Sociedad y Justicia
Ver día anteriorSábado 7 de noviembre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Advierte experto sobre los riesgos de aprobar su utilización ante la epidemia de A/H1N1

Cuestionan aval a fármacos caducos

Se agrega incertidumbre sobre una enfermedad de la que todavía se conoce poco, argumenta

 
Periódico La Jornada
Sábado 7 de noviembre de 2009, p. 33

Las pruebas para extender la vigencia de las medicinas sólo deben utilizarse en casos de emergencia, principalmente si no existe la posibilidad de que el proveedor las surta o algún otro laboratorio las fabrique, afirmó Gilberto Castañeda, investigador en farmacología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional.

Explicó que en el caso de los antivirales para controlar la influenza A/H1N1, la extensión del periodo de vencimiento de su caducidad agrega incertidumbre sobre una enfermedad de la que todavía se conoce poco.

El pasado miércoles la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) anunció que luego de realizar pruebas de estabilidad a los tratamientos adquiridos en 2006, para crear la reserva estratégica de medicinas en preparación ante una pandemia de influenza, se comprobó que mantienen inalterada su seguridad y eficacia terapéutica. Por ello, aunque su fecha de caducidad está marcada para los próximos meses (entre diciembre y marzo) se podrán seguir utilizando durante los siguientes dos años.

Al respecto, Castañeda comentó, en entrevista, que si bien técnicamente es factible la realización de los estudios clínicos, la Secretaría de Salud (Ssa) también debe certificar que los tratamientos se han mantenido en condiciones óptimas de almacenamiento. Cualquier variación de temperatura y humedad altera la estabilidad de los fármacos, indicó.

Debido a que todavía no se conoce lo suficiente sobre la nueva gripe, la Ssa debería asegurarse de contar con la mayor cantidad de certezas. En el caso de las medicinas, proporcionar las que tengan la mejor calidad, pues aunque se hayan realizado las pruebas a los lotes adquiridos hace tres años, en algún momento podrían surgir dudas respecto a su eficacia.

Puso el ejemplo de alguna persona a quien se administre los antivirales cuya fecha de caducidad se cumplió, y no mejore en sus condiciones de salud. Será difícil determinar si la causa fueron las medicinas caducas y supuestamente probadas, o si el virus generó resistencia y, por lo tanto, los antivirales han perdido eficacia.

Consideró que la decisión de la Ssa, a través de la Cofepris, de extender la vigencia de los antivirales, responde a una situación de ahorro mal entendido. Si hay el proveedor, lo que debe hacerse es renovar la reserva estratégica. Si el argumento es el precio de los fármacos, habría que cuestionar sobre el costo que tendrá para el país la utilización de productos que han perdido su eficacia terapéutica.

El especialista recordó que las llamadas pruebas de estabilidad existen desde la época de la guerra fría, en los años 60, cuando existía el riesgo del uso de bombas atómicas. En Estados Unidos, Rusia y Europa se construyeron refugios nucleares donde se guardaba de todo, y fundamentalmente, comida y medicinas. Era una situación de emergencia.

Entre las actividades que el Ejército tenía a su cargo estaba la realización de las pruebas de estabilidad de los productos farmacéuticos almacenados. Los estudios consisten en someterlos a condiciones de altas temperaturas. Se establece el nivel en que se pierde la efectividad y con el apoyo de algoritmos se define el tiempo que durarán en ambientes normales. En México sería de 30 grados centígrados hacia abajo, indicó Castañeda.

La fecha de caducidad se determina pensando en el peor escenario, es decir que las cajas de medicinas se ubiquen en lugares de calor o humedad excesivos. De ahí que cuando las personas adquieren algún medicamento en la farmacia, sin conocer las vicisitudes que pasó el producto, lo puede tomar con confianza si la fecha de caducidad no se ha cumplido, dijo.