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Las buenas hierbas, de María Novaro, la más premiada del encuentro, que culminó ayer

Perpetuum mobile, mejor cinta mexicana de ficción del FICG

Carlos Carrera recibió el galardón de dirección, con De la infancia, por su virtuosa narración, señaló el jurado

Jorge Sánchez Sosa, director del festival desde 2006, anunció su renuncia al cargo

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Arriba, Úrsula Pruneda (derecha) celebra con María Novaro, directora de Las buenas hierbas, en el FICGFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 20 de marzo de 2010, p. 7

Guadalajara, Jal., 19 de marzo. La película Perpetuum mobile, de Nicolás Pereda, obtuvo el Mayahuel de Plata al mejor largometraje mexicano de ficción del 25 Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), que este viernes llegó a su fin.

Carlos Carrera, por De la infancia, obtuvo el premio al mejor director, mientras Las buenas hierbas, de María Novaro, alcanzó el de mejor fotografía para Gerardo Barroso, mejor guión para Novaro y mejor actriz para Úrsula Pruneda. El mejor largometraje documental mexicano se lo llevó Presunto culpable, de Roberto Hernández y Geoffrey Smith.

Perpetuum mobile fue galardonada con 150 mil pesos en especie a mejor película de ficción mexicana, por su fresca y original representación de la fragilidad humana y la desintegración de la familia contemporánea; película aparentemente simple, pero inmensamente profunda.

Carlos Carrera obtuvo el premio a mejor director según el jurado por su visual y virtuosa narración, exquisita destreza, magnífica dirección del reparto de actores y su majestuosa construcción de puesta en escena.

Las buenas hierbas recibió un premio por 50 mil pesos patrocinado por HBO-Cinemax por mejor largometraje mexicano de ficción. Además, el guión de María Novaro obtuvo el galardón por la ingeniosa narrativa que enlaza una tierna historia multigeneracional del trabajo, legado y autodescubrimiento de las mujeres.

De la misma película, Úrsula Pruneda se llevó el premio a mejor actriz, por su sutil, pero poderosa interpretación de una joven mujer encontrándose a una tremenda pena personal. Gerardo Barroso fue designado el mejor fotógrafo, por crear texturas y convertir hábilmente una mezcla dispar de imágenes en un todo orgánico.

Damián Alcázar, por De la infancia, y Unax Ugalde, por Cefalópodo, obtuvieron el premio al mejor actor. La mejor opera prima fue Cefalópodo, de Rubén Ímaz, por su potente externalización del viaje físico e interno de un joven. Asimismo, las películas Las buenas hierbas y Perpetuum mobile fueron recomendadas para que participen en los Globos de Oro.

Iberoamérica

Presunto culpable ganó 75 mil pesos en especie para apoyar en su estreno comercial, y el jurado encomió el avance del género documental en México, tanto por la cantidad y calidad de los trabajos y la diversidad temática como por la búsqueda de nuevas formas de expresión.

La realizadora colombiana Cristina Escoda fue premiada por como mejor directora de cortometraje iberoamericano, con 30 mil pesos, por Alijuna. El mejor cortometraje mexicano fue Si maneja de noche procure ir acompañado, de la directora Isabel Muñoz Cota, a quien le otorgaron 30 mil pesos.

En mejor cortometraje de animación, categoría recién creada, se llevó el Premio Rigoberto Mora la película Luna, dirigida por Raúl y Rafael Cárdenas, con un premio de 10 mil dólares.

Os famosos e os duendes da morte, de Esmir Filho, ganó el premio del público al mejor largometraje iberoamericano de ficción.

El premio Las cámaras de la diversidad: audiovisual indígena y comunitario, dotado con 2 mil dólares fue para Terras, de Maya Da-Rin.

El premio Guerrero de la prensa reconoció como mejor película de ficción mexicana a De la infancia, de Carlos Carrera, porque ofrece un drama efectivo que permite entender, a través de la mirada infantil, la violencia intrafamiliar que se vive en nuestros días.

El mejor largometraje iberoamericano de ficción fue para Retratos en un mar de mentiras, del colombiano Carlos Gaviria, quien además del Mayahuel recibirá 150 mil pesos. El premio especial del jurado para largometraje iberoamericano de ficción fue para Zona sur, del boliviano Juan Carlos Valdivia.

El mejor director en largometraje iberoamericano de ficción fue para Sebastián Cordero, por Rabia, coproducción de España, Colombia y México.

La mejor opera prima iberoamericana fue para La Yuma, cuyo director nicaragüense, Florence Jaugey, se lleva además 75 mil pesos. El mejor guión para largometraje iberoamericano de ficción lo obtuvo Zona sur, también de Juan Carlos Valdivia.

En largometraje iberoamericano de ficción el premio a mejor actor lo compartieron Gustavo Sánchez Parra, por Rabia, y Pascual Loayza, por Zona sur. En la misma categoría la mejor actriz fue también un premio compartido entre Paola Baldión, por Retratos en un mar de mentiras, y Alma Blanco, por La Yuma.

También en largometraje iberoamericano de ficción el premio a la mejor fotografía fue para Enrique Chediak, por Rabia, y para Mauro Pinheir Jr, por Os famosos e os duendes da morte.

Se decidió además recomendar las películas Rabia y Retratos en un mar de mentiras para que participen en los Globos de Oro 2011.

Cambios en el festival

El director del FICG, Jorge Sánchez Sosa, anunció su renuncia al cargo tras cinco años de presidir el festival. Sánchez Sosa señaló que tomó la decisión hace cuatro meses, pero prefirió no hacerla pública para no distraer la atención de los medios.

Sosa, quien desde 2006 estaba al frente del FICG, no quiso abundar sobre los motivos de su renuncia, pero el ex rector de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López –a quien la mañana de este viernes se le entregó un reconocimiento en el Congreso del Estado por sus aportes a la cultura– afirmó que obedecía estrictamente a motivos personales y familiares. Entre los nombres que se manejan para la sustitución está el de la directora del Instituto Mexicano de Cinematografía, Marina Stavenhagen.