Sociedad y Justicia
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La orden fue creada para satisfacer los intereses inconfesables de su promotor

Víctimas de Maciel: la Legión debe desaparecer o refundarse

Exigen que se reparen daños a los afectados por los abusos sexuales del religioso

 
Periódico La Jornada
Martes 30 de marzo de 2010, p. 33

La Asociación de Ayuda a Afectados por las Enseñanzas del Grupo Religioso Legionarios de Cristo, inscrita en España, en respuesta a los comunicados emitidos por la congregación y su director, Álvaro Corcuera, en los cuales admitieron los abusos de Marcial Maciel, afirmó que la orden es obra de un manipulador que la fundó a su imagen y semejanza para satisfacer sus intereses inconfesables.

En un mensaje a la opinión pública, Emilio Bartolomé, presidente de esa agrupación –integrada por víctimas del sacerdote mexicano que están en todo el mundo–, consideró que es tiempo de convocar a un capítulo general para refundar o desaparecer la Legión de Cristo.

La situó, desde un punto de vista espiritual, como el gran leviatán que toma las buenas acciones de los demás y las hace suyas, olvidándose de ese modo de que sólo la gracia de Dios produce la santidad.

A partir del trabajo que desarrolla la agrupación desde hace años y mediante su brazo secular Regnum Christi, reuniendo a víctimas de los Legionarios de Cristo, dijo que las verdaderas obras de la congregación fundada por Maciel son:

Separar familias, manipular la virtud de la obediencia y convertirla en sumisión, considerar a las personas como medios para conseguir sus fines y valorarlas solamente en la medida en que pueden ser útiles para conseguir los intereses propios.

Además, aislar a sus miembros impidiéndoles el contacto con el exterior, incluida la lectura de periódicos o de Internet, de modo que así sea más fácil manipular las conciencias; considerar el éxito apostólico como la cantidad de personas que aumentan el Regnum Christi, el número de colegios construidos y la cantidad de dinero que se recauda, no otras consideraciones más espirituales.

Bartolomé manifestó que luego de que la Legión de Cristo reconoció los pecados de Maciel, sólo queda un camino: reparar daños a las víctimas, según las exigencias de justicia y caridad cristiana, y luego convocar a un capítulo general para refundar o desaparecer la orden.

Deseó, en nombre de la asociación que desde hace años ha exigido a los Legionarios de Cristo y sus superiores reconocer las acciones llevadas a cabo por su fundador y ofrecer disculpas a las víctimas, que prevalezca lo mucho de bueno que hay en las personas que pertenecen a la congregación, y sean capaces de dar respuesta positiva a la Iglesia y a la sociedad en su conjunto, que los necesita.

Planteó dos modos de admitir el por qué de los comunicados emitidos la semana anterior por la congregación: obligados por las circunstancias o como caballeros. En este caso, el padre Corcuera ha elegido el segundo, pues no solamente se admiten los hechos, sino que se reconocen los errores y existe un propósito de enmienda.

Emilio Bartolomé dijo entender bien que haya tomado tiempo a los superiores de la orden asimilar los hechos denunciados, aunque discrepó de la idea de que Maciel haya sido el instrumento de Dios para crear la Legión.

Primero, apuntó, porque aún reconociendo que los designios de Dios son inescrutables y que su presencia en el mundo se realiza de modo misterioso, no es posible que inspire a los impíos.

Además, “Maciel era un sacerdote excomulgado por los gravísimos pecados cometidos, en concreto el de absolver al cómplice (en mayo de 2006 se dio a conocer que El Vaticano resolvió que el mexicano era culpable de abuso sexual contra menores. Un mes antes, la Congregación para la Doctrina de la Fe le aplicó la máxima suspensión canónica a divinis, con lo cual le impidió realizar acciones sacerdotales en público. En pocas palabras, lo redujo a laico)”.

Por todo ello, indicó el ex legionario, consideramos desde esta asociación que Dios no inspiraba a Maciel, y si lo hacía alguien ciertamente no era Dios.

La asociación y su rama seglar, Regnum Christi, se crearon para denunciar prácticas que van contra la justicia y la caridad cristiana, según se afirma en su página de Internet.

En ella, ex legionarios y ex integrantes de Regnum Christi y sus familiares cuentan sus experiencias, denuncian la política de desarraigo familiar que practica ese grupo religioso y ofrecen orientación legal para quien lo requiera.