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Le parece inaceptable haber exigido dinero a la Legión de Cristo a cambio de silencio

Rompe con sus clientes el abogado de los hijos mexicanos de Marcial Maciel

Demandar indemnización es legal; la cuestión es pretender cobrar por callar, dice el letrado

 
Periódico La Jornada
Martes 9 de marzo de 2010, p. 13

El abogado José Bonilla Sada, director del bufete jurídico que representaba a los hijos mexicanos de Marcial Maciel Degollado, fundador de la Legión de Cristo, anunció este lunes que rompió relaciones con sus clientes, ya que a ese despacho legal le parece inaceptable que los jóvenes hayan pedido dinero a cambio de guardar silencio.

Primero, en un comunicado difundido ayer, el litigante expuso que el bufete Bonilla & Sada Abogados dejó la representación legal de los hijos mexicanos de Maciel en su demanda contra esa congregación religiosa por concepto de derechos hereditarios y reparación del daño moral.

El boletín de prensa refirió que los hijos del fundador de los legionarios, quienes el pasado 3 de marzo declararon en el noticiario radiofónico de la periodista Carmen Aristegui (Noticias MVS, primera emisión) que habían sufrido abusos sexuales por su padre, no consultaron con quienes fueron sus abogados la decisión de hacer públicos los abusos.

Luego, en diversas entrevistas radiofónicas Bonilla abundó en las razones que lo llevaron a dejar la asesoría legal que su bufete daba a los hijos de Maciel.

El litigante explicó que, aunque está de acuerdo en que los hijos del sacerdote michoacano exijan, por las vías jurídicas conducentes, una indemnización de los legionarios de Cristo, con lo que no estamos de acuerdo es que los jóvenes hayan pedido dinero a cambio de su silencio. Eso es inaceptable.

La semana pasada, durante el noticiario referido, José Raúl González, quien dijo ser hijo natural de Maciel y de Blanca Estela Lara, afirmó que su padre abusó por primera vez de él cuando tenía ocho años de edad, en Colombia.

Omar, también hijo de Blanca Estela, pero no de Maciel –aunque supuestamente fue adoptado por éste–, señaló en la misma entrevista que también padeció los abusos sexuales del sacerdote.

Un día después de estas acusaciones contra el fundador de los legionarios, la congregación hizo pública una carta que el sacerdote Carlos Skertchly escribió a José Raúl González el pasado 12 de enero, en la que revela que éste pedía hasta 26 millones de dólares de compensación para callar la verdad.

Los abogados precisaron en el boletín, que fue difundido a medios de comunicación españoles y mexicanos, que la reclamación legal que por concepto de indemnización por daño moral han hecho (los hijos de Maciel) al haber sido sujetos de abuso sexual, se encuentra contemplada expresamente en el artículo 1916 del Código Civil para el Distrito Federal.

Ese artículo prescribe que cuando un hecho u omisión ilícitos produzca un daño moral, el responsable del mismo tendrá la obligación de repararlo mediante una indemnización en dinero.

Respecto de que José Raúl González intentó cobrar a los legionarios 26 millones de dólares para el y sus hermanos a cambio de su silencio, Bonilla expresó: Se ha insinuado que yo estaría detrás de ese dinero, lo cual es falso, y por eso es mejor aclararlo ahora y separarme de cualquier vínculo con la mencionada familia.

El litigante expuso que nos hemos percatado de que las declaraciones públicas hechas por  Blanca Estela Lara Gutiérrez (con quien el fundador de los Legionarios de Cristo convivió tres décadas) y sus hijos Omar, José Raúl y Cristian González Lara son una versión distinta en algunos puntos sustanciales que difieren de lo que originalmente nos narraron.

José Bonilla es autor del blog http://conlajusticia.wordpress.com, en el que han documentado diversos casos de pederastia clerical. Justamente mediante ese blog que los tres hijos de Maciel –fallecido hace dos años– contactaron a José Bonilla para que los representara.

La Legión de Cristo fue fundada por Marcial Maciel en México en 1941. El pasado 22 de febrero, la congregación ofreció disculpas a las personas afectadas por los actos inmorales de la vida personal de su fundador, según las palabras de su secretario general, Evaristo Sada.