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Políticos ven peligrar su eternización en el usufructo del poder, afirma Paulina Fernández

Acoso a zapatistas, porque echan a perder negocio a gobierno y partidos: experta

Se requiere una revolución diferente a la de 1789, opina Javier Sicilia en seminario de reflexión

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El zapatismo es el movimiento social más importante de nuestro tiempo, expresó Corinne Kummar durante su participaciónFoto Moyses Zúñiga Santiago
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Periódico La Jornada
Sábado 2 de enero de 2010, p. 5

San Cristóbal de las Casas, Chis. 1º de enero. Las instituciones del Estado mexicano y los partidos políticos no han cesado de agredir a las comunidades y municipios autónomos, de manera especial a los zapatistas, porque su práctica política, su democracia comunitaria, evidencian a aquéllos en sus verdaderos fines, los cuestionan en sus mentiras, los exhiben en sus contradicciones, los desnudan en sus mezquindades y, de paso, les echan a perder el negocio del monopolio institucional de la representación política de la izquierda, sostuvo la investigadora Paulina Fernández durante el Seminario internacional de reflexión, convocado por Cideci-Unitierra en esta ciudad.

Éstos se benefician y viven de las instituciones, son correas de transmisión del capitalismo, del neoliberalismo. Por eso atacan y tratan de destruir todo aquello que les impide dominar, apropiarse, enriquecerse, eternizarse en el usufructo del poder.

Una reflexión clave atraviesa este encuentro de intelectuales y académicos: La revolución que necesitamos no es la misma que después de 1789 nos acostumbramos y que a lo largo de tres siglos se ha expresado con muchos rostros, expuso Javier Sicilia, poeta y editor de la nueva revista Conspiratio, una de cuyas preocupaciones fundacionales es pensar esa revolución.

El fin de los paradigmas tradicionales de la revolución, como cambio en favor de las mayorías explotadas, excluidas y perseguidas, abre muy diversas vías para replantearla, como demuestran las participaciones en este seminario. Sergio Tischler, académico de la universidad de Puebla, recorrió la trayectoria del pensamiento marxista y revolucionario, que siempre sucumbió a la fascinación por la forma Estado, la cual no resuelve el antagonismo social, y al reproducir las formas de dominación inherentes al Estado se reduce, citando a Max Horkheimer, a una estrategia de poder.

Revisando a Lenin, Gramsci, el estalinismo y otras expresiones de la revolución moderna, y guiado mejor por Walter Benjamin, Tischler ilustró el esfuerzo que implica pensar de otro modo las cuestiones claves de la izquierda anticapitalista histórica. “El zapatismo es una ruptura de un ‘continuo’ en el pensamiento de estas cuestiones” para ir más allá de la dominación.

Para Sicilia los referentes son otros, siempre desdeñados por la izquierda: Iván Ilich, Albert Camus, Gandhi. Pero sus conclusiones respecto a la otra revolución no son muy distintas. Como tampoco, desde una lógica que pareciera años luz de los planteamientos marxistas, la experiencia contemporánea ha hermanado inesperadamente, la activista y pensadora de origen hindú, y tunecina por adopción, Corinne Kummar.

Presentándose como peregrina que llegó aquí para celebrar al zapatismo, bajo la influencia lunar y desplegando un marco referencial femenino y universal, Kummar dijo coincidir con quienes consideran el zapatismo como el movimiento social más importante de nuestro tiempo, ya que se atreven a soñar. Elaboró de manera testimonial y luminosa el valor como paradigma de la acción de las mujeres, siempre excluidas de los procesos de poder y de cambio.

Con las experiencias africanas en mente y considerando a Latinoamérica, destacó el diálogo de civilizaciones que se efectúa en la actualidad, de sur a sur, que puede ser el único que salve al mundo. Un nuevo universalismo basado en lo particular, lo vernáculo.

Sicilia, quien envió su ponencia y fue leída en el pleno, reflexiona sobre la proporción que debe determinar los procesos emancipatorios y encuentra esta verdad, esta revolución, en el movimiento zapatista, que volvió a la proporción (territorio, gobierno, vida colectiva) y al hacerlo causó revuelo mundial, pero muy pocos han comprendido.

Paulina Fernández había descrito con sobrio detalle el funcionamiento de la democracia y la representación en las comunidades zapatistas, donde gobernar es una escuela para que todos puedan gobernar. Y concluía citando a John Berger en el libro Planeta Tierra: Movimientos antisistémicos, cuya publicación dio origen a este seminario internacional: Probablemente los zapatistas estén en riesgo. Cualquier ataque sobre ellos vendrá de quienes en su miopía creen que pueden erradicar su ejemplo.