Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 18 de abril de 2010 Num: 789

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

De premios y desengaños
LUIS RAFAEL SÁNCHEZ

Poema
FRANCISCO TORRES CÓRDOVA

En la ficción no existe
el no

RICARDO YÁÑEZ entrevista con JULIETA EGURROLA

Época
JAVIER SICILIA

Guido Picelli, comandante antifascista
MATTEO DEAN

La trilogía Millennium: el límite de la inquina
JORGE GUDIÑO

Leer

Columnas:
Señales en el camino
MARCO ANTONIO CAMPOS

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA

El Mono de Alambre
NOÉ MORALES MUÑOZ

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
Núm. anteriores
[email protected]

 

Marco Antonio Campos

Otros han de morir

Hace unas semanas salió al público el video Palabras en reposo, dirigido por el cineasta y documentalista Modesto López, editado por Pentagrama. El título se tomó del útimo –gran– libro de poemas de Alí Chumacero. El video tiene como centro irradiador los 90 años del poeta, cumplidos en 2008, y más puntualmente, el homenaje que le organizó Bellas Artes para la ocasión. En el video hay entrevistas a Alí y a amigos cercanos, lecturas que hace Alí de sus propios poemas, fotografías de época, escenas e imágenes fílmicas tomadas de documentales o tomadas por el propio Modesto López, el poema “En el desierto” cantado por Rafael Mendoza…

Alí lee aquí cinco poemas: “Losa del desconocido”, que lo escribió como un epitafio prematuro, el magistral “Monólogo del viudo”, el cual Gabriel Zaid fue el primero en destacarlo como una joya sombría, y tres piezas líricas a la mujer como el becqueriano “Poema de amorosa raíz”, “Inolvidable” y “Amor es mar”. Después de todo, él diría, el amor es el centro de la lírica. En su misma obra la calcula como temática en cosa de 60%.

Los actores tienden a sobreactuar la lectura de los poemas y los declamadores a llevarlo a una dramatización cursi. Más allá de cómo los lea, lo importante es oír a cada poeta decir sus versos. Al leer sus poemas, Alí suele subir, bajar o mover la cabeza, dar una entonación un tanto enfática y alargar la última vocal de cada verso.

Hay en el video los testimonios de Juan Gelman, de Hugo Gutiérrez Vega, de Carlos Montemayor, de Luis Chumacero, de Jorge Asbún y el mío. De Eduardo Lizalde, Dolores Castro y Jaime Labastida son reproducidos momentos de sus inteligentes intervenciones cuando hablaron en el homenaje que Bellas Artes le organizó a Alí en junio de 2008. Casi todos subrayan de Alí en poesía la obra breve y perfecta, que tiene, o parece tener, como las de López Velarde o Jaime Sabines, una sola e intensa unidad de emoción. De los entrevistados, por ejemplo, Gelman resalta de Alí la vitalidad de fuego y su admirable sentido del humor; Gutiérrez Vega, quien lo califica muy bien como irreverente, menciona las ciudades donde vivió, su pasión por las revistas y los libros y, claro, la belleza irrepetible de “El responso del peregrino”; Carlos Montemayor resalta la condición que tuvo como compañero de viaje de Alí por muchos años en el Centro Mexicano de Escritores, e igual que Gelman alaba el prodigioso oído que ha tenido para oír o escribir los versos; Luis Chumacero, quien tiene una biblioteca casi tan enorme como la de su padre, recuerda cuando lo acompañaba a comprar libros de viejo en las calles de Donceles y Cuba. Gelman habla de que a veces, sin pretender entenderlo, lee en voz alta sus poemas y se deja llevar sólo por la música de las palabras; si se presta atención al poema musicalizado y cantado por Rafael Mendoza se notará cómo la música de las palabras nos lleva, verso a verso, a una experiencia parecida: a entrar como en una espiral y a tener una sensación como de vértigo.

Alí ha repetido que el mundo ha girado para él alrededor de los libros: ya enmendándolos como corrector de pruebas en Talleres Gráficos de la Nación y en el FCE; ya reuniendo material para hacer obras completas como las de Xavier Villaurrutia y Gilberto Owen; ya ha ciendo su acopio para formar una biblioteca de aproximadamente 40 mil volúmenes, en gran parte muy bien seleccionada, y ya, claro, escribiendo sus propios libros de poesía y crítica. Gran número de solapas de los libros del FCE de los decenios de los cincuenta y sesenta las redactó Alí.

El poeta de Nayarit estudió en la infancia y adolescencia siete años piano y anheló ser pintor, pero a los once años se decidió afortunadamente por la lectura. Entre la investigación científica y la exaltación de la poesía, desde siempre Alí se ha inclinado por los instantes de belleza. Admirador del romanticismo alemán, ha dicho con Hölderlin: “Pero lo que perdura/ fúndanlo los poetas”.

“Otros han de morir”, escribió Alí en una línea melancólica de su inolvidable epitafio “Losa del desconocido”. Alí, quien primero nos prometió que sería inmortal, y luego que sólo viviría 500 años, quizá viva un poco menos. Todos tendremos que irnos con nuestra música a otra parte, pero si alguien quiere recordar mínimamente a Alí, además de leer sus libros, puede ver cuando quiera en su casa este notable video de Modesto López donde se sintetiza muy bien quién fue nuestro poeta.