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El 18 de marzo fue arrestado afuera de un templo en Celaya

Formal prisión a cura en Guanajuato; le imputan corrupción de menores
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 20 de abril de 2010, p. 34

San Miguel de Allende, Gto., 19 de abril. El sacerdote católico Laurencio Pérez Mejía está formalmente preso en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de San Miguel de Allende, donde espera que el juez primero penal le dicte sentencia por corrupción de menores, informaron fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

El 18 de marzo de 2010, policías ministeriales arrestaron al clérigo afuera del templo de la comunidad Rincón de Tamayo, municipio de Celaya, en cumplimiento a una orden de captura girada el 26 de junio de 2006.

Laurencio Pérez se reservó el derecho a declarar y presentar pruebas en su favor, porque entregó una confesión por escrito en la cual aceptó las acusaciones de corrupción en agravio de una niña de 14 años originaria de San Miguel de Allende, detalló la fuente.

El 22 de marzo pasado, en el proceso B-86/06, el religioso fue declarado formalmente preso sin derecho a la libertad bajo caución, pues corromper a menores es un delito grave en el estado.

El sacerdote, además debió pagar 10 mil pesos como parte de la reparación del daño que causó a la menor, dijo el informante. Pérez Mejía está confeso, pero tramitó un amparo ante la justicia federal que ha impedido al juez penal emitir la sentencia correspondiente, explicó.

La orden de captura contra Laurencio Pérez fue consecuencia de que a finales de 2005, la policía de San Miguel de Allende arrestó a una mujer, un hombre y al sacerdote, que se liaron a golpes afuera del templo de San Luis Rey, ubicado en la colonia del mismo nombre.

En la Dirección de Policía se determinó que la razón del pleito fue que Laurencio Pérez inducía a la hija del matrimonio a ingerir bebidas alcohólicas y le tocaba el cuerpo constantemente. Poco después, la diócesis de Celaya lo cambió de templo.

La procuraduría no lo había detenido porque el señor se andaba ocultando, y no se le localizaba hasta que fue ubicado en una parroquia de Rincón de Tamayo (comunidad ubicada en el municipio de Celaya), señaló la fuente al interior de la PGJE.