A un año de haber asumido las riendas de la presidencia del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Consuelo Sáizar rechaza que la gestión cultural de la administración panista obedezca a la lógica del mercado.

No obstante, reconoce que la iniciativa privada aporta mucho más de lo que se pudiera pensar en proyectos del consejo, aunque siempre, aclara, con un espíritu de servicio al pueblo mexicano.

En entrevista con La Jornada, la ex directora del Fondo de Cultura Económica, considera que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es el directamente responsable de permitir que las zonas arqueológicas se utilicen como escenarios para conciertos. Y revira: por eso hablo de la urgencia de regular el andamiaje jurídico del CNCA.

El INAH sí tiene personalidad jurídica propia, en contraste con el CNCA, su órgano rector.

Al respecto, Fernando Serrano Migallón, secretario cultural y artístico del consejo, presente en la charla, detalla que el CNCA nació mal y ha crecido mal; no tiene personalidad jurídica y debe coordinar otras dependencias que sí la tienen y son organismos descentralizados o fideicomisos con posibilidad de actuar, eso hace que la situación sea muy complicada.

Agrega que corresponderá al Congreso de la Unión, al presidente Felipe Calderón y al titular de la Secretaría de Educación Pública, Alonso Lujambio, determinar cuál de las propuestas para corregir esa anomalía legal, que el CNCA les presentará, es la mejor para la institución.

El espíritu ferviente que nos anima es no seguir posponiendo decisiones. Sería lo más aproximado a un proyecto cultural, añade Sáizar.

Resalta que durante los recientes 12 meses le tocó administrar el mayor presupuesto en la historia para el sector cultural y 2009 lo terminamos sin subejercicio. Además, encontramos respuestas a problemas estructurales, como la falta de un proyecto tanto jurídico como administrativo que vincule a todas las áreas y evite la duplicidad de funciones.

Respecto de la Biblioteca Vasconcelos, la llamada megabiblioteca que en su momento fue concebida para ser el cerebro electrónico de la amplia red de bibliotecas públicas del país, Consuelo Sáizar afirma que el recinto funciona en tres niveles: el primero consiste en “ofrecer un servicio a un sector de la ciudad; eso se está cumpliendo a cabalidad, es una biblioteca que los muchachos de las colonias Morelos, Guerrero y Santa María aprovechan de una manera conmovedora.

El segundo es ser el gran cerebro para todas las bibliotecas de los estados. Por primera vez se presentó el director de bibliotecas en una reunión nacional de cultura y el proyecto que planteó tiende hacia allá. Claro, no se puede materializar en unos cuantos meses, es a mediano plazo, pero con inversión y trabajo coordinado con las entidades podremos llevarlo a cabo con éxito. Y el tercero es establecer un modelo innovador de gestión para bibliotecas.

Pulcritud y honestidad

–Se habla de que el CNCA lleva a cabo una política cultural mercantil –se insiste a Sáizar.

La funcionaria responde: Por supuesto que no es mercantilista, es una gestión responsable, porque manejamos recursos públicos. El dinero que recibe el CNCA para la creación, el patrimonio y la educación viene del pago de impuestos de los mexicanos. Estamos obligados a trabajarlos con la mayor responsabilidad posible, con la mayor pulcritud y honestidad. Ese es el mensaje de esta administración.

–¿Austeridad es pobreza?

–No, me refiero a austeridad en la institución.

–¿En lo administrativo o recortar recursos a los proyectos?

–No se ha recortado recursos a ningún proyecto.

–La ópera La Bohéme que presentaría en abril de 2009 la compañía del teatro municipal de Santiago de Chile se canceló.

–Cuando tienes 19 millones de pesos para la Compañía Nacional de Ópera y con ello debes pagar 3 millones de dólares para dos funciones, perdónenme, pero fue la comunidad misma quien me pidió la cancelación después de estudiarlo. Tomamos una decisión responsable.

–¿Qué reglas hay para la intervención de la iniciativa privada en proyectos del CNCA?

–En general, la iniciativa privada pone mucho más en muchos proyectos que lo que se pudiera pensar. Hay aportaciones notables para llevar a cabo muchos proyectos.

En cuanto a este trabajo de colaboración, en el CNCA siempre tenemos presente algo que nunca se pone en duda: se realiza con un espíritu de servicio al pueblo mexicano.

–También existe la impresión de que se entregó a Televisa y Televisión Azteca el protagonismo en los festejos del bicentenario y el centenario, ¿estará el CNCA ausente o difuminado ante el trabajo que en torno a esas efemérides realizan las televisoras?

–Hay un programa muy amplio de actividades. El consejo tiene una enorme responsabilidad en esta agenda. Nos sentimos satisfechos de lo que hemos planeado y de lo que vamos a presentar en la celebración más importante del siglo.

Los relevos oxigenan

–Desde hace unas semanas hay rumores en el sentido de que habrá nuevo relevo en la presidencia del CNCA.

–Una de la buenas cosas que tienen las instituciones es que cuando hay relevos siempre se oxigenan. Personalmente puedo decir que estoy muy ocupada trabajando, con profunda emoción, pero los cargos públicos son sólo eso, cargos públicos.

Siempre hay muchos rumores, parece ser que el deporte preferido es encontrar todos los días un nuevo presidente para el CNCA; lo cierto es que estamos muy ocupados con muchos proyectos y muy entusiasmados con ellos.