Sociedad y Justicia
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No se estructuró un sistema de inteligencia epidemiológica, informa

Detecta ASF irregularidades en recursos para salud de 2008
 
Periódico La Jornada
Viernes 19 de febrero de 2010, p. 38

El Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (Cenavece) y la Secretaría de Salud (Ssa) ejercieron en el año 2008 un presupuesto total de mil 367 millones de pesos en actividades de vigilancia y control epidemiológico de enfermedades transmisibles.

Esto pese a que no se cumplió el compromiso de estructurar un sistema de inteligencia epidemiológica para la generación y posicionamiento de información sobre el estudio de casos sospechosos, probables, confirmados, compatibles o descartados de padecimientos transmisibles, que coadyuve a la toma de decisiones para la prevención y el control de estos.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) expone en el Informe del Resultados de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2008 que el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave) no dispuso de capacidad de intercambio de datos, de módulos de análisis estadístico automatizado ni de sistemas de alerta temprana; la vigilancia epidemiológica se realizó con recursos, eficiencia y calidad en la generación y posicionamiento de información relativa a la notificación de la presencia de padecimientos transmisibles.

A raíz del incumplimiento del compromiso referido –cuatro meses después, en abril de 2009, se presentaron los primeros casos de la influenza A/H1N1–, el Cenavece y la Ssa no actualizaron la NOM-017 para la vigilancia epidemiológica, a efecto de convertirla en un instrumento adecuado para la notificación de enfermedades transmisibles.

Además, “no lograron atender el compromiso de incluir nuevos actores en la generación de inteligencia epidemiológica: 90 por ciento de los 21 mil prestadores de servicios sanitarios registrados en el Sistema Nacional de Salud correspondieron a instituciones públicas; la participación de la medicina privada fue marginal.

El Cenavece y la Ssa no dispusieron de información documental que permitiera aclarar y justificar por qué siete de las 75 enfermedades transmisibles señaladas en la NOM-017 para la vigilancia epidemiológica fueron excluidas de las acciones de notificación semanal; y tampoco contaron con evaluaciones de la calidad de los procedimientos de compilación y verificación de la información epidemiológica para 94.0 por ciento de los padecimientos transmisibles sujetos a notificación obligatoria.

En el grueso de las fallas consignadas por el ente auditor tampoco se garantizó la confiabilidad de las cifras consignadas del Sistema Único Automatizado de Vigilancia Epidemiológica, la cual generó la información relativa a la notificación semanal de casos nuevos de enfermedades transmisibles.

Con la aplicación de los recursos financieros, se constató que en las acciones orientadas a dirigir y coordinar el Sinave se erogaron mil 367 millones de pesos, de los cuales 90 por ciento –mil 231 millones– se destinaron a coordinar la operación del Sinave.

En cuanto a la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios, la ASF revisó los registros de medicamentos y comprobó que el ente auditado “carece de una base de datos o registro que permita contar con información veraz respecto de los registros que expide. “