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El partido del sol azteca considera que el instituto verá amenazada su autonomía

El IFE tiene previsto que en agosto próximo comenzará a emitir la nueva credencial

Partidos políticos temen que no se tenga la capacidad operativa para actualizar el padrón

 
Periódico La Jornada
Martes 16 de febrero de 2010, p. 13

Las previsiones del Instituto Federal Electoral (IFE) para iniciar la expedición de la cédula de identidad y credencial para votar (CICV) –de prosperar el convenio con la Secretaría de Gobernación– indican que el nuevo documento comenzaría a entregarse en agosto de este año.

El calendario planteado implica que en enero de 2011 se comenzarían a emitir más de 3 millones de credenciales mensuales y se tendría previsto que en marzo de ese año se canalizarían recursos para incrementar la capacidad instalada del IFE a efecto de tener el poder de respuesta a la demanda ciudadana y los requerimientos institucionales.

A un ritmo promedio superior a los 3 millones de credenciales mensuales, el organismo proyecta gestionar 82.5 millones de nuevas credenciales para diciembre de 2012.

Las previsiones anticipan que en enero de 2012 pudiera haber un incremento sustancial que alcance los 5 millones de credenciales, justo al cierre del plazo de actualización de cara a los comicios federales de ese año.

En el documento que fue presentado a los partidos políticos en la reunión de la Comisión del Registro Federal de Electores se considera que la CICV formará parte de una política integral que garantice a todos los ciudadanos el derecho a la identidad. Se asume que la expedición de este nuevo documento será un incentivo adicional para que el ciudadano actualice sus datos en el padrón electoral.

Sin embargo, durante la reunión, los partidos políticos expusieron críticas y dudas sobre los alcances de un eventual convenio entre Gobernación y el IFE: el condicionamiento de los derechos políticos de los ciudadanos a inscribirse en la base de datos del gobierno, el impacto en la autonomía del IFE que tendría el esquema sugerido, la creación de un plazo que concuerda exactamente con el calendario sexenal, entre otras.

Ligado a este aspecto, se cuestionó la capacidad que tendría la dependencia para emitir la clave única de registro de población (CURP) biométrica al mismo ritmo que la sustitución de la credencial de elector que hará el IFE. Esto en función de la capacidad instalada que ya tiene el instituto y de la que el gobierno federal carece.

La propuesta entregada a los partidos formaliza que para que el IFE pueda expedir la CICV con valor de identificación oficial: la CURP biométrica será un requisito indispensable para que los ciudadanos tramiten la CICV. Y agrega que la credencial para votar dejará de ser aceptada como medio de identificación oficial y únicamente se preservará su validez para sufragar en términos de ley.

Para el Partido de la Revolución Democrática (PRD) esta definición implica que existirá una dependencia del IFE en la expedición de la CICV con respecto al gobierno federal, lo cual pondría en riesgo la autonomía del instituto. Lo anterior en razón de que se impone al ciudadano el requisito de darse de alta en la base de datos de Gobernación –obtener la CURP biométrica– como paso previo para acudir al IFE.

Al respecto, el consejero electoral Benito Nacif destacó la importancia de avanzar hacia la consolidación de una sola credencial que unifique los objetivos de ambas partes, es decir, tanto la obligación de estar en el registro ciudadano como el derecho a ejercer el voto.

A su juicio, es perfectamente posible conjuntar ambos objetivos en un instrumento de identidad, si bien dejó claro que se mantendría la posibilidad de mantener la emisión de la credencial de elector –sin CURP biométrica– a efecto de no vulnerar los derechos políticos.

Sin embargo, imponer plazos fue una parte central que concentró críticas, pues de acuerdo con el documento, el IFE se pone como objetivo la meta de emitir 82.5 millones de credenciales entre el inicio del programa en 2010 y su finalización en 2012.

La cifra mencionada implica no sólo la sustitución de todas las credenciales en la actualidad, sino también la incorporación de los jóvenes de 18 años proyectada a 2012 y el cambio ordinario de credenciales por pérdida o cambio de domicilio.