los premios? Apoyado por el comité del bicentenario a través de la Secretaría de Educación Pública y el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, entre otras instituciones públicas y privadas, los incentivos de Ópera prima son de celebrarse: becas del fonca de 30 mil pesos mensuales por tres, dos o un año, dependiendo de la posición obtenida, así como participaciones con la Orquesta Carlos Chávez y con la Compañía Nacional de Ópera; papeles con orquestas de Francia, Xalapa, Sinaloa y Yucatán; participación en el Festival Cervantino; una beca para el taller de Plácido Domingo y un Premio del Público por 50 mil pesos.

Comenzado el pasado domingo 9 de mayo, hoy por la noche (21:00 horas) veremos la segunda gala del programa, misma que recomendamos seguir semanalmente al lector, pues todo pinta para que se convierta en un éxito cultural, sí, pero con altas dosis de entretenimiento. Que así sea.