Sociedad y Justicia
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Confía en que la PGR y la Función Pública no fincarán responsabilidades al trabajador

Sindicato: controlador aéreo, sin culpa en el avionazo en que falleció Mouriño

Denuncia que políticas empresariales privilegian la productividad sobre la seguridad

 
Periódico La Jornada
Martes 10 de noviembre de 2009, p. 34

Para el Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (Sinacta) el informe final de la comisión que investigó las causas del accidente del Lear Jet XC-VMC, ocurrido el 4 de noviembre de 2008, exonera de cualquier responsabilidad al trabajador que participó en las operaciones de la aeronave.

Al fijar su postura sobre las investigaciones del hecho, en el que hace un año murieron el entonces secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño y 15 personas más, el secretario de asuntos jurídicos del sindicato, José Alfredo Covarrubias Aguilar, dijo coincidir con los resultados de la pesquisa, pues se trató de un lamentable accidente.

Señaló que la probable fatiga acumulada del controlador y la omisión de emitir una medida correctiva por el acercamiento de las aeronaves son factores aislados, que por sí solos no son capaces de provocar un accidente y muchos menos la caída de un Lear Jet.

Se puede afirmar contundentemente que los controladores no tienen ninguna responsabilidad y que el espacio aéreo mexicano es seguro. Estamos convencidos de que las demás instancias, tanto la Procuraduría General de la República (PGR) como la Secretaría de la Función Pública, asumirán la misma presunción y no fincarán cargos contra los trabajadores, aseveró el abogado del gremio en conferencia de prensa.

El informe final de la comisión, dado a conocer hace unos días, señala como causa probable del accidente la pérdida de control a baja altura y posterior impacto de la aeronave con el terreno debido al encuentro con turbulencia de estela, producida por la aeronave que le precedía. Además, el reporte cita varios factores, entre ellos la omisión de la medida correctiva del controlador y la probable fatiga de éste.

Covarrubias Aguilar insistió en que fue la conjunción de muchos factores lo que provocó el accidente y sus causas se ubican más en un problema sistémico, en el que operadores, concesionarios, la autoridad aeronáutica, el prestador de los servicios de navegación aérea y el marco normativo mantienen modelos de operación rebasados por la vertiginosa realidad y los cambios tecnológicos. Es necesario revisar todo el sistema, apuntó.

De hecho, recordó que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes instruyó a la Dirección General de Aeronáutica Civil a llevar a cabo una auditoría integral a Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, que ya se realizó. Se está por recibir el dictamen final, aseguró.

Denunció que prevalecen políticas de corte empresarial que privilegian la productividad sobre la seguridad, objetivo principal del control de tránsito aéreo. Acusó que en aras de la productividad se han reducido los periodos de recuperación que deben tener los controladores, por lo delicado de sus labores. Se han ampliado las horas de permanencia frente a pantallas y radares, resaltó.

Inclusive, censuró que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público limite los recursos financieros y materiales, pero sobre todo humanos, para el control aéreo. Comentó que 20 personas están a punto de terminar su formación, pero no hay plazas para incorporarlas, pese a que hay un déficit de cuando menos 300 controladores en todo el país. Actualmente existen 700.

El sindicato expuso una serie de recomendaciones, entre las cuales destaca la dotación de los recursos necesarios para la formación y capacitación de los controladores, y crear las plazas laborales mínimas para cubrir las crecientes necesidades en el sector.